Etiqueta: Padilla Libros

Navegación a vela, de Juan Gómez Macías

En imagen, Juan Gómez Macías, segundo por la derecha en dirección escalera ascendente,
por encima de José Antonio Moreno Jurado y por debajo de Pedro Cantero.
La foto en librería Padilla Libros, calle Laraña, para Diario de Sevilla, 08/03/2021.



Escrito en Tinta de calamar, 691.

«La Guinness World Records asegura que su organización surgió un día de 1951, cuando Hugh Beaver, director ejecutivo de cervezas Guinness, estaba de caza debatiendo con sus colegas qué pájaro volaba más rápido, si el chorlito o el urogallo. Se le ocurrió entonces que un libro que proporcionara la respuesta a este tipo de preguntas podría llegar a ser muy popular. Lo de los récords vino enseguida. De la curiosidad a las cifras no hay más que un paso. Para el Libro Guinness, Daniel Lebrato y Pilar Villalobos organizaron el miércoles 7 de marzo de 2001 una presentación única en su género. Su editorial, El Sobrehilado, publicaba aquel día, que llovía, doce libros a la vez. Doce por doce, doce títulos presentados por sus autores a la prensa en la escalera de Jacob de Librería Padilla, en la calle Laraña, y al público en general aquella misma noche en La Carbonería. Los Doce por doce eran Carmelo Guillén Acosta, Eliacer Cansino, Elías Hacha, J.J. Díaz Trillo, José Antonio Moreno Jurado, José María Delgado, Juan Cobos Wilkins, Juan Gómez Macías, Juan José Espinosa Vargas, Juan José Téllez, Miguel Florián y Pedro A. Cantero, Antao da Rocha. Para hacer el 13, seis Alimañas de Buly. ¶ Toro. Manda el artista. Cabras, vacas, bisontas, búfalas disputan sus afectos contra los mayorales que aprecian lo esencial: macho. Y él mientras tanto sueña con la marisma y con ser actor de crucigramas. Antílope africano. Dos letras. Ñu.»


Veinte años después es para [eLTeNDeDeRo] un placer y un honor lanzar y compartir Navegación a vela, curioso y delicado libro, labores de poesía y de acuarela de Juan Gómez Macías, quien fue uno de los doce de 12×12 en la edición elSobreHilado 2001.

Este es el enlace:

Juan Gómez Macías, Navegación a vela, eSHº, 2001

o pegue este parche: https://elsobrehilado.blogspot.com/2021/06/juan-gomez-macias-navegacion-vela-el.html

El montaje está hecho con ánimo de lectura como literatura de bolsillo en cualquier dispositivo móvil que llevéis a las vacaciones o al descanso en el trabajo. La página está montada con ilustraciones sensibles al tacto. Pulsar en ellas significa abrir imagen en pantalla completa y en la orientación que se tenga predeterminada. © Citas, envíos o reproducciones citando siempre: © Juan Gómez Macías, Navegación a vela


Otras publicaciones de elSobreHilado:

pedro a. cantero (edit) antão da rocha, Relicario

Buly, Alimañas


También disponibles fuera de colección

Daniel Lebrato, Historias del sobre hilado

Jose Marrodán, Via Crucis (Gambrinus) parte de lo que fue

El bebedor de cerveza (literatura de chiringuito)

Miguel Florián, Doxografía

Edgar Allan Poe, La señora Zenobia


© eLSoBReHiLado en eLTeNDeDeRo 2021

reprografía realizada en RR Copy, Sevilla, y Ofymar, Sanlúcar de Barrameda

EL LIBRO como impostura, amnesia y vanidad.

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Semana marcada por la muerte del librero José Manuel Padilla, último representante del mester de librería. La república del libro anda, con ello, vindicándose (a sí misma) frente a la que se nos viene encima: que toda biblioteca es sueño y, los libros, sueños son. El siglo 20 nos legó bibliómanos espléndidos y ratas de biblioteca que se dejaron las pestañas entre volúmenes, pasando por célebres servidores de biblioteca o librería. Pero nadie ignora que los libros matan como el tabaco (y debería advertirlo Sanidad) y que, sin religiones del libro sustentadoras de las monarquías, no hubiera habido ni Santa Inquisición ni santas Cruzadas ni guerras entre naciones que llegaron a durar cien años. También las Constituciones, como la de España 1978, son libro y, en su nombre, te prohíben o persiguen: miren, si no, a Cataluña.

Hay pocos libros libres (Quevedo) y hasta la verdad os hará libres (San Juan evangelista) se refería a la verdad de la fe escrita, no a la verdad que trae consigo el conocimiento a través de la razón y de la ciencia. Nuestro simple Cervantes ponderó las armas por encima de las letras, lo que faltaba: ejércitos, Constituciones y libros sagrados (nuevos y viejos Testamentos o Coranes). Y así está el mundo.

Solamente la vanidad de inéditos que se empeñan en ser éditos, junto a la confusión interesada entre lo viejo y lo nuevo (lo que fue acorde con su tiempo y lo que ya es arcaísmo), sigue dando vigencia al libro Gutenberg. Ese buen conversador que fue Padilla me hubiera acompañado en esta reflexión.


Día de las librerías.

Padilla por Fausto Martín fotógrafo 06 03 2003 (2)José Manuel Padilla Libros

Con motivo del Día de las librerías que hoy se celebra, nos informan de que el libro de papel resiste y sólo el cinco por ciento de las ventas son en formato electrónico. Lo que se reporta es un catálogo de obviedades: el libro de papel se toca, se manosea, se huele, etc. Nada que objetar, si no estuviera detrás del libro un negocio capitalista imposible de obviar, y éste en dos formas: ediciones a petición de la empresa editorial, distintas de las ediciones de autor o a costa del autor.

Para no pelear ni confundir, propongo distinguir

–primero, entre oferta y demanda: comunidad de autores y lectores: su divisoria sería el precio final y también en árboles para fabricar el papel, materia prima;

–segundo, entre libros nuevos y los que ya tenemos y los de viejo, objetos de coleccionismo, bibliomanía o bibliofilia.

Así filtrada la estadística, sabríamos de qué estamos hablando. Excuso decir el choque entre el altruismo de que hacen gala cultura, literatura y arte, y la industria a la que toda esa hermosura, supuestamente humanista, se acoge y se somete.

A mí, por mi bola de cristal me sale un único futuro para el libro, que no será de papel. De aquí a entonces, ¿la actitud personal ante la literatura en red o en pantalla? Entre apocalípticos o integrados, ustedes elijan.

enlace a Nacho Encabo, desde El Independiente

enlace a Padilla, el último Gutenberg


pompi(s). culo.

Álvaro Martín cagando 2018-12-16 at 17.07.01
Álvaro Martín escribiendo el guion para su Zafarrancho Vilima

Como hay lenguaje de catequesis, hay lenguaje de CACUTEPEPIS, acrónimo de caca, culo, teta, peo y pis, picardías de la infancia de las que huye la Iglesia. Eufemismo eclesial y algo cursi es pompis, palabra en español muy posterior a culo (1155) o nalga (1400), como demuestran las Gracias y desgracias del ojo del culo, de Quevedo, desde principios del 17 (1628), reeditadas por Padilla Libros (Sevilla, 1996), con prólogo y notas de Daniel Lebrato, quien se hace pasar por «maestro oculista».

pompis con ese o sin ese (como bajini o bajinis, nalga o nalgas) (pompi sin ese gana en internet y en Andalucía, 22 a 19) viene del latín pompa y no hay que confundirlo con otro latín pompa, ceremonia, que da pompas fúnebres.

El pompis de pompa procede de una máquina para elevar agua y, de ahí, ruido; la bomba de artillería vendría después. Hay pompas de jabón y antiguamente hacer pompa era ahuecar la falda para sentarse. Una Dissertatio theologica de pompis satanae (Disertación teológica sobre el pompis de Satanás) se publicó en Alemania en pleno siglo 18 (1758). Quien decía pompi no cagaba, hacía popó. Hablen bien, caguen a gusto, lávense con agua de bidé y no se limpien el culo con el diccionario.

gracias

ENLACE a Gracias y desgracias del ojo del culo, en Blogspot

Próximamente, POMPIS en Zafarrancho Vilima (enlace a audios Cadena Ser)


las manos (☞) (☜)

La buena educación prohibía señalar en público. Entre las personas maleducadas, se siguen llevando estas manos de dedo índice acusador o para advertir lo importante en un texto. Copie y pegue estas manos (☞) (☜). Resisten el lenguaje html. También, recomendables y resistentes, estas viejas marcas tipográficas:

( Ω ) ( ¶ ) ( § )

Quien más sabe de tipografía
no sabe tanto
como sabe Padilla.

Padilla Libros.

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*

breve historia de un cuadro.

óleo de Rafael Moya

Quedamos un miércoles de noviembre. Con el cambio de horario al de invierno, yo había vuelto a Sevilla tras medio año en Sanlúcar de Barrameda. Mediodía en los veladores al sol del bar La Espumosa, Marqués del Nervión, 116. Nos echamos un par de cruzcampos heladas y unas manzanillas. Rafael me había dado, en su bolsa, su regalo sorpresa: un óleo 20 x 20 cm, algo más con su marco plateado. Allí estaba la curvatura del círculo, cuadratura también: una cara‑culo o un culo‑cara donde la nariz era el ojete en la instantánea de un peíto (palabra de Rafael); una lengua pintada y femenina por boca, lentes quevedos, mostacho y perilla en circunferencia con ojos de mujer: todo intencionadamente ambiguo. También yo estoy en el cuadro: me pasa por mi cráneo pelado y por mis gafitas redondas: Lebrato y Quevedo, macho y hembra, escatología y placer, todo allí. De La Espumosa, nos fuimos a comer a Trashumante en Juan de Mata Carriazo, 4, San Bernardo. Ravioli, canelón de puerro, presa ibérica, revuelto de morcilla, ensaladilla de pulpo, tinto Entrechuelos de la Tierra de Cádiz, 2 cañas y un agua grande más chupito de la casa: 49,60 en total. La sobremesa la hicimos en el Bar Nuria, todo un clásico. Le tocaba pagar a Rafael: ¿Qué quieres tomar? –Tónica, empecé a decir con intención de “con mucho hielo y limón”, pero Rafael se anticipó: –Con ginebra. Me dejé llevar (no frecuento el género) y nos pusimos ciegos de gintónics a base de Bombay Sapphire, Nordic, bayas de enebro, lima, cardamomo: un experto mi primo en una especialidad que yo no le conocía, y nos pusimos tanto que, a la hora de irnos, ya pagamos a medias. Pasaban las ocho de la tarde noche; como sobremesa, ya estaba bien. Nos sonaban los teléfonos, de nuestras respectivas, y había que coger las bicis sin que se notara nuestro estado ‘positivo’. Rafael vive al lado del Nuria pero yo tenía que volver hasta San Lorenzo de modo que él, preocupado y maternal, me hizo darle un toque en cuanto llegara a casa. La foto whatsapp, yo en mi portal, fue a las 20:30 de aquel miércoles 8 de noviembre, hace justo una semana. Hoy día 15 el ojo de Rafael descansa en paz en su sitio natural, la librería Padilla de Sevilla, Trajano, 18, donde en 1996 vio luz de imprenta la primera edición de las Gracias y desgracias del ojo del culo de don Francisco de Quevedo, edición que Padilla tuvo la feliz idea de encomendar a Daniel Lebrato, maestro oculista. Lo que sigue en fotos es la secuencia de los diferentes sitios que ha ido buscando el cuadrito hasta acabar en Padilla empezando por la taza del váter, y ahí en diálogo con el bidé, que uno es muy limpio; luego en el salón, primero en coloquio con Monstruo, de Buly, mi mascota, después con Toro Grafito, de Aitor Lara, y por último en el escaparate de Padilla donde, entre libros, se le ve al cuadro tan a gusto. # Me falta añadir que Rafael es doctor y que el Ojo del culo debe su éxito, en gran parte, a colegios y simposios médicos, particularmente de medicina interna, que entre sí el libro se lo regalan o usan como objeto de protocolo. También, que a la mitad de este viaje que dura ya veinte años, la moraleja del culo se cebó con el mío, que me vi operado de cáncer de colon y desde entonces cuido mi tercer ojo con especial cariño. Pueden leerlo en De colon a columna junto al corto Hablando en fermo (como si fuera en serio, de 1:13 minutos). Gracias, y no desgracias, a Padilla Libros y a Rafael Moya Santana.

Daniel Lebrato, 15/11/2017.


enlaces:  fotos del cuadro de RM,
De colon a columnallámenle poesía,
Hablando en fermo, se supone película.


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Rafael Moya Oja del culo 12

intrusismo en la Feria del Libro.

Daniel Lebrato firmando ejemplares ajenos en la feria del libro foto Pepe Morán 19 05 2017.jpg

La Policía Nacional ha detectado un nuevo tipo delictivo en ferias del libro: el supuesto autor que, haciéndose pasar por otro, se cuela en las casetas para firmar libros que no son suyos.

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Posado de Padilla hijo y el espontáneo.

–Creemos que se trata del típico envidiosillo que quiere llamar la atención porque no tiene estreno editorial ni hueco en el cartel -declaran con indignación desde la Feria del Libro de Sevilla.

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En la imagen, el intruso firmando ejemplares de José Antonio Moreno Jurado. A la derecha, la víctima del engaño, Rafa Iglesias. (Fotos Pepe Morán.)

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Bécquer y Camarón, por Benito Moreno

Camarón por Benito Moreno
Camarón de la Isla, por Benito Moreno


BÉCQUER Y CAMARÓN POR BENITO MORENO

En Sevilla y dentro del reciente Homenaje a Bécquer, al cumplirse los 180 años de su nacimiento, se echó en falta a Benito Moreno (n. 1940), pintor y cantautor sevillano que en 1980 se atrevió a meter algunas rimas de Bécquer por canciones y sevillanas. Es verdad que Benito ya no da recitales, pero acude a donde lo invitan, se deja querer cuando lo quieren y está en edad, sin el pretexto de Bécquer, de recibir atenciones y reconocimientos de su ciudad.

Benito Moreno

Lo más escuchado de Benito es Ra, ra, ra, canción de los lobitos que marcan y ganan una pasta a costa de los borreguitos hinchas, tema que José Ramón de la Morena fichó como sintonía para su programa El Larguero en la Ser. Ironías del arte y del fútbol. El último disco de Benito se llama Mis sombras completas (2010).

Benito Moreno, Josele, Máximo y Meli, en Librería Padilla.jpg
Benito, Josele, Máximo y Meli Moreno en Librería Padilla

Una muestra permanente de su obra pictórica o gráfica se deja ver cualquier día en librería Padilla, ahora en Trajano 18, y pinchando aquí. Pasen y vean y, cuando puedan, pónganse los cascos.


–Benito Moreno, Rimas. Cara A. (15’ 55’’) y Rimas. Cara B. (16’ 10’’), comentadas y subidas por Miguel Ángel Alcedo Letrán a su canal de Youtube.

–Benito Moreno, Me han quitado lo bailado (1999), disco donde se demuestra con canciones grandes cómo Benito Moreno es a Sevilla lo que Carlos Cano fue a Granada.

Página oficial de Benito Moreno.

Biografía de Benito Moreno en Música para nostálgicos.


 

LOS LIBROS

TdC Daniel Lebrato La Carbonería 16 10 2014 foto Cristina Montoro (3)

LOS LIBROS

Los libros son una superstición y, quizás, la peor: que hay que leerlos. Si te cae encima una gran mentira o una gran pamplina, pide que no te venga encuadernada. Libros son los de texto y los libros sagrados, repertorio de las barbaridades de donde venimos. Los libros ni son buenos ni son malos. Sirven de adorno, para afirmar la pata de un mueble cojo, tapar un desconchón, arder en la chimenea o para hacer pesas. Sirven también como testigos de que hubo una vez alguien que concibió la gloria. Porque quien escribe pretende añadir un renglón o un solo verso al gran libro de la creación, lo cual es una forma de creer en Dios. Guarden los libros. Un libro, con sus pastas, con su lomo, con su peso, con su volumen, con sus páginas de respeto y con la firma allí puesta: es como una Capilla Sixtina que no nos cabe en la cabeza y, sin embargo, nos cabe. El dedo de Adán como el dedo de ET. Lo que los hombres llamaron la cultura.

José Antonio Moreno Jurado

JAMJ

JOSÉ ANTONIO MORENO JURADO

SEXTINA LIBELADA EN ELSOBREHILADO

 


PALABRAS PARA FEDRO,

de José Antonio Moreno Jurado,

editado por La Isla de Siltolá
y presentado en la Casa del Libro de Sevilla
el jueves 15 de enero de 2015
por Alberto Guallart y Daniel Lebrato,
con Pilar Villalobos y Jose Marrodán.

PLAZA DE LA ENCARNACIÓN

          Cada uno es Cernuda como Dios le ayuda
Daniel Lebrato

Esto que van Padilla y José Antonio
calle Laraña arriba (eso fue el curso
79 y esto es un soneto):
–Ese que ves ahí también escribe.
–Y aquel, y aquel, y el otro, el de la moto:
la ciudad de la gracia o la desgracia
de estos a dedo y ego condenados.
–Si por mi casa pasan con sus gracias,
se las publico, y punto, y de eso vivo.
–Tú, sí, José Manuel, a mí me matan.
–Ven por aquí, que vamos a la plaza
por papeles de estraza y un pirulo
de versos fritos calentitos. –Vamos.
–Y gracias y desgracias: ¡las del culo!
Y luego, en estrambote,
caló el Moreno, requirió el Jurado,
miró al mercado y dijo al hombre: –Póngame
cuarto y mitad de Fedro libelado.



 

FEDRO COMO EL ALBATROS

          Ses ailes de géant l’empêchent de marcher
Charles Baudelaire

Bajaban de la acrópolis turistas
de dos en dos, en grupo, gente sola.
Traían con el sol en los talones
sus cámaras cargadas de cultura
y democracia. Esto que ven será
‑dijo la guía‑ espejo del futuro:
aquí estudió Protágoras con Sócrates,
aquí fue el Siglo Quinto; aquí, el Banquete
–hoy, musgo y lagartija y una sombra
que desenfoca fotos y elegías:
la explotación del hombre por el hombre.
Y Fedro, el descreído,
duda, como el albatros, de sus alas:
si es él ‑no un dios‑ el que hasta el mundo baja.


 

SEXTINA LIBELADA
de José Antonio Moreno Jurado

Mira, Fabio, la rima e las ideas
atendamos de un viejo et subtil monje
que, mensurando la alma del poeta
a fuer de cierta alquimia, de su boca
sacó et su alambique esta receta.
Fuese del año mil. Fuese en Sevilla.

Parió, pues, la cibdad, venal Sevilla,
babamonstruos del diablo en su receta.
Son cornudos corsarios que en la boca,
por parecer que tienen de poeta,
vomitan la maldad que face al monje
mudar por los conventos las ideas.

Poetastros et locas sen ideas
que más parecen sapos. Cierto monje
les cuece los laureles de poeta
et van ansí diciendo por su boca
versillos de almidón et la receta
la venden por las calles de Sevilla.

Truhanes parlanchines en Sevilla
con aguachirle escrito en la receta.
Parnaso sevillano que de boca
prostituye la luz et de poeta
sólo viste la saya de algún monje,
mas non virtud, empero, nin ideas.

Non es de puridad, pues las ideas
aprendieron dormidas, como el monje
que se durmió leyendo a algún poeta
de la latinidad. Después la boca
–¡cuán fácil ser pastiche o ser poeta!–
llaman fibras e esencias de Sevilla.

Mas todos a la postre, ay Sevilla,
tal el falso doctor, te dan receta
de cómo, sin amarvos, et por boca
et non por corazón, serás poeta.
Ansí alcanzan la mala fe del monje
et la poca visión en las ideas.

Saca, Fabio, del monje la receta:
adula con tu boca et tus ideas
si quieres, en Sevilla, ser poeta.