Etiqueta: religión

icononoclasias.

DL estatua

Se llama icononoclastia o icononoclasia a la actitud o doctrina contraria a las representaciones de iconos, de imágenes (en principio, de Dios, pero extensible a todo tipo de prácticas figurativas).[1] En sentido amplio, icono es un ídolo, un símbolo, un modelo que admite ser imitado (los Rolling, del rock; Michael Jackson, del pop) e iconoclasta, lo contrario: algo o alguien que rompe esquemas. El último movimiento iconoclasta está dándose contra las estatuas de personajes reconocidos como esclavistas; anti racismo alimentado por el asesinato de George Floyd, antes o después, descendiente de esclavos.

A esta furia iconoclasta habría que recordarle que arremeter contra las estatuas puede estar muy bien pero, a la corta, responde a fanatismos culturales y, a la larga, desvía el foco de atención de la cuestión palpitante: si se puede releer la Historia con ojos y perspectiva de siglo 21… algo que lleva años haciendo el feminismo revisionista (que opera por presencia/ausencia de mujeres a lo largo de los siglos), y que, en cualquier campo, configura lo políticamente correcto y expande esa corrección a tiempos pasados que ya no se pueden modificar. Derribar una estatua de Colón o estigmatizar Lo que el viento se llevó, puede dar cuenta de un totalitarismo demócrata y buenista que ya podría mostrarse más rebelde con causa contra cuerpos de policía que, en Usa como en España, abusan de nuestra vida.

Otra variante de idolatría nos lleva al calendario de fiestas de primavera de Sevilla, fuertemente icónicas: Semana Santa, Feria, Toros, Rocío y hasta el mismo Corpus (fiesta en principio abstracta hasta que en la Catedral se hizo custodia). El estado de alarma ha demostrado a idófilos y a idófobos que se puede vivir, y se vive y se muere, sin fiesta ninguna. Hermandades, sociedades de casetas, rocieras, o aficiones taurinas y futboleras deberían aprovechar la ocasión para bajar sus humos y sus orgullos: su devoción o alegría no pueden, el año que viene, presumir ya tanto ni pasar por imprescindibles.

[1] El diccionario que distingue Dios, dios, dioses, icono, ídolo, fetiche, etcétera, lo hace desde una teología nacional católica que se empeña en distinguir lo auténtico (la religión verdadera) de lo falso. Lógicamente, el pensamiento laico no debe entrar en teológicas disquisiciones. Hablamos de símbolos o alegorías sin distinguir la sagrada imagen de un Señor del Gran Poder, del fetiche de psiquiatra o de vudú.


foto portada: idiota haciendo la estatua, colección propia.

El diablo está en todas partes.

diablillo del acueducto de segovia
revista de prensa para una quincena endiablada

El diablo está en Cantillana es una historia del siglo 14 llevada al teatro por Luis Vélez de Guevara en 1620. El protagonista fue un poderoso de tan cruel y legendaria fama, que el propio diablo no se atrevía a entrar en la ciudad de Sevilla –fueran a gastarle un ajuste de cuentas– y había que ir hasta Cantillana, donde despachaba asuntos de gobierno o de palacio que serían de su incumbencia.

Muy recientemente se ha multiplicado el diablo por todas partes. Asociaciones de víctimas del ateísmo han visto o creído ver al diablo en los carnavales de Cádiz: chirigota Aquí estamos de paso, donde el paso eran pasos de Semana Santa; en la aldea del Rocío, donde un grupo en fin de año se atrevió a imitar el paso de la Virgen del Rocío; y, entre una y otra burla, en Segovia, donde el diablo que habita el acueducto se ha visto a punto de desahucio por ofender el sentimiento religioso.

Quédense con estas páginas que ilustrarán la seria posibilidad de que Diego Vaya, profesor y poeta sevillano, haya tenido algo que ver con estas idas y venidas del diablo a la noticia o a tribunales (que viene de tribu),

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seguidas de otras no menos sustanciosas de leer este febrero endiablado:

El poeta sevillano Diego Vaya recibe el Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma de Nava (El Norte de Castilla)

Diego Vaya, prólogo‑epílogo (con un cameo de Daniel Lebrato)

El diablillo seguirá junto al Acueducto de Segovia por concluir el juez que no ataca la libertad religiosa. Un juzgado rechaza el recurso de una asociación de vecinos de la ciudad al determinar que no hiere el sentimiento religioso y prevalece la libertad de creación artística.

La parodia de la procesión de la Virgen del Rocío puede salir cara a sus autores. Independientes por Almonte anuncia que denunciará por profanación de lugar sagrado y ofensa a los sentimientos religiosos al grupo que protagoniza la escena grabada en Nochevieja (ABC)

De una pared sevillana a meme internacional: “emosido engañado” (Verne El País) + El meme viral “Emosido engañado” se fraguó en Alcalá de Guadaíra (Diario de Sevilla)

Acció Cultural pide en el Congreso que al valenciano se le llame catalán (Las Provincias)

La increíble historia detrás de El Cristo de Kennedy | Diostuitero ha visitado Granada y nos cuenta la historia de uno de los cuadros más fascinantes que hay en la Alhambra. @diostuitero

Goodreads: la red social que mató al crítico literario (El Mundo)

La cara B de la movida madrileña: pijerío, machismo y postureo (Esquire)

Fariña Poética: mafias, corrupción e indiscreciones de la vida poética en España (Antonio Orihuela en Portal de Andalucía)

diablillo del acueducto de segovia

remanso de pescadores.

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No digan ora pro nobis, que no es ora, que es orilla, orilla de pescadores. Del Río Remanso Valerio, Alta Argentina, tenemos La oración del remanso, canción del año 85 del cantautor santafesino Jorge Fandermole (n 1965), oración que han cantado, además, un sinfín de Mercedes Sosa, Liliana Navarro, Diego Amador, Silvia Pérez Cruz o Rita Payés (n 1999, no se la pierdan). Informa la Wiki que el Cristo de los Pescadores existe como devoción y cofradía en Cabo de Palos, Murcia, España, y es lógico que la devoción del gremio se inventara ese Cristo –no Señor– pareja masculina de la Virgen del Carmen.

El Cristo de los pescadores me hace pensar en la Virgen de la Viga que hay en mi plaza de San Antonio, San Lorenzo, Sevilla, barrio que un tiempo fue sede de talleres de carpintería y se ve que alguien se inventó ese culto a la Virgen de la Viga como protectora frente a la termita y a las inundaciones, próximo el río Guadalquivir.

Por mucho que uno esté lejos de la experiencia religiosa, por mucho reparo a clerecías que prevarican en nombre de Dios, siempre me ha emocionado la religión natural de la pobre gente que mira al cielo –al techo para que no se le caiga la casa encima o al agua para que el agua, como dice la oración, le dé sus dones–, religiosidad que nos redime con el duro corazón de los hombres varones que, no pudiendo ser libres, se conforman con ser felices. Yo voy con ellos.

Enlace al sitio río remanso.

Foto portada: página ElBaqueano



las cosas y las personas: notas de economía afectiva.

Corre por ahí un frasazo que dice: «Las personas fueron creadas para ser amadas y las cosas fueron hechas para ser usadas. La razón por la que el mundo está en caos es porque estamos amando las cosas y usando a las personas.»

Sin entrar en ese plural pleonástico de “estamos amando” (¿Quién, usted y yo?, ¿iguales que un paria o que un Donald Trump?, ¿igual quien enciende la luz que la Géneral Electric?), la mayoría de personas nacen, nacimos, por actos de difícil explicación amorosa. La confusión amor sexualidad, el descontrol de la natalidad (precauciones cero o preservativos rotos) junto a la transmisión del ego o del patrimonio ligada al apellido, prácticamente excluyen toda preñez consciente como acto absoluto de creación amorosa. Que, una vez nacidas, a las criaturas se las quiera y se les coja cariño, no convalida la premisa de que “fueron creadas para ser amadas”.

En cambio, es verdad que “las cosas fueron hechas para ser usadas” y –salvo las mediatizadas por el fanatismo o la superstición (desde las pirámides de Egipto)– responden a valores de uso que está bien se consideren en lo que valen y les confiere su valor de cambio, vamos a suponer: su precio justo. Otra historia es que todo necio confunda, como decía don Antonio, valor y precio, o que el amo y el mercado se apropien y distorsionen el sudor de la gente.

Lo que no existe es el *valor de amor que religión y oenegés quieren ponernos en el telediario de nuestras vidas y en sus cuentas corrientes. Lo cantaba Atahualpa: Las penas y las vaquitas se van por la misma senda. Las penas son de nosotros. Las vaquitas son ajenas.


Arde París.

En Castaño del Robledo, Sierra de Huelva, un grandioso templo inacabado, que hoy llaman el Monumento, da ejemplo de adecuación cristiandad sociedad: Si no hay dinero ni feligresía, porque decae la población, dejamos la iglesia sin terminar y nos vamos. Frente al Castaño, Barcelona está empeñada en concluir una Sagrada Familia que no responde ni a la oferta ni a la demanda religiosa; cierta soberbia a la catalana.

Ahora que arde Notre-Dame de París, varias soberbias y orgullos heridos serán portada. Desde el ¿cómo es posible? (que no se hubiesen tomado medidas preventivas anti chispa o anti incendio) hasta el ¿qué hacer? que debería correr por cuenta de la fe privada, no de la municipalidad ni de fondos unescos o europeos.

Arde Notre-Dame porque Dios lo ha querido, piense el creyente que el ¡hasta mañana! nos lo redondea con ¡si Dios quiere! Dios lo ha querido y, sin nosotros desear a nadie tristeza o desolación, es hora de ajustar los relojes de la sociedad civil y de la sociedad creyente. No estamos en el siglo 12. Dios es un particular. Y hay una belleza especial en la contemplación de las ruinas; tópico muy literario, muy paspartú de la pintura clásica, muy romántico y decadente tan atractivo o más que la catedral impecable que saldría de las obras o que saldrá de la reconstrucción.

La poesía de ruinas de nuestro siglo de oro (aquella que explicaba la derrota de una Roma pagana para el triunfo de otra Roma, cristiana) no sirve ya. Aparte Víctor Hugo, detrás de Notre-Dame de París no había nada que no fuese grandeur o chovinismo, así lo llamen arte, cultura o patrimonio de tal o cual. Déjenlo arder.

Ensayo sobre Luzbel

¡No jodas con las fakes!

Buenas lenguas buen sexo
Foto campaña durante las Carreras en Sanlúcar de Barrameda (24/08/18)

Hablábamos de una de las palabras del verano, la palabra caña, madre de una familia numerosa de palabras que no tienen nada que ver entre sí más allá de su etimología o procedencia. Hoy hablamos de un fenómeno distinto, que es la polisemia o pluri significación. Es el caso de la palabra lengua (casi un centenar de acepciones) y, concretamente, en la campaña Buenas lenguas, buen sexo, que ha puesto en marcha la Junta de Andalucía. ¿Buen sexo oral y buenas penetraciones? ¿Buenas prácticas cunilinguales y buenas felaciones? El prospecto que se reparte a la juventud, con regalo de un preservativo, se presta a esa interpretación.

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Luego, nos enteramos por la red de que “la Junta de Andalucía ha puesto en marcha la campaña Buenas lenguas, buen sexo #SexoSinFakes [sexo sin feiks] para la prevención de infecciones de transmisión sexual entre la juventud, que, junto con la difusión del uso del preservativo, hace frente a la desinformación y a las leyendas urbanas relacionadas con la sexualidad y las infecciones de transmisión sexual. El lema relaciona el uso de la información correcta (sin fakes) con la práctica de un sexo seguro (buen sexo)”. (Noticias de la Junta de Andalucía, 23/06/2018)

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Lo cual, que no sabe uno si el tonto es uno o el tonto es quien diseñó la campaña o la Junta de Andalucía que así dosifica su información: una, sobre el papel que se distribuye en la calle y, otra, sobre el Boja o internet.

Otro día hablamos de la españolidad que demuestra esta Junta de Andalucía frente al referundismo en Cataluña (de ¡España! ¡España! ¡España!, y cierra la muralla) y frente al destrozo del español ante el barbarismo fake, se supone por agradar los oídos tontoesnobs, archinfluéncers, masterchefs o boboselfis de la pedantería del inglés y del estar a la última. Yo diría que chavales y chavalas que no están a la última en materia de sexo oral y del preservativo, de embarazos indeseados y de infecciones de transmisión sexual, tampoco estarán en fake news, invento de la inteligencia occidental para censurarnos en redes, para imponer su prensa nacional y para disimular que las primeras fakes contemporáneas se las inventó George Bush, con Tony Blair y Semaría Aznar, contra Sadam Husein cuando la Guerra del Golfo (2003) y, más atrás, qué fueron, sino fakes, las declaraciones de los profetas que habían visto a Dios y que extendieron las religiones de libro, incluyendo estos curas pederastas a quienes al presente sería muy fácil desde el Estado decirles algo muy parecido al fake: Don’t fuck!, ¡No jodas!, mediante la prohibición legal de asociaciones que impongan el celibato o la abstinencia origen de sexualidades salidas o perversas. Iglesia: Don’t fuck! Junta de Andalucía: ¡No jodas! Y, gente joven: donde se ponga follar, que se quite joder.


 

ética de las sectas y de las familias y ética periodística.

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Imagen Xarxa TIC

El caso de la joven española secuestrada por una secta en Perú nos llama la atención por cuanto nosotros vivimos, en los años 70, casos semejantes o directamente iguales. Al final, y entre veras y bromas, Daniel Lebrato lo escribió en Hermano Ezequiel, una historia de sectas, que empezó en verano de 1982 y dio origen a Tinta de calamar. Puntualizando:

1º) El secuestro por secta no es secuestro sino inducción voluntaria.

2º) Esa inducción sobre jóvenes y adolescentes se practica igual desde la Iglesia católica o las fuerzas armadas, instituciones bélico confesionales no aptas para menores que, sin embargo, no esperan la mayoría de edad para que la persona decida. Captar menores debería estar prohibido por leyes del Estado.

3º) No obstante, esa ley del menor, que todos saben cómo se haría y en qué consistiría, nunca se hará en un país dominado por bautismos y comuniones, por el carnet del Betis o de la Macarena al niño cuando nace, y por el desfile militar para todos los públicos el día de la patria.

4º) Cantidad y calidad, todas las religiones fueron sectas. Visto al revés: las sectas son sectas a su pesar. Secta fue el primer cristianismo hasta Roma y las Cruzadas y la Santa Inquisición y hasta el papa Francisco (por cuya influencia la sectaria española de 22 años, que ha vuelto madre del secuestro, no hubiera podido, si hubiera querido, abortar).

5º) Lo nuevo (y que no era así en los años 70 / 80) es lo fácil que resulta a la mentalidad bienestarista acudir al Estado, pues, hasta donde se conoce de la noticia, no ha habido fuerza ni violencia ni violación ninguna de personas ni de derechos, y el padre de la muchacha y abuelo de la criatura parece en todo encantado y conforme.

6º) ¿No será que alguien exageró la nota periodística de desaparecida o secuestrada donde todo fue voluntario, personal y buenamente asumido? Como diría Pascal: la prensa tiene razones que la razón no comprende.

□ enlaces:

Piden una ley contra las sectas

La historia de la joven secuestrada

–Daniel Lebrato, Hermano Ezequiel, una historia de sectas (1982-2016)

–Daniel Lebrato, Vidas fastidiadas (Tinta de calamar, 2018)

□ enlaces relacionados:

¿Boxeo, para educar a menores en el deporte?

para hablar de religión.

tres religiones

–La religión no es cuestión de fe. La fe no es un signo (externo), sino una intimidad que no deja huella física en la persona y que podría borrarse o se borra fácilmente.

–Toda religión es una sociedad humana (sistema o jerarquía: organización, iglesia o secta) más signos externos societarios: liturgia, observancia, preceptos y prohibiciones que, por seguimiento o contraste, identifican o delatan al creyente.

–La Historia es la historia de las religiones. Lo que llamamos pueblos, culturas, civilizaciones, ha estado siempre ligado a una religión‑Estado en medio de o entre otras religiones (o religiones‑Estados) con quienes, inevitablemente, entra en conflicto. La religión monoteísta (la que se alza frente a las demás) le gustará a quien le guste el conflicto, la guerra o la pelea.

–Eso ha sido y es así porque, en grado mayor o menor, todo creyente se niega a pasar desapercibido y todas las religiones monoteístas tienden (como los gases) a la máxima ocupación de lo posible (objetos, fechas, ritos públicos).

–Pero esa es también su debilidad pues el Estado podría regular comunidades de fieles y clérigos, templos o locales de reunión o itinerarios de manifestación, como de cualquier otra sociedad o asociación.

–Contra esa razón práctica, la religión sigue presionando al Estado postulándose a sí misma como una seña de identidad equiparable al sexo o a la raza, como un derecho humano más, lo que pervierte la lógica de principio que nos trajo aquí: usted, creyente, se está metiendo en mi vida mientras yo no me meto en la suya.

–La solución es política y no consiste en la suma (o convivencia o alianza) de religiones (culturas o civilizaciones) sino en la reducción de la religión a un hecho histórico indudable (incluso necesario como factor de historicidad) que en el presente y en el futuro (hacia un mundo único) sería un obstáculo que habría que superar. Los Estados semi confesionales (como Inglaterra, Italia o España) o los estados confesionales (desde Mauritania hasta Israel) sean denunciados ante Derechos Humanos hasta borrar buena y pacíficamente las clerecías y los proselitismos de la faz de la Tierra. ¿Religión? ¡Cero cero!

hemerotez.

Mercurio sobre las religiones

Se llama hemerotez a la estulticia empapelada, hemeroteca de la estupidez o estupideces que vienen en prensa. Por cosas del mal tiempo que hizo ayer y de la soledad de los bares de acogida, fui al quiosco y compré El País que me hiciera compañía, años que lleva uno sin leer semejante manual de instrucciones. Siguiendo con la campaña de intoxicación contra Cataluña, Félix de Azúa se despachaba a su gusto comparando, ni más ni menos, ¡extremismo yihadista e independentismo! (cuando la fase en que estamos es de referundismo, que no es igual). Este [El] País no tiene arreglo, pensé mientras daba cuenta de una manzanilla de Sanlúcar bien fresquita. Euro y medio que ha pasado de mi bolsillo al fondo de los Azúas que intelectan con lo que creen que es suyo: la patria, España, la democracia. Otro día, llevé a ese mismo bar la revista Mercurio de diciembre 2017, que habrán leído. Ahí, una con título de Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales va y suelta esta perla sin desperdicio: ¡La religión es un arte, no una ciencia que imparta conocimiento! Y se queda, la señora, tan tranquila. Otro sacadillo que le hace Mercurio resalta: ¡La nación ha suplantado a Dios y el nacionalismo puede ser otra forma de guerra! O sea, más de lo mismo contra la cuestión catalana. Si ese era el pórtico de Karen Armstrong (UK, 1944), unas páginas más allá ‑a religión del libro por artículo‑ se glosan con ventaja los beneficios de las tres religiones monoteístas: Antonio Praena (Purullena, Granada, 1973) coge el rábano del cristianismo por las hojas del erotismo de El cantar de los cantares, Rafael Valencia (Berlanga, Badajoz, 1952) reconduce el Corán por sus valores filológicos y literarios y Esther Bendahan (Tetuán, Marruecos, 1964) presenta la Torah como una ética del exilio de una comunidad de lectores que empezó hace cinco mil años. Toma ya. Lo que no inventen estos. Mercurio es publicación gratuita. El País, encima, 1,50 euros que me quité de la bebida. Qué diré después de mi vecinillo el de enfrente, el de la bandera de España, y sin apenas estudios. A ver si escampa.

Mercurio sobre las religiones

tres vueltas de tuerca a los

ATENTADOS CONTRA LA LIBERTAD RELIGIOSA.

A propósito de la penúltima en ABC, con foto portada del interior de la Basílica del Gran Poder: Insultos al clero y pintadas en las iglesias, los ataques más comunes a la religión.

primera

No existe la libertad religiosa. Tampoco, bien pensado, la libertad sexual ni la libertad musical ni la libertad económica ni la libertad de pensamiento: la libertad es un deseo, una aspiración, como la felicidad. Cuando a la libertad se le ponen apellidos o adjetivos (libertad de prensa), no hay libertad (puesto que está regulada y la libertad no admite reglas). Hablemos de leyes, legislaciones y actos legales o ilegales.

segunda

No debemos tampoco hablar de religiones, que es lo que las religiones quieren, que se hable de ellas y como cultura, costumbre o civilización. Desdoblemos en fe ‑que va por dentro‑ e instituciones y clerecías proselitistas que a por nosotros vienen (a por nuestra libertad, hay que decir) a través de o con permiso del Estado.

tercera

Legal es el Registro de asociaciones religiosas, el Concordato con la Santa Sede (de 1979), el estatuto del clero; legales, sus edificios de culto, la construcción de templos; y legal o institucional, el papel de la religión y religiones en la vida pública y en el sistema educativo, también en Cáritas y oenegés. Es legalidad ‑y no libertad‑ todo lo que cotiza o pasa por Hacienda. Y es patrimonio del Estado todo lo que el Estado paga, finanza o subvenciona por encima de una cantidad estipulable (como por régimen de sociedades: y se acabó la discusión sobre si es mezquita, catedral o monumento nacional). Cambiado hacia el laicismo el estatus ‑hoy ventajista‑ de la Iglesia y fijadas nuevas leyes de propiedad y usufructo ‑y a partir de ahí‑, que se apliquen los códigos civil o penal contra insultos, pintadas y otros ataques contra las iglesias y la religión.

Dicho lo cual, otro día hablamos de cómo predicar (vender) la vida eterna (un bien no demostrado) debería estar prohibido, como propaganda ilegal, manipulación de personas o inducción al martirio: de su vocación de mártir, saca la Iglesia su victimismo (patente en el ABC). Y otro día hablamos de cómo la mayoría de edad para la religión debiera ser la misma que para la política o la inserción laboral: los 18 años (no tutelables). Prohibido, por tanto, el uso o manipulación de menores en bautismos, confirmaciones y comuniones, nunca delegables en la figura o voluntad de personas adultas, y prohibida la exposición al público de menores exhibidos como monaguillos, figuras de belenes o misterios vivientes, procesiones, etc. Salgan la Iglesia y las religiones del sistema educativo. Verás que pronto dejan de darse insultos, pintadas y otros ataques contra la Iglesia y las religiones.

Enlace a Insultos al clero y pintadas en las iglesias, los ataques más comunes a la religión.

Dios y los creyentes.

El conflicto está entre lo público y lo privado, no entre libertad o prohibición ni entre razón o religión ni entre creyentes o ateos (mucho menos entre fascistas históricos o viejos republicanos de una aún más vieja guerra civil). El conflicto está en la efectiva separación Iglesia Estado que no puede hacerse más que de una manera: al Estado lo público y a la religión lo privado. No hay más.

La religión privada ya le costó a San Juan de la Cruz y a la mística española ‑también a la corriente del cristianismo erasmista‑ su buenos disgustos con la Iglesia, que se dijo a sí misma: si todos como este santuco o como la otra, Santa Teresa, hacen su vía unitiva con Dios directamente y por su cuenta, ¿qué pinto yo (el Papa, el cura, la Inquisición) en todo esto? La respuesta ya era obvia en el siglo 16. En el 21, ni les cuento. De la clase sacerdotal ‑ahora extendida a imanes y rabinos desde las tres culturas‑ es de lo que hablamos. Cristianos de base inteligente, que no se hagan los tontos ni nos tomen por tontos.

La última expresión de las religiones a diario se llama tapadismo de las mujeres (algo que no se sabe en nombre de qué cultura se podría consentir) y, en lo extraordinario, suicidismo de personas en nombre de la otra vida que las iglesias le han metido en la cabeza. ¿No es predicar la vida después de la muerte incitación a la violencia? Y, en todo caso, ¿no incumbiría eso a un Estado moderno y pacífico que vele por el bien común, de creyentes y no creyentes? Mientras la religión siga presente en nuestra vida, seguirá estando presente en nuestra muerte.

Todo cristiano que transija con los privilegios públicos de las religiones ‑por muy cultural, liberal o demócrata que se considere, por muy moderno, progresista o de izquierdas‑ será, es culpable ya, de homicidio o de asesinato.


 

la cadena.

Se empieza haciendo el Camino de Santiago. Por supuesto: no por motivación religiosa, sino por el camino en sí, por la gente, por la experiencia personal, etecé, etecé.

Se sigue por ir al Rocío en días de Rocío, por ver cómo es aquello, el camino, las paradas, la Aldea, el ambiente, etc.

Se continúa viendo la procesión de Macarena o Gran Poder, que tanto se oye su devoción y convocatoria, además del arte que me han dicho que atesoran.

Puede ser la romería de la virgen o el santo que está en su ermita, tan cerca del pueblo aquel, tan bonito, tan entrañable, tan tranquilo y rural.

Se empieza por una foto, por una invitación, por una curiosidad, por la bebida y la comida, por el baile y el cante, por los trajes regionales, y ya eres parte de la cadena trófica:

participante estadístico > continuador ocasional / cultural / turístico / antropológico / lúdico / crítico (ponga ahí el pretexto) > de la Iglesia > que sostiene el Estado de Israel > que solivianta al pueblo árabe cuyo islamismo podría matarte una fiesta de estas.

Rompe la cadena. No salgas en la foto. No participes.


jo tinc por.

Mientras no cambie el suicida,
la mentalidad que le lleva a ser él la primera víctima.

Tinc por porque lo que pasa ahora no pasaba antes y los culpables de que pase (quienes rearmaron las religiones como un troyano contra la Unión Soviética) no han pagado ni van a pagar por ello (España, vía PP Aznar, en las Guerras del Golfo). Tinc por porque la reacción es que no podrán con nosotros ni contra nuestra /libertad /cultura /democracia /civilización ni contra nuestro mundo /mundo occidental /mundo de valores /derecho a salir /a seguir como si nada. Tengo miedo a las manos en las manos que estamos, a su estampa orgullosa y a sus guardaespaldas de lujo. Tengo miedo a la exaltación de la patria y a la misa funeral, a las velitas, a las fotitos, a los peluches, a los reenvíos particulares sobre el pequeño niño Julián. Miedo a las Víctimas del terrorismo y a los fastos de la efeméride en cuanto pase un año. Y otro, y otro, y se siga diciendo yo no tengo miedo.

Mientras no cambie el suicida, la mentalidad que le lleva a ser él la primera víctima (en Barcelona, gente de 17 o 22 años de edad), yo seguiré teniendo miedo. Miedo al cielo que le tienen prometido y a quienes se lo prometen. Miedo a la explicación que distingue entre el yihadista malo y el islamista bueno. Miedo de la religión, de todas las religiones, de la cristiana y de la judía, y de quien las llama cultura que, como es cultura /costumbre /tradición, no ha de cambiar. ¿No han de cambiar? Entonces yo seguiré teniendo miedo, hispano catalán: yo tinc por.


bufonada

apostilla de Rafa Iglesias

No debió haber en Barcelona más gritos que el de libertad, escribe un calumnista de Diario de Sevilla. Precisamente libertad democrática clamaban esas voces. Y no hay peor sordo que el que no quiere oír. Y hay quien mira, pero no ve. O mira a otro lado. O cierra los ojos a la evidencia arrolladora.

El que siempre será el principito y nunca El Rey, y su séquito de siervos convenientes de estómagos agradecidos, intentaron rentabilizar políticamente la situación. Y les salió el tiro por la culata. Simplemente. No. El pueblo catalán no tiene miedo. Ni a terroristas ni a otras amenazas solapadas por parte de erroristas. Esos mismos que cacarean hacer un referéndum NO es democrático. No. Ni miedo ni respeto, a quienes no lo merecen, pues no se lo han ganado, por reciprocidad pura y sentido común. La ley del embudo no cabe en una democracia del siglo 21. Y las herencias pseudo feudales, heredadas de un dictador genocida golpista, menos. ¿Se imaginan en Alemania un aristócrata mandando, dejado atado y bien atado por Hitler? ¿Política ficción, verdad? Pues eso.


predicadores.

  1.  El yihadismo es manifestación de una religión ni buena ni mala: religión, cuyo sustento es la fe, es decir, la vida eterna.

  2. Otro día hablamos de lo que nadie quiere hablar: ¿cómo alguien con 17 o 22 años asume un día que va a morir? Llamarlo terrorista no es suficiente. La clave está en la vida eterna. Prohibamos la vida eterna con todos sus predicadores y todas sus predicaciones.

  3. Hacer de la religión algo privado sería hacer un mundo mejor y en paz o, al menos, sin guerras de religión.

prohíban todas las religiones.

Solo porque, en nuestro ordenamiento jurídico y mental, la religión está a la altura de cultura o civilización (en una sociedad de individuos que presumen de ser cultos y civilizados, solo, solo por eso), la exteriorización religiosa (no la fe, que es algo que va por dentro) debería estar absolutamente prohibida como contraria a la armonía, a la convivencia, al humanismo, a la inteligencia y al progreso. En todo caso, deberíamos afear la conducta del ser creyente como ser primitivo despiadado para los demás, bárbaro y supersticioso. Antes de que sigan prohibiéndonos a nosotros, no se olviden de prohibir todas las religiones.


I+D de terrorismo inteligente.

Una vez más, el cristianismo da ejemplo y pone altura. Comparando el monográfico atentado contra la mezquita de Londres con lo que fue el sorteo de la muerte indiscriminada en Hipercor 19/06/87 ‑donde, vale decir, murieron moros y cristianos, gente que pasaba (o compraba) por allí‑, el mata musulmanes de Londres (réplica del Santiago Matamoros) da el camino a seguir: a batallas de religión, campos de curas, que diría Góngora: iglesias y mezquitas donde creyentes de uno y otro bando diriman sus cuestiones, como Real Madrid y Barcelona o Sevilla y Betis: en sus estadios de fútbol. Mande sus ideas al I+D de eLTeNDeDeRo.