Al margen del origen medieval que pueda rastrarse en la conformación de alguna celebración concreta, las fiestas populares españolas han venido envueltas en tres remesas: Una primera oleada que trajo la España de la Contrarreforma (siglo 16), con fiestas al calendario laboral apostólico romano, con … Continúa leyendo Las fiestas populares en España, esta es la historia.
La clave está en la fiesta, cómo ha acabado en fiesta algo que es coto privado prohibido o prohibitivo para muchos, corte de unos pocos: un mundo turf de apuestas y purasangres. La respuesta no puede ser más que una. No es mundo turf todo … Continúa leyendo a los pies de los caballos.
vencedor de las primeras Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda, esta es la historia. «Un pueblo que adora su aristocracia es un pueblo vil» (Pío Baroja, por boca de su personaje Aracil en La ciudad de la niebla, novela de 1909) La clave está … Continúa leyendo La jaca del contrabandista de Camas
—El cuento chino de Las Carreras de Caballos— Los cuentos se dividen en dos: el cuento literario (oral o de autor) y el cuento chino –‘embuste’ que perjudica su salud, dicho en versos de León Felipe: Yo no sé muchas cosas, es verdad./ Digo tan … Continúa leyendo Sanlúcar no se baja del caballo (cuento chino).
Carta a un joven ciclista entre Sevilla y Sanlúcar de Barrameda. La bicicleta en que te educó tu padre era bici sin itinerario propio ni exclusivo. Tú ibas por la derecha y yo, a la zaga y en oblicuo, detrás de ti y más hacia … Continúa leyendo Fábula de la Bicicleta y el Lince Ibérico.
La diferencia entre «La tierra es redonda» y «La tierra es azul como una naranja» es conceptual, y no lingüística. Que la tierra es redonda se toma por verdadero (o ‘no falso’) y que la tierra es azul como una naranja, como un flas literario, … Continúa leyendo La bicicleta y los trenes.
¡Carril bici, ya! fue consigna y lema de campaña y pegatina o placa pegada a las bicicletas, que así expresaban un viejo anhelo que iba desde un carril especial para vehículos lentos por la derecha en avenidas y vías rápidas (similar al del transporte público, … Continúa leyendo La Bicicleta de Sevilla. Esta es la historia.
Como usuario de la bicicleta adulta, urbana y laboral (de las de pedalear en traje y llegar sin sudar), discrepo del Plan Urbano Municipal. Prefiero la bicicleta RGC y DGT, homologada por Industria, que es universal en España, y que en Europa y el mundo, … Continúa leyendo la ciudad y las bicis.
El OPDR CANARIAS que vemos ahora lleva navegando bajo bandera española desde 2006. Tiene 145 metros de eslora (largo) por 22,2 de manga (ancho) y 5,8 de calado (fondo). Cuando yo era más chico y más señorito, me gustaban los barcos, como los trenes, de … Continúa leyendo OPDR CANARIAS.
Tanto que se oye hablar de los efectos del corona virus, las conversaciones no han de ir solo sobre en qué manos estamos, distopía más o menos (ver Correo de Andalucía de hoy), sino también sobre el efecto Covid en nuestra vida más inmediata, más … Continúa leyendo Lección Covid.
Criado en el ¡Otan, No; Bases, fuera!, y en lo común del comunismo, crecí antiyanqui en las ideas de democracia y libertad, y en la supremacía de lo estatal sobre lo privado. Y ahora, que la democracia es el Caso Kitchen y una Casa … Continúa leyendo Urdangarín y Cospedal pasean por la playa de Las Piletas.
Hay algo triste en el final de agosto que tiene que ver con cómo vivimos los días y las horas como vísperas de algo. Ocurre el san viernes y ocurre el domingo por la tarde. Puede ser una variante de ansiedad. A final de agosto … Continúa leyendo viaje a septiembre.
La casa de Medina Sidonia, hoy con sede ducal en Sanlúcar de Barrameda, tuvo su origen en el cerco de Tarifa. Él era Guzmán el Bueno, cristiano asediado por moros que habían cogido al hijo como rehén:
–Guzmán: O nos entregas Tarifa o te entregamos a tu hijo muerto y degollado.
–Aquí tenéis mi puñal, si no tenéis otro a mano.
Utilizar al hijo como rehén para que vuelva el padre. Con dejar en suspenso, vacía de actos oficiales, la agenda institucional del rey, el viejo rey vuelve, claro que vuelve.
El caso Urdangarín tardó 11 años. A sus 82 años y con las inmunidades y aforamientos que encarecen su figura, más la sarta de recursos y recursos que traería el caso Juan Carlos, el emérito habría cumplido edad suficiente para el sacrificio con tal de un final feliz. Por una Corona, bien se hace eso y más.
Es el Gobierno el que no quiere abrir una lata que salpicaría a Gobierno y Estado y al propio rey Felipe. Por algo, al emérito se lo han quitado de encima.
Es muy común la confusión entre lírica, poesía y verso. Por si hay menores escuchando, lírica significa primera persona o eso que no es ni épica ni dramática, ni narración ni teatro. poesía es también belleza y, su contrario, sería lo prosaico. prosa es una de las dos maneras de fluir el discurso: o a lo que salga (prosa) o por sílabas contadas: verso. Anoche, la noche del 27, pude vivir por juntas lírica, poesía y verso. Fue al lado de un chiringuito de playa, diez y media de la noche. Mi amigo Rafael Gálvez, buen conocedor del cielo y las estrellas, y mi amiga Alicia Domínguez Albarrán, sirena entre las sirenas de Sanlúcar, me habían invitado a la noche del planeta [2.430.000 usos en Google].
Rafael Gálvez, averiguador seguro.
Peliculero que es uno, allí que estuve. Rafael Gálvez llevaba sus buenos prismáticos. Fallo: yo me los había dejado en casa. Alicia era, sin ayudas binoculares, con mucho, la primera en ver aparecer cada estrella. Ahí está el Carro. Cerca debe pasar el cometa. Fallo: ¿planeta o cometa? ¡Cualquiera preguntaba nada! Yo, gracias a mi bastón de caña, ideal para las paradas, levantaba mis ojos y mis gafas de miope al firmamento doblemente estrellado, porque la visión no aparecía. A todo esto, el sitio de avistamiento estaba al margen del alumbrado nocturno y urbano, al final de una de esas rampas de madera que dan acceso a la playa. (rampa, francés rampe, remoto ramper ‘trepar’ : 1. Plano inclinado dispuesto para subir y bajar por él. 2. Terreno en pendiente. Ni 1 ni 2 corresponden exactamente a lo que es rampa de playa.) Quiero decir que entre estar en el chiringuito mirando algún langostino o manzanilla en rama, y estar sobre la playa, a su oscuro natural, ustedes mismos.
Alicia Domínguez Albarrán, acuareleando siempre.
La media hora pasada, las pupilas las teníamos que nada se nos escapaba. Lo que sí avistaron mis ojos sin luna: las tetas de una muchacha en tetas que todavía a esa hora se bañaba con la marea alta y con su chico. La rima en -eta estaba servida. El resto de versos, ya en el chiringuito y con comanda por delante, lo trajo la conversa.
Yo, a Rafael: ¿Cómo te va lo que lees?
Rafael, a mí: ¿Cómo te va lo que escribes?
Rafael Gálvez iba por un tratado entre aztecas y castellanos, quién hubiera descubierto a quien.
Daniel Lebrato, acuarela Alicia Domínguez Albarrán.
Daniel Lebrato iba proponiendo impresiones y paisajes, por ejemplo, un ocaso, o las coplas que me salieran una noche de verano que incluyó al final el susto por un cachorrillo de perro de esos de raza gigante a los que dígale usted ‘cachorrillo’ y escúchele usted a su dueña que “solo estaba jugando”, cagoenlá.
LA NOCHE DEL PLANETA no llegó ni a pacotilla, haciendo, en cambio, ruleta con el perro de Sevilla. Menos mal que los aztecas no cruzaron las Antillas: nos faltaba, a lo que vamos, ser, encima, mexicanos.
NOSOTROS, TRAS EL PLANETA, prismáticos mirando al cielo, y aquella niña, en sus tetas, y aquel perrazo en el suelo. Estuvo buena la cena: Gambas fritas con adobo, manzanilla hincando el codo: 24 con 50. Gálvez, pagando: ¡Es mi cuenta!
Desde 1440 en el idioma (Corominas), la palabra ocaso, del latín tal, emparentada con caer, occidente y ocasión, marca la hora del día más fotogénica del largo y cálido verano.
Quizá por relación con la casa de seguros conocida como ‘los muertos’, la gente prefiere hablar de puesta de sol [con 21.5 millones de usos frente a ocaso: 11.5], francés coucher du soleil, inglés sunset, italiano tramonto.
En astronomía de precisión, orto y ocaso [25.700 usos] forman pareja por decir salida y puesta del Sol (o de la Luna) y, como rapidísima imagen, de todo lo que en esta vida nace y muere, empieza y acaba, sube y baja, se ve y no se ve.
Yo conocí la palabra ocaso por los recibos al cobro como seguro de entierros y defunciones [351.000 usos, cuando lo lógico sería el orden inverso, primero el cadáver y luego el ataúd: defunciones y entierros, 284.000].
La palabra contraria, orto (latín ortus, lo mismo, en astronomía: Salida o aparición del Sol o de otro astro por el horizonte) la aprendí unida a Orto y ocaso de Sevilla, libro de don Antonio Domínguez Ortiz (1991), historia de Sevilla, del esplendor, a la decadencia.
El ocaso que hoy nos relaja la vista fue tomado ayer, día 25 de julio sobre las 21:40 en el muelle de Huelva según se mira a la derecha. La foto es de Manolo Vara y, los textos, fondo de armario de eLTeNDeDeRo:
PUESTA DE SOL Abelardo Rodríguez: “No es que el sol se ponga, es que sale en otra parte…” …y el resto es patrimonio de los husos horarios con hache y sin hache. Lo llamaremos noche, por decir algo.
La segunda estampa nos lleva a las playas de Bajo de Guía, Sanlúcar de Barrameda, donde con marea baja se dejan ver posturitas y postureos que nos negamos a fotografiar:
LA FOTO La cosa prometía. Aquella forma de ella abrazarse a él como si gente no hubiera por la playa pero como si todos estuviésemos pendientes. Esa puesta de sol, esa hora púrpura, y en esto pasa un barco entre las barcas, de paspartú teníamos el Coto; ella, su nuca, y él, todas las marcas de su bikini. El joven mete cuello, se pierde ella -hacia atrás por su melena de cine o champú Sunsilk- y, hecho un pulpo de amor, la mueve, esparce y desordena. Sobre el beso en su punto, una gaviota. Cualquiera hace la foto y el idiota.
No hay fiestas populares, sino señoritos en fiestas donde trabaja el servicio, que bendicen curas o inauguran alcaldes. Una sociedad desigual no reparte el ocio por igual. Así puestos, que cada persona negocie lo suyo, no nos quieran meter la fiesta por los ojos y la cartera, vía presupuestos: el caballista, su caballo; el cuidador, su cuidado; el público, su entrada; el ayuntamiento vigile y preserve, cobre tasas y cuotas de ocupación; y la organización se haga cargo de dejarlo todo como estaba.
¿Que al chiringuito tal le aumenta la caja? ¡Que ponga algo y aporte! ¿Que al gremio de taxistas o cocheros? ¿Que hoteles bares y restaurantes de la ciudad de Sanlúcar salen en pleno ganando? ¡Lo mismo de lo mismo! A una inmensa Sanlúcar el tinglado de las carreras nos echa para atrás y nos parece genial un agosto sin hipódromo, sin invasión de playas, sin guardias civiles por Doñana y sin baile de borrachera hasta las tantas y sin señoritos de espuela jerezana.
Y no nos vengan con la milonga del interés general, turístico universal, ni del mito que los parió. Ayuntamiento, Diputación y Junta deben sacar sus fondos de las carreras y dejar a iniciativa privada organización y responsabilidades ciudadanas, medio ambientales y legales. ¿A qué viene dotar con millones de euros premios a cuadras particulares?
Y quien dice las carreras, dice cofradías por Semana Santa o hermandades hacia el Rocío. ¡Qué olor a caca de cuadra de cultura de izquierdas!
Carreras de Caballos de Sanlúcar 2020. Acusan a Luis Gordillo, cartelista, de no conocer las carreras de Sanlúcar. ¿Acaso Murillo estuvo en la Inmaculada Concepción de María? Luis Gordillo monta su cartel sobre caballos fríos con antifaz o mascarilla tipo Primera Guerra Mundial. Por una vez el arte se merece a sí mismo.
La foto es del ABC y el título, pasitche de Horace McCoy ¿Acaso no matan a los caballos? traducido entre nosotros como película ¡Danzad, danzad, malditos!
Si un tema hay gastado y derretido para hacer literatura, ese es la muerte; más que el amor. La muerte sigue siendo como en tiempos de Manrique. Lo más que hacemos es ponerle un nombre o una cara y aportar algún punto de vista, religioso o civil. Aquel Llanto de Lorca.
Cuando murió mi madre, que era una anciana balilla de mal asiento que no dejaba vivir a nadie, quise que mi familia mandase poner esta corona firmada por “tus hijos y tus nietos”:
«Descansamos, o descansemos, en paz.»
Mamá lo comprendió y salió por donde costumbre:
–¡Hay, Daniel, como se entere tu padre, el disgusto que le vas a dar!
O quizá por esta otra petenera:
–¡Hay, Daniel, qué pamplinas tienes!
Ahora ha decidido dejarnos –me avisó su yerno Salva, titular de la etiqueta “suegra”– nuestra amiga Juana de Sanlúcar, a quien yo llamaba Reina de la Ibense porque era donde me la encontraba sin falta al desayuno, lo mismo que yo no faltaba a mi cerveza, siempre en Plaza del Cabildo.
Juana era de esas señoras con todo viento a favor: su ser de Iglesia hasta en la iglesia tener su sitial, su ser de derechas, señora de, excombatiente de la Acción Católica, su hablarle de tú al señor cura párroco y, casi, casi, al mismo Dios (que estará San Pedro que no sepa el hombre dónde meterse); su distinguida elegancia, su mirar por encima a esta España de la que yo gustaba pincharla para que largase, como se suele decir, por esa boquita. ¡Y vaya si largaba!
Quizá el ver en mí a un poeta comunista de pinta aristocrática (vieja bici BH, bastón de caña, lazo y panamá) nos unió en un raro anacronismo, en una complicidad para reírnos del mundo:
–Juana, igual que en tu iglesia del Carmen hay nave de epístola y nave de evangelio, así yo, en mi chaleco traje, llevo dos bolsillos con monedita suelta: el de la derecha para propina y el de la izquierda para limosna. Todo menos decir: ¡No llevo suelto!
Últimamente estaba faltando a clases en la Ibense y yo la apremiaba con este canto de Esperanza de vida:
–Con tantos años cumplidos, ¿qué más te daba cumplir unos añitos de más? Siquiera por alargarnos el sueño de quienes vamos detrás.
No me ha hecho caso. Mis palabras a lo mejor mienten; mi egoísmo, no.
El genio sabe que el genio sin figura no va a ninguna parte.
Genio y figura, Juana.
/ a Juana Domínguez Hermosilla / –1 de junio de 2020–
La última entrega de las memorias del profesor Lebrato (tras El profesor, El alumno, El tutor y Consejo orientador) lleva por título Extraescolares y hace referencia al Daniel Lebrato de actividades complementarias; ese que va desde Teatro La Paz (Valverde del Camino, años 80), hasta el que hoy ilustramos con estas raras fotos.
En La Paz, de Aristófanes y Francisco Nieva, Daniel Lebrato montaba jinete de un escarabajo pelotero.
Como ven, el montaje de hoy da idea de un caballito de playa al que una mujer acude con su hija o su nieta para darle un paseíto como en calesita o cacharrito de feria. Por lo que sabemos de Daniel Lebrato, la situación es insólita y habrá de sorprender a quien lo tuvo como serio profesor de adultos en bachillerato. Foto 2:
Daniel Lebrato, en el papel de Trigeo. Al fondo, coro de esclavos y nubes del cielo.
Las fotos están tomadas en blanco y negro por LeMonge durante el verano de 2016 (hace ya cuatro años) en la playa de las Piletas, Sanlúcar de Barrameda, a la altura del chiringuito Macario. Como es sabido, Sanlúcar ha hecho célebres las carreras de caballos por la playa en marea baja. El reportaje de LeMonge quizás evoca esas carreras hacia la puesta de sol.