Siendo los libros transmisores de embelecos y subterfugios (religiones del libro, códigos legales) y uno de los grandes (si no el que más) divisores de la humanidad (entre letrados / iletrados o analfabetos), los libros se nos presentan como el depósito universal de educación, cultura … Continúa leyendo hora y ahora del mester de librería.
La Sierra de Huelva o de Aracena y Picos de Aroche, entre Galaroza y Fuenteheridos, nos dio a conocer, a Pilar y a mí, a este hombre excepcional, tan vinculado luego como pariente mayor, como padrino de bodas y como guía de una caravana que … Continúa leyendo Pedro Cantero.
LA SEÑORA ZENOBIA (Edgar Allan Poe) THE SIGNORA ZENOBIA Prólogo y criterios de edición(recomendable lectura previa) Edgar Allan PoeTHE SIGNORA ZENOBIA [1] Cómo escribir un artículo a la manera del Blackwood [2]seguido deLa guadaña del tiempo [3] Traducción: Julio Cortázar (1956)Adaptación para libro electrónico: Daniel … Continúa leyendo LA SEÑORA ZENOBIA, Edgar Allan Poe, THE SIGNORA ZENOBIA.
Al repasar yo ahora Gigantes o molinos (2 de mayo 2015), título que di hace cinco años a lo que fue una historia de acoso laboral -repaso que he titulado a la inversa, Molinos o gigantes-, me he dado cuenta que aún me lastra un estilo curricular, por veces funcionario, que puede endurecer la lectura. No obstante eso, y por amor a la verdad, he dejado el estilo tal cual estaba, pensando que, quien quiera leer, sabrá distinguir y apreciar el paño. Se trata de un relato que exige el documental, más que la ficción o la metáfora, por sucesos de hace más de veinte años y que, al principio, solo estaban en la cabeza del presuntamente acosado (donde el ‘presunta’ es concesión de inocencia o culpabilidad, como suele exigirse en estos casos).
Todo empezó a agitarse en mi cabeza el 9 de julio. Hipólito G. Navarro en su Facebook hizo la siguiente pregunta “al dedo fácil del megusta” de sus cinco mil amistades: «¿Le parece a usted bonito que el propio autor deba hacerse con un buen puñado de ejemplares antes de una destrucción parcial de existencias en los almacenes de la editorial por acumulación de títulos?» La preguntita de Hipólito y el abierto reproche de ¿le parece bonito? me derivaron a reflexiones tangentes o paralelas:
El libro como mercancía relativa, pues si no queda satisfecho, NO le devolvemos su dinero.
El libro de librería ejemplifica el «tonto el que lo lea» puesto que, si usted no lo compra o no recibe alguna muestra gratuita para su degustación (lo hace Kindle: “descargar fragmento”), ¿cómo sabe usted si el libro le va a gustar o no? “Tonto el que lo lea” porque usted ya ha sido tonto, ya lo ha comprado, y ahora, a ver, qué hace usted con el dichoso libro.
Sobre la edición, tendríamos que distinguir entre editado por y editado en. editado por (complemento agente) sería el libro publicado a iniciativa de la editorial y, editado en (circunstancial de lugar), el libro publicado a iniciativa del autor-a, quien en principio compra a la editorial todos los ejemplares y confía en recuperar parte mediante actos de venta directa por presentación o promoción.
En un mundo de libre comercio y diversificado –donde la pequeña librería no es más que una alternativa en medio de otras– la edición en, pagada por adelantado por el propio autor, adopta el valor de lo que con palabro horrible se llama crowdfunding, digamos micromecenazgo o financiación colectiva. Nada que objetar. Nada que objetarle a Antonio ni a quienes se hicieron la foto con él y con su No vuelvas, Odiseo, libro en mano: es el cierre lógico de un ciclo. Si la cosa funciona, quién soy yo.
Lo chocante es la burla que Extravertida Editorial se permite sobre un tercer tipo de publicación (que es el mío y de quien conmigo va) que el establecimiento del libro teme y denuesta: la edición digital en html que una juventud, ya sin libros en casa, sin pecés ni impresora, va a poder leer por pantalla del teléfono móvil. Ese es el libro de bolsillo del que el sector del libro, culto él, no quiere ni oír hablar. De ahí, la gracieta de Extravertida Editorial: «Si deseas el ebook o libro electrónico de este libro [que había costado en caja 23 euros], envía una foto con tu nombre escrito o con tu sello ex-libris en la página 5, donde se sitúa el título, y envíanos esa foto a editorial@extravertida.es. Recibirás el ebook en varios formatos gratuitamente por correo electrónico.» [1]
La otra rama que al tronco sale de Antonio Jiménez Casero se refiere al gran tema de su vida: Penélope, la mujer que espera y como punto de vista. A mí, como maquinista de eLSoBReHiLaDo, me cupo el honor, y la trabajera, de haber editado la primera Penélope que AJC sacó al público. Fue en un SH por narrativa dedicado a la prosa de tres maestros del género: Juan Antonio Rodríguez Tous, Eliacer Cansino y Antonio Jiménez Casero.
Mis afanes por eLSoBReHiLaDo lo hice cuento o novela corta en Vocaciones, vacaciones, mismamente (2003), título que pedí prestado al número uno, Hipólito G. Navarro.
Mañana, más hilo y más rollo al carrete.
[1] También afecta a quien, en días de confinamiento, nos ha ofrecido el pdf gratis de tal o cual libro suyo, por supuesto por privado. El pdf (antes facsímil) hoy queda para el lenguaje notarial pero en pantalla se lee fatal –si es que se lee– y en papel, vuelta a lo mismo, requiere impresora, tóner o cartuchos de tinta, además del papel, claro.
Conocí a Antonio Jiménez Casero el curso 87-88 cuando él vino en comisión de servicio a mi instituto número 20 de Sevilla. AJC venía formando equipo con lo que dimos en llamar Cinco Magníficos: Antonio, como director, y cuatro con él: vice, secretario y vices respectivos. Total: 5 que llegaban con la misión explícita de poner un poco de orden en aquel instituto que por entonces daba guerra, guerra, guerra contra los consejos escolares y por la autonomía o soberanía de los claustros.
Frente a los Cinco Magníficos se posicionó como férrea oposición, y en señal de malavenida, la Banda de los Cinco, cuatro profesores y una profesora que nos sentábamos al otro extremo de la reunión de claustro (como gol sur o últimos de la clase), los cinco con unas gafas oscuras que daban pánico y que decían claramente que no queríamos saber nada de ellos. En los anales del ies 20, aquel grupo opositor se entrenaba semanalmente en la llamada Guardia de Cruzcampo, que hacíamos cada lunes tarde noche a la salida de clases (éramos desdoble vespertino del ies Luis Cernuda), y con Guardia de Cruzcampo llamábamos a ir de bares y de tapas por Sevilla, a ver dónde las tapas eran más buenas y la cerveza más Cruzcampo y más fría.
Pese a nuestras hostilidades, Antonio no tardó en hacerse querer. Primero, por su gestión y, después, porque él tenía venas al margen del cargo y de su condición de profesor de clásicas: una era la vena literaria –el hombre escribía, y ahí había materia para compartir. Se lee en el currículo de Daniel Lebrato, hoy reubicado en Tinta de calamar: «En marzo del 90, Daniel Lebrato presentó en La Carbonería El morador insomne, de Antonio Jiménez Casero, premio Felipe Trigo de Novela, devolución de la presentación que antes le había hecho Antonio en mayo del 88, con música y diapositivas al gigante protagonista de De quien mata a un gigante.» Y es verdad que un episodio de ¿Quién como yo? lo usó AJC para la obertura de su último libro, No vuelvas, Odiseo (vídeo de 55 minutos pinchando aquí). Lo que Antonio ignora es que Pilar y yo estuvimos a punto de hacer una adaptación al teatro de su recreación de Penélope (Editorial eLSoBReHiLaDo).
También me unió a él su amor por lo extraescolar, que él llamaba juegos paléstricos, por la pareja como constitución de uno (la suya trabajó un tiempo en el ambulatorio de las Palmeritas en Nervión), y por su lucha contra el cáncer: los dos fuimos de colon; a mí, me dio tiempo a salir con vida y a hacer cine y literatura con lo que me había pasado.
Si no asistí a su último libro fue porque los dos sabíamos que era un libro auto editado y a su costa bajo el sello Extravertida Editorial, que no me cae especialmente bien. Les cuento por qué. Contraportada de novela publicada bajo el sello Extravertida Editorial en 2019:
«Si deseas el ebook o libro electrónico de este libro, envía una foto con tu nombre escrito o con tu sello ex-libris en la página 5, donde se sitúa el título, y envíanos esa foto a editorial@extravertida.es. Recibirás el ebook en varios formatos gratuitamente por correo electrónico.» Sin palabras, ¿verdad?
De todas formas, si llego a saber que Antonio estaba tan malito, hubiera asistido, solo por darle un abrazo.
¡Adiós, morador!
«Si fueras tú el jardín donde los días/ ajenos a su nombre no cuentan/ ni son siete, donde nada/ ni la Creación pudiera distraerme,/ yo sería/ párpado leve o azúcar de cristal/ del agua de tu sueño morador/ insomne» Daniel Lebrato, ¿Quién como yo?
Qué habrá hecho el pobre culo que todo va a parar a él. ¡Vete a tomar por culo! ¡Métetelo en el culo! Solamente los supositorios de farmacia vienen por nuestro bien y con receta médica. Los supositorios que les propongo ahora son ‘suposiciones’ a propósito del coronavirus, helos aquí:
supositorio uno
Solo falta que las cadenas retransmitan, como se transmiten las campanadas de Fin de Año, los aplausos al atardecer desde la plaza o calle que más merezcan. La broma y la frivolización relativa (terapia necesaria para aliviar la carga del desastre) han llegado a tal extremo, que eLTeNDeDeRo, que en 30 días no ha salido del monotema, dice: ¡Ahí quedó! y en este punto lo deja.
supositorio 2
El gran poder omnímodo (GPO) ha estado, de una forma u otra, detrás de todo esto y jugando con lo que no se debe. Claro que eso es axioma, algo inherente al GPO.
supositorio 3
Hay gente que, a diario, entre unas redes y otras, ha venido publicando entradas como huevos, por docenas o medias docenas. La pregunta es qué quedará en pie de todo eso.
supositorio 4
En general (y perdonen la pedantería, no siendo yo más santo que mis vecinos), se nota poca reflexión crítica y sobra de protagonismo; y éste por dos vías: la sensible o la humorística. Análisis-análisis hemos visto algo de Noam Chomsky, cómo no, muy pronto borrado de donde estuvo (la recuperación que hizo eLTeNDeDeRo pueden verla pinchando aquí), más la otra lúcida hipótesis que aventura Emilio Carrillo (antiguo caballero en la corte del Psoe andaluz) y que pueden refrescar en este enlace. Si Chomsky sirve para ir a las causas, Emilio Carrillo y su equipo de investigación apuntan a las consecuencias del ensayo general que habría hecho el GPO para tener la humanidad confinada, esa sería la distopía, futurible que ya está aquí.
supositorio 5
La política sigue cortada por siglas y patrones de partido y sosteniendo con sus controversias, Betis y Sevilla, cuarto y mitad de lo mismo. Al Psoe y grupo de Coalición dan vida PP y Vox, y a la inversa. La mayoría país sigue fiando en su clase política sin concebir otras instituciones, lo cual incluye a la clase política profesional (profesionalidad que al resto nos deja fuera) y al referéndum monarquía o república, como si el pensamiento no concibiera pasar sin ninguna de las dos. Con esos mimbres, la lucidez crítica no irá muy lejos y quienes entraron con un pie en la crisis, en esta crisis, van a salir muy mal parados, o sea: en el puto paro y, el país, en el rescate. Va a ser tremendo pero ya dijo el clásico que sin teoría revolucionaria no hay acción revolucionaria. ELTeNDeDeRo lo ha intentado, con El virus y la bola de cristal y El pensamiento único que llevamos dentro, a los que, a juzgar por megustas y seguimientos nadie ha hecho caso. El ambiente está preparado para una vuelta terrible a la autoinculpación tipo “estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades”, y con la insolidaridad del “sálvese quien pueda”. Malos tiempos, mala hierba.
supositorio 6
El Gobierno ni siquiera ha aprovechado para intervenir el sector funerario (artículo –Su padre ha fallecido, pasen a recogerlo), cuando hubiera sido tan fácil entre votantes dados a pedir y pedir al Estado del Bienestar. Pues nada. A la gente le va la marcha del recibo del Ocaso (los más jóvenes no sabrán de qué hablo), y se ve que manda el pensamiento antitético: [entierro/incineración] o [por la Iglesia/por lo civil] igual que estamos viendo, hoy 14 de abril, la antítesis monarquía o república. ELTeNDeDeRo es más bien de pensamiento dialéctico, con tres elementos (en lugar de dos: tesis, antítesis, síntesis), para el caso: la muerte sin cadáver y a cargo del sistema de salud; y la familia que quiera pompas fúnebres, allá que las contrate y pague de su bolsillo (al Ocaso, pues), y déjenme que yo me extinga en mi habitación 379 sin que nada ni nadie me saque, ya cadáver, de paseo. La última secuencia de la crisis, esos ataúdes de aquí para allá, ese invertir en el cadáver tiempo y esfuerzo y dinero, es tan de pésimo gusto como señal de una sociedad rocosa que nunca se va a emancipar. Puedo decir que desde eLTeNDeDeRo alguien lo ha intentado, sin caer en los diarios tipo Ana Frank (condenados desde el principio al solipsismo) ni en flases ni en gracietas escapistas hacia la nada. El tema era el tema. Y la ocasión de pensar y discutir, maravillosa.
supositorio 7
Aplausos al atardecer:
–¡Lástima grande que no haya sido verdad tanta belleza!
(Bartolomé Leonardo de Argensola)
supositorio 8
Queden ustedes con este otro soneto que nos trae desde Fuenteheridos, patria querida, José Luis Macías Rico y titulado Covid diecinueve:
Un virus coronado de corona corona nuestros ayes y desvelos y nos deja tirados por los suelos, nos enferma, destempla y arrincona.
Y ya hartos de volar, nos corta el vuelo, aísla en jaula y urde una encerrona con tal que no seamos ya persona, más bien un triste perdigón al celo.
Por volver a las calles, qué daría, yo pasar silencioso entre las gentes que, por no dar, ni dan los buenos días.
O pisar esos charcos inclementes de gentío, afluencia, algarabía y allá irme yo riendo incontingente.[1]
[1] José Luis Macías Rico. Calamonte (Badajoz) 1955 / Fuenteheridos (Sierra de Huelva). Maestro de Compensatoria por tierras de Extremadura, Castilla y León y Andalucía. Poemas sueltos en revistas: La Esquina y Crecida (Ayamonte), La Luna (Mérida), Poetas noveles de la Asociación Generación del 27 (Málaga), Sin Embargo (Sevilla), Diputación de Huelva. Libros de poemas: Otras vías que el diablo arguye, sabio (2008) Flor de Pedradas Lunares (2017) y De frutas, virutas y cicutas (en prensa). Como pueden ver, solo por los títulos, algo distinto a tanta fraseología y a tanta poesía (¿?) que no dice absolutamente nada.
Moldes de plomo para hacer supositorios. Foto Wikipedia.
Despedimos a Antonio Delgado Cabeza, quien a partir de ahora se independiza de [eLSoBReHiLaDo] para montársela por su cuenta en su propia red. Son tres relatos cortos, cortísimos, que dicen del confinamiento lo que no dicen los telediarios. Gloria a Antonio y gloria a quienes sus palabras nos dejaron para que las leamos por las mismas maquinitas que tienen enganchadas a las criaturas de que tanto nos quejamos. Larga vida en html. Queden ustedes con
Por mayo de 2015, y en la caseta de Ediciones En Huida, Plaza Nueva 1, me tocó presentar, actuando yo como Daniel Lebrato, Los oficios del no, epílogo a lo que había sido Tinta de Calamar, publicado en octubre por Ediciones En Huida, y que aquel mayo se alojaría en el programa de la Feria del Libro de Sevilla.
Los oficios del no era la reflexión que el escritor se hacía sintiéndose parte de la mendicidad, la venta callejera o la bohemia que en el centro de Sevilla pide su aquiescencia al paseante. Reflexión premonitoria, pues si firmé algún libro –Martín Lucía se acordará– no lo recuerdo.
Si rememoro los oficios del no es porque en este país de ¡Mucha, mucha, Policía [pulisía]! y Guardia Civil, mucha Jupol (Justicia Policial) y mucho sindicato profesional de fuerzas y cuerpos de seguridad (Cataluña muy presente, por la unidad de España, y Eta, ni con lejía, por las víctimas del terrorismo) el personal de tropa (no de academia ni de guardiamarinas) olvida que esos cuerpos se nutren de estudiantes de los de ¡fuera estudiao! que se creen que su orden público es fundamento de nuestra democracia y, encima, se quejan.
Cuando yo despachaba en tutoría con algún alumno, hombre o mujer, interesado en los cuerpos uniformados como salida profesional, siempre les dije:
–Si la ciudad es como un colegio, la labor de policía es de vigilante del recreo, a favor de la gente, hacedlo bien. Pero el ejército consiste en matar o en no hacer nada y, en todo caso, en obedecer órdenes que las más de las veces se vuelven contra la propia gente.
No podemos amar los cuerpos uniformados porque no podemos aislarlos del Estado o del Gobierno, del Rey o de la Constitución que dicen tener por encima. Demasiadas órdenes para estar siempre ¡A sus órdenes! Demasiada patria para quienes dicen darlo ¡Todo por la patria!
El diablo está en Cantillana es una historia del siglo 14 llevada al teatro por Luis Vélez de Guevara en 1620. El protagonista fue un poderoso de tan cruel y legendaria fama, que el propio diablo no se atrevía a entrar en la ciudad de Sevilla –fueran a gastarle un ajuste de cuentas– y había que ir hasta Cantillana, donde despachaba asuntos de gobierno o de palacio que serían de su incumbencia.
Muy recientemente se ha multiplicado el diablo por todas partes. Asociaciones de víctimas del ateísmo han visto o creído ver al diablo en los carnavales de Cádiz: chirigota Aquí estamos de paso, donde el paso eran pasos de Semana Santa; en la aldea del Rocío, donde un grupo en fin de año se atrevió a imitar el paso de la Virgen del Rocío; y, entre una y otra burla, en Segovia, donde el diablo que habita el acueducto se ha visto a punto de desahucio por ofender el sentimiento religioso.
Quédense con estas páginas que ilustrarán la seria posibilidad de que Diego Vaya, profesor y poeta sevillano, haya tenido algo que ver con estas idas y venidas del diablo a la noticia o a tribunales (que viene de tribu),
seguidas de otras no menos sustanciosas de leer este febrero endiablado:
[1] Sincronía y diacronía, espacio y tiempo, el artista o escritor, hombre o mujer, se sabe en rivalidad y competición con sus coetáneos (alguien dirá ‘contemporáneos’) y en rivalidad y competición consigo mismo y con el libro de texto, a donde pasará o no. Hablamos de dos ejes. Un eje horizontal, que corresponde al éxito en vida, y un eje vertical, que es la posteridad. Para el arte son tradición y originalidad (Pedro Salinas, Borges) y, para el artista, ir o no de artista por la vida.
¿Qué calla el artista Siglo 21? Que igual que no hay reyes por la gracia de Dios, desde que Dios ha muerto, mucho antes de Nietzsche, tampoco hay artistas. Al presente, Dios y artista merecen la misma reverencia o caricatura que señorías o jueces con toga o con peluca. Sin embargo, Dios existe, calla el artista, para que unos vayan a la mina o al andamio y yo, el poeta, a mis musas. El ‘genio’ es una impostura de siglos, que nos ha convencido de que Dante, Miguel Ángel o Velázquez eran artistas, para convencernos, de paso, de poderes políticos constituidos. Caído el Muro de Berlín, pendiente quedan verdaderos muros que no han caído y, el primero, el muro que significa la división social del trabajo, eso que –se active o no por presiones sociales– se llama lucha de clases. El bienestar económico, ecológico, sostenible, compatible o elegetebeí, con todo eso que se tiene por cultura y civilización, no son más que arcaísmo o tentempié de un sistema feudo capitalista superado no superado. Disuelta la conciencia proletaria, la partida se juega, no entre izquierdas y derechas, no entre apocalípticos e integrados: entre quienes viven mal y entre quienes viven bien: suyo es el reino, artistas o literatos con ánimo de lucro y éxito para vivir del cuento que se cuentan y quieren contarnos.
[eLTeNDeDeRo] les ofrece dos interesantes extremos de relaciones arte artista. Uno les propone un viaje a la palabra ‘capotina’: Entrevista capotina, a favor del artista. (Parte de la altura del intelectual consiste en la bajura, la ignorancia ajena.) Y otro extremo, a favor del arte, les invita a un duelo del Oeste hecho poema cincuenta y tantos años después de su inventor protagonista, y en relación a los concursos literarios que se convocan. Quédense con Diego Vaya, prólogo‑epílogo, y verán un éxito –al margen de la antigua imprenta, de la obsoleta librería o del decaído circuito– de quien quizá alcance luces post tenebras en el paseo de la fama. Diego Vaya.
[1]fama, como ‘posteridad’ y en el sentido de la ‘vida de la fama’ de Manrique: «Aquí yace el hombre, que vivo sigue el nombre.» Sinónimos de éxito son triunfo, auge, aplauso, celebridad. Y sinónimos de fama, no los concursos de salto a la fama y en busca del éxito, sino continuidad, memoria, constancia, o permanencia; diríamos también historia o libro de texto.
Volvía yo anoche de la ciudad vacía (vacío hay que decir del centro de Sevilla de multitudes reas o camellas de bolsas navideñas) cuando me asaltó una sombra:
–¡He!, Daniel.
–¡He!, Eliacer -respondí al paso.
Fue por la calle El Silencio (por la Hermandad del Silencio que la habita) entre naranjos, prisas y negruras, y los dos seguimos en silencio la marea que nos llevaba por la acera sin detenernos. Comenté a Pilar, de mi brazo, cómplice en [eLSoBReHiLaDo]:
–Era Eliacer Cansino y me quería.
El endecasílabo me vino de un soneto de Luis Alberto de Cuenca, de pronto dedicado a nuestro sobrehilante Eliacer Cansino, el de Yo, Robinsón Sánchez, habiendo naufragado, y el ponente de un método infalible para destruir la Torre Eiffel, la Navidad y todo a lo que le sobre vanidad o le falte algún tornillo. Este es el soneto de Luis Alberto de Cuenca:
El editor Francisco Arellano, disfrazado de
Humprey Bogart, tranquiliza al poeta en un
momento de ansiedad, recordándole un pasaje
de Píndaro, Pípticas VIII 96
Sin mujer, sin amigos, sin dinero, loco por una loca bailarina, me encontraba yo anoche en una esquina que se dobla y conduce al matadero.
Se reflejó una luz en el letrero de la calle, testigo de mi ruina, y de un coche surgió una gabardina y los ojos de un tipo con sombrero.
Se acercaba, venía a hablar conmigo. Mi aburrido dolor le interesaba. Con tal de que no fuese un policía…
«Somos el sueño de una sombra, amigo», me dijo. Y era Bogart, y me amaba; y era Paco Arellano, y me quería.
Las nueve sílabas de “editor Francisco Arellano” son las nueve de “narrador Eliacer Cansino” y en el último verso cuadraba “y era Eliacer Cansino, y me quería”.
Se llama pretexto, intertexto, paráfrasis o glosa (yo prefiero glosa) a este recurso a texto ajeno donde insertar un texto nuevo. Es como hacerse una foto en esas tramoyas de cartulina o carpintería donde el turista encaja el rostro al cuerpo dibujado de un guerrero medieval, de una bailarina o de un torero. Una especie de “Your name here”, para entendernos. El “Somos el sueño de una sombra”, de Píndaro, sirvió a Arellano, quien sirvió a Luis Alberto de Cuenca que a su vez me sirve a mí para decirle a Eliacer que, entre las multitudes y gracias a su prosa, yo lo quiero.
Aprendo del Guadalevín, que en la constancia se hace mayor, trïunfa. Y aunque a tus ojos mísero, mal- oliente souvenir de minolta y luces nunca usadas, no te asomes al balcón, no me mires o acaba- ré contigo igual que las ciudades que un río, un amor, orografía.
[ Hotel Reina Victoria ]
Rilke. Ronda
Fuera de la alfombra mágica celosa del pelo de tu abrigo, no titubeen tus pasos sobre la cera Álex, si a su delicia se deslizan pasillo adelante. Ve ahí la puerta y el pomo de otra noche de Ronda. Gíralo: te propongo no hablar del ángel del abismo ni del raro huésped de la doscientas ocho.
[ Ralie Rilque-Ronda ] ensayo sobre la fama
Al joven Rainer María le leen en Linz su porvenir, prefiere la leucemia y abandona la escuela militar de Mährisch, vuelve a Praga, publica Leben und Lieder con ayuda de tu madre, enamórate de Lou Andreas, dedícale el Diario Florentino, cágate en los muertos de Nietzsche, de Clara Westhoff, de Rodin, escribe Elegías a Duino, Sonetos a Orfeo, hazte un sitio en las enciclopedias, vete al Sur y que le den en Ronda, Málaga, tu nombre a una droguería, a un puesto de masa frita y calentita o a un puticlub, chimpa pumpa, ¿Ril qué?
Tomo prestadas de Pedro Cantero estas palabras: «A veces ignoramos el afecto que nos tiene gente que cruzamos en nuestras vidas. Anoche recibí una carta de la hija de Benito Moreno, músico y pintor sevillano, con estas fotos y un esbozo que su padre guardaba entre sus papeles. Muestra de generosidad de la hija que renueva el recuerdo del padre.»
Ayer recibí de Beatriz, hija de Christiane Decaillet y Benito Moreno, fotos del archivo de su padre que nos vienen destinadas a Pilar y a mí, de cuando estuvimos compartiendo en Fuenteheridos el verano de 1999 (qué nombre tan bonito para un año: 1999). Pendiente de que más personas que salen en esas fotos autoricen su publicación en [eLTeNDeDeRo], doy a ustedes Daniel Lebrato en pentagrama o partitura, por Benito Moreno, una de las doce fotos que nos pasa Beatriz con esta nota: «Os las mando para que sigamos estando juntos, dándonos cariño».
Daniel Lebrato en pentagrama o partitura, foto Benito Moreno, éte 1999
Dorso de la foto, letra de BM
De paso, les recuerdo las tres entradas que al día de hoy le tiene dedicadas a Benito Moreno la revista [eLSoBReHiLaDo]. Son estas:
Tres empresas poéticas de José Antonio Moreno Jurado. Introducción y notas de Daniel Lebrato. Las dos cumbres poéticas e intelectuales que escaló JAMJ el mismo año 1979 son apasionantes para la historia de la impostura literaria: Fedro, Poemas (traducción, prólogo y notas de J. A. Moreno Jurado), supuesta obra de Platón o su heterónimo, y la Sextina libelada, diatriba contra escritores, más de género, cuanto más anónima. Léanlo completo (20 minutos) en FEDROS, FABIOS Y ALBATROS en [eLSoBReHiLaDo].
La Casa de los Artistas, San Juan de la Palma, Sevilla. Óleo original de Benito Moreno.
Al transcribir yo ahora, ni dos meses después de Benito Moreno muerto, el que fue su último disco, Me han quitado lo bailado, de 1999, casi me horrorizo cuando caigo en la cuenta de que el óleo de contraportada del librito y de la disquetera representa, por su mano pintada al óleo, la fachada de la Casa de los Artistas, donde al amanecer del martes 8 de mayo de este año moriría nuestro amigo. Hay coincidencias u obsesiones, y quizás todo estaba en el plan de este hombre, quien se fue porque tenía que irse, porque no podía más, porque estaba muy malito, como dice en una de sus letras.
En lo personal, el fin de curso que he tenido es como si Benito Moreno junto a Carlos Wamba y con mi madre Pepita Martínez, que también se han ido, por tres se hubieran conjurado para alimentar mi ponencia sobre La muerte y la literatura, que me encargó Sebastián Martín Recio para cursillistas profesionales de cuidados paliativos. No hay cuidados paliativos que valgan. Hay muerte y solo muerte. Nos creemos que la vida es lo que va de paréntesis a paréntesis (1940-2018, en el caso de Benito), y no. La vida es lo que va desde el principio de los tiempos hasta el final de los tiempos. Somos esa línea continua de cadáveres y cadáveres (diría Quevedo: presentes sucesiones de difuntos), algunos más clásicos que otros, más dignos de veneración o de recuerdo, y lo que nos parece normal (despertar, desayunar, ver qué hacemos) no es más que una excepción transitoria. Los paréntesis tendríamos que escribirlos convexos hacia fuera: Benito Moreno )Sevilla, 1940-2018( .
Alguien como él no merecía perder la mujer, perder un pulmón, sufrir del riñón o extraviar la cabeza. No merecía la sillita de ruedas por muy eléctrica que fuese ni merecía la residencia de mayores que acabó siendo, oh paradoja, la Casa de los Artistas. Hoy publico las letras y las fotografías del título desencantado, Me han quitado lo bailado, que tuve el honor de prologar. Él y yo habíamos tenido que ir a la Sierra de Huelva para hacernos amigos. La mediación fue de nuestro común Quique López Medrano durante el mes de agosto de 1.99… en la casa que tenían alquilada para pasar el verano Benito y Christianne y familia Moreno Decaillet. Fue en Valdelama, Fuenteheridos. En Galaroza estaban Gualberto García Pérez, el de Smash, y su mujer Emilia. Pilar y yo teníamos casa en Fuenteheridos, La Maga, en Álamo 5, casa a la que Gualberto sacó una canción, le puso música, y con ese nombre para nosotros mítico: La Maga.
Cuando años más tarde Benito encaró la que sería su última cantautoría, me encargó a mí, muy crítico con la parte Bécquer de su repertorio, las palabras para el librito. Yo corregí además a bulto redondo las letras que él me pasó. Luego no fueron exactamente las mismas letras que dejó grabadas. Nada grave. Todo lo transcribo y lo pongo al día. Si quieren oírlo y escucharlo, nada más tienen que seguir este enlace a Me han quitado lo bailado, letra y música en [eLSoBReHiLaDo]. Daniel Lebrato, 30 de junio de 2018.
En esta primavera terrible se nos ha ido Carlos Wamba. [eLSoBReHiLaDo] publica una página con el último poema, involuntaria aportación del vitalista Carlos Wamba a La Muerte y la Literatura, ciclo que se verá en la UPO el próximo día 22.