→ letra y enlaces musicales, al final → en móviles pruebe a leer en horizontal Amandoti es una canción de Giovanni Lindo Ferretti y Massimo Zamboni interpretada por el grupo punk CCCP Fedeli alla línea, en su álbum Epica Etica Etnica Pathos (1990). Quince años … Continúa leyendo Amandoti. Historia de una canción.
Barcelona, Cantabria, Extremadura, Sevilla (1954) se lee en la solapa de mi currículo novelado Tinta de calamar. Un hombre a cuatro patrias. El oficio de mi padre, nacido en Oliva de la Frontera, Badajoz, puso Extremadura y Barcelona, donde mi padre emigró buscándose la vida … Continúa leyendo Cataluña, un pellizco sentimental.
Un tópico en exaltación de la obra de arte o de cultura es calificarla de incalificable. Montero Glez, en elogio a Criando ratas (2017), película de Carlos Salado (completa en YT, pinchando aquí, 1:19): «La película que ha firmado Carlos Salado es un derroche de … Continúa leyendo etiquetas.
–Qué sería mi adoración por Frank Sinatra y tantas otras canciones de mi vida, si entendiera sus letras. (El Rey Bobo: Canción del que no sabía inglés) . Entre las canciones de mi vida, Baby keep smiling, canción que yo tenía interiorizada como *Mi niña … Continúa leyendo ventajas de no saber inglés.
No digan ora pro nobis, que no es ora, que es orilla, orilla de pescadores. Del Río Remanso Valerio, Alta Argentina, tenemos La oración del remanso, canción del año 85 del cantautor santafesino Jorge Fandermole (n 1965), oración que han cantado, además, un sinfín de Mercedes Sosa, Liliana Navarro, Diego Amador, Silvia Pérez Cruz o Rita Payés (n 1999, no se la pierdan). Informa la Wiki que el Cristo de los Pescadores existe como devoción y cofradía en Cabo de Palos, Murcia, España, y es lógico que la devoción del gremio se inventara ese Cristo –no Señor– pareja masculina de la Virgen del Carmen.
El Cristo de los pescadores me hace pensar en la Virgen de la Viga que hay en mi plaza de San Antonio, San Lorenzo, Sevilla, barrio que un tiempo fue sede de talleres de carpintería y se ve que alguien se inventó ese culto a la Virgen de la Viga como protectora frente a la termita y a las inundaciones, próximo el río Guadalquivir.
Por mucho que uno esté lejos de la experiencia religiosa, por mucho reparo a clerecías que prevarican en nombre de Dios, siempre me ha emocionado la religión natural de la pobre gente que mira al cielo –al techo para que no se le caiga la casa encima o al agua para que el agua, como dice la oración, le dé sus dones–, religiosidad que nos redime con el duro corazón de los hombres varones que, no pudiendo ser libres, se conforman con ser felices. Yo voy con ellos.
CUENTOS DEL AVI SISET
literatura de la estaca a la estacada
Dejar a alguien en la estacada significa abandonarlo, dejándolo comprometido en un peligro o en un mal asunto. El Siset (avi o abuelo Siset) es personaje de Lluís Llach en diálogo con un muchacho que, de mayor, ocupará su plaza para animar a la juventud a luchar y a luchar contra la estaca, estaca que en la España de Goya y del 68, cuando se escribió la canción, todo el mundo sabía qué era.
Al ver ahora comportamientos y respuestas que está dando la que fue la izquierda bajo el franquismo, hay que preguntarse qué ha pasado para que amnistía y libertad hayan dejado de ser consignas indiscutibles, unánimes y movilizadoras, de esas de haz bien y no mires a quién. Hablamos de una generación que hizo huelgas y manifestaciones, pintadas y octavillas, y hasta cócteles molotov, pidiendo la libertad de todo bicho viviente, fuera cual fuera el motivo de su detención o condena.
No éramos terroristas, pero ¡libertad a los presos de Eta!, gritábamos ante el Proceso de Burgos (1969). No éramos anarquistas, pero ¡libertad a Puig Antich!, decía nuestra pancarta (1974). No éramos cristianos como Xirinacs o Alfonso Carlos Comín, y ahí estábamos exigiendo su libertad cuando hizo falta. No éramos jornaleros del campo, ni ecologistas en acción ni mujeres en lucha. Tampoco fuimos ladrones (salvo de libros en El Corte Inglés) pero temíamos más a Policía y Guardia Civil que al Lute y a todos los quinquis del Deprisa, deprisa. No sabíamos catalán pero coreábamos de memoria Al vent, de Raimon, y L’estaca, de Lluís Llach.
Hoy, visto el posicionamiento de gente que se auto proclama “de izquierdas” en torno al Procés y a lo que está pasando en el Supremo, hay que lamentar la pérdida de una generación militante y cañera que ha pasado de la estaca a dejar en la estacada presos y represaliados sea cual sea su causa. Por lo leído en redes sociales, lo único indiscutible y movilizador son las elecciones del 28 de abril dentro de un Estado democrático, social y de derecho. ¡Y aun me pedirán el voto! ¡Qué náusea y qué dolor!
–1– L’avi Siset em parlava / de bon matí al portal mentres el Sol esperàvem / i els carros vèiem passar. Siset: ¿Que no veus l’estaca / a on estem tots lligats? Si no podem desfer-nos-en / mai no podrem caminar.
–0– Si estirem tots ella caurà / i molt de temps no pot durar,
segur que tomba, tomba, tomba, ben corcada deu ser ja. Si jo l’estiro fort per [a]quí / i tu l’estires fort per [a]llà,
segur que tomba, tomba, tomba, i ens podrem alliberar.
–2– Però, Siset, fa molt temps ja, / les mans se’m van escorxant, i quan la força se me’n va / ella és més ampla i més gran. Ben cert sé que està podrida / però és que, Siset, costa tant, que a cops la força m’oblida. / ¡Torna’m a dir el teu cant!
–3– L’ avi Siset ja no diu res, / mal vent que se l’emportà, ell qui sap cap a quin indret / i jo a sota el portal. I quan passen els nous vailets / estiro el coll per cantar el darrer cant de en Siset, / lo darrer que em va ensenyar.
*
Lluís Llach LA ESTACA
–1– L’ avi Siset me parlaba / de amanecida al portal, mientras el sol esperábamos / viendo los carros pasar. Siset: ¿Que no ves la estaca / a la que estamos atados? Si no podemos librarnos / nunca podremos andar.
–0– Si todos tiramos caerá / y ya no puede más durar.
Seguro comba, comba, comba, / bien podrida debe estar.
Si yo la tiro por aquí, / si tú la tiras por allá,
seguro comba, comba, comba, y nos podremos librar.
–2– Pero, Siset, hace mucho. Las manos me he desollado, cuando la fuerza se me va, / se hace más grande y va a más. Cierto que está bien podrida, / pero, Siset, pesa tanto, que a veces fallan las fuerzas. / Vuélveme a decir tu canto.
–3– L’ avi Siset no canta más, / mal viento lo fue a llevar, él sabrá a qué lugar, / y ahora estoy yo en el portal. Y a los muchachos al pasar, estiro el cuello al cantar el canto aquel de Siset, lo último que me enseñó.
*
Lluís Llach canta L’ estaca con fondo de letra en catalán y castellano (5:18). Mismo, en el concierto en el Palau, disco Barcelona Gener 76, también en youtube (5:27). Al final y entre gritos de ¡Amnistía! y ¡Libertad! y ¡Visca Catalunya!, dirá Lluís Llach: Seguim tenint les mateixes idees que abans. Seguimos teniendo las mismas ideas que antes.
Te traerá los temas más sonados de tu vida en un sólo clic. La web funciona introduciendo el año del que quieres recuperar los éxitos y pulsando sobre la opción Hit me! Inmediatamente, aparecerá una lista con casi todas las canciones lanzadas desde 1951 hasta 2015, sólo tendrás que elegir un año. The Nostalgia Machine te devolverá a tus años más preciados a través de la música.
Distinguimos entre amor y enamoramiento, o amor pasión. En literatura, al tópico solo interesa, del amor, cómo se alcanza y cómo se destruye. A nadie conmueve la rutina de lo que, al parecer, funciona. La novela busca situaciones a prueba de novios o esposos, y, la lírica, cumbres de arrebato. Digamos que la meseta, la línea horizontal, es aburrida y no interesa a nadie. Siguiendo el tópico, el enamorado lo daría, o lo dejaría, todo por amor. Era el equipaje del amor platónico, del amor cortés y del amor místico.
Recientemente mis duendes algoritmos me han traído una curiosa canción que cuelgo en [eLTeNDeDeRo]. Él se llama Según Se Mire, creación y producción musical, leonés residenciado en Gijón. La letra y puesta en escena de su canción Mi identidad plantea el conflicto ideología / identidad para el amor enamoramiento y para el amor estable, algo que nos lleva a Me quedo contigo (1984) donde cantan Los Chunguitos: “Si me das a elegir entre tú y mis ideas, aunque yo sin ellas soy un hombre perdido, ay amor, me quedo contigo”. Oigamos cómo lo ve (imprescindible verlo) Según se mire en Mi identidad (4:45), en cinco pasos, esta es la letra, por si quieren hacer un karaoke original:
1. Cada mañana nos miramos al pasar, la misma calle, la misma hora, y todo parece como si fuéramos a hablar: Hola, ¿qué tal?, ¿cómo te va el trabajo?, ¿te gustaría quedar? Quizás un día podemos probar.
2. Y de repente nos dejamos de mirar, tú eras del sur, yo era del norte de la ciudad, temas de ideologías, no sé qué de identidad, y como enemigos, el odio y el comer es todo empezar. ¡Y yo queriéndote besar!
3. Cambiamos de calle, cambiamos de hora, los muros rompieron la ciudad y las palabras dejaron de ser promesas, se convirtieron en cuchillas de afeitar para cortar todo lo que no tenga esa misma identidad. ¡Y yo que estaba a punto de invitarte a cenar!
4. Y como enemigos no hicimos carrera y de repente nos volvimos a mirar, no hicieron falta idiomas, rompimos las fronteras, esas que levantó la identidad, nos dimos cuenta que podemos ser distintos, de que hay mil maneras de decir lo mismo, mil palabras, mil idiomas, te quiero, y las barreras, las fronteras, las ideologías, todas me dan lo mismo, solo quiero estar contigo, contigo aprendí a ser distinto, contigo aprendí que la distancia es no estar contigo.
5. Cada mañana nos miramos al despertar, la misma cama, la misma hora, y desde entonces no dejamos de hablar y sin perder la identidad, ya no dejamos de hablar. Y no perdimos nada, todo fue ganar. No dejamos de hablar.
Será por el podrido contexto de la Rey Juan Carlos y por la vacuidad universitaria de currículos como Cifuentes, Montón o Casado. Será por la interesantísima tesis de Pedro Sánchez, doctor en Economía y Política, de cuyo doctorado, más allá del cum laude y del grado de honestidad en el manejo de sus fuentes, quién va a creerse algo investigado, algo que arroje una proposición que merezca la pena en lo que Sánchez titula Innovaciones de la diplomacia económica española aplicadas al espeluznante análisis del sector público 2000·2012. Será por ese contexto vulgar y podrido y será porque la “estafa científica” puede referirse a muchas estafas (de método o de intención, de conocimiento o aplicación), el caso es que el título puede no decir nada: La estafa de las revistas científicas se acerca a su fin. Sin embargo, nada más empezar a leer, una auténtica tesis nos engancha:
«Los contribuyentes desembolsan dos veces: primero para financiar la investigación y luego para leer el trabajo que han patrocinado.»
Caramba. La idea de [eLTeNDeDeRo] es que ese [doble] pago no multiplica por dos, sino por tres o por cuatro, si incluimos las cantidades indirectas que a través de impuestos llevan a unas personas por la senda del trabajo intelectual y a otras por la efepé o directamente a los trabajos más duros y peor pagados. Y la idea es que, como se privilegia la financiación de la investigación, se privilegia el amplio y risueño campo de la cultura, del artisteo y de la creación, donde, igualmente a través de impuestos, becas o ayudas, hay quien vive de hacer cuadros o poemas igualmente subvencionados que el público tendrá que comprar y pagar. Al final del artículo, la conclusión de su autor, George Monbiot, es esta que podría extenderse:
«Mientras tanto, y como una cuestión de principios, no pagué ni un céntimo por leer un artículo académico. La elección ética es leer el material robado que publica Sci-Hub.»
Lo cual nos llevó a la Wikipedia, siempre dispuesta a enseñar al que no sabe: Sci-Hub ofrece artículos a los lectores sin requerir una suscripción o pago alguno. Cada día visitan Sci-Hub un promedio de 30.000 usuarios, generalmente investigadores. Diariamente se suben nuevos artículos, mediante un servidor proxy del dominio .edu. Antes de que se bloqueara el dominio original del proyecto, el sitio .org tenía un promedio de 80.000 visitantes por día.
Poesía y canción eran lo mismo (las coplas de Manrique fueron coplas) hasta que el verso libre o poema en prosa abrió un cisma entre una y otra, juglares y trovadores y pueblo llano, que los tres cantaban. El poeta (culto) del siglo 20 pudo tener un pésimo oído y ningún sentido del ritmo ni del compás. Su poema lo imaginaba en libro, impreso en páginas de imprenta: la poesía había dejado de cantar. Y el poeta, como un genio instalado en su torre de marfil, vivía en las nubes. Que todo como un aura se venga para mí, pidió Manuel Machado.
Llegaron los cantautores (de repertorio mixto) que rastrearon en la poesía clásica y contemporánea. Y los versos de Manrique, y hasta del Arcipreste de Hita, se volvieron a cantar (mayormente a la guitarra). La cumbre de ese reencuentro entre la poesía culta y la canción (pura fusión) yo la sitúo en la ópera Omega, de Morente y Lagartija Nick, el año 1996. El verso libre de Poeta en Nueva York, de García Lorca, por fin, a compás.
Sobre ese panorama nacional, y europeo, el rap que venía de América siempre fue entonación, aquí diríamos canción protesta. Su inconveniente: un tono entre la predicación y el mitin político que puede parecer pedante egolatría de barrio y redención personal, que también es algo religiosa.
Ahora que los libros de imprenta desaparecen o tienen que imaginarse en la nube, en digital, el universo pop (popular) de la canción todavía nos ayuda a enamorar, a socializar o a sobrevivir. Y el universo culto de la poesía nos hace seguir perteneciendo a (o llamar a las puertas de) un elenco formal, académico y restringido: eso que llaman (y habrá quien crea en ella) la cultura.
A ti te ocurre algo,
yo entiendo de estas cosas,
hablas a cada rato
de gente ya olvidada,
de calles lejanísimas
con farolas a gas,
de amaneceres húmedos
de huelgas de tranvías.
léalo completo el Bolero para Jaime Gil de Biedma que le escribe su amigo José Agustín Goytisolo y recitan o cantan Silvia Comes y Lidia Pujol, Paco Ibáñez y el propio José Agustín. Está en la Antología Poética Mundial y sin publicidad. Página recomendada. Ahí tienen también las Palabras para Julia.
eLTeNDeDeRo debe la idea a la conexión con Proyecto Aula.
De entre todos los nombres que me han dado ‑Dan, Dani, Dano, Danielo, Danucho, Danitibu, Danielito, Dantesco‑, el último ha sido Dani Boy. Danny boy es una famosa tonada irlandesa ‑es casi el himno irlandés‑ que me trajo de Dublín un hijo cuando estuvo allí estudiando inglés. La canción era parte de uno de tantos recopilatorios Irish Pub Songs que registran, en bocas corales y muy masculinas, con algo de Irlanda, patria querida, las canciones que se cantan en los bares cuando la noche es triste y la Guinness, melancólica. Mi curiosidad por aquel pequeño Daniel, me hizo saber lo que ahora les cuento, todo está en internet. En 1915 Frederick Edward Weatherly (1848‑1929), abogado músico y escritor inglés, le puso letra a una balada tradicional celta titulada Aire de LondonDerry y la hizo canción con título de Danny Boy[1]. La primera voz se la dio la contralto checa alemana (luego estadounidense) Ernestine Schumann-Heink (1861‑1936); se la puede oír en grabaciones históricas de 1917 y 1929. En 1965 Jonny Cash (1932‑2003) inmortalizó su versión de voz sola y órgano de iglesia. Y desde entonces.
Oh Danny Boy, the pipes, the pipes are calling. From glen to glen and down the mountain side. The summer’s gone, and all the roses falling. It’s you, It’s you, must go, and I must bide. But come ye back when summer’s in the meadow. Or when the valley’s hushed and white with snow. I’ll be here in Sunshine or in Shadow Oh Danny Boy, Oh Danny Boy, I love you so. But if you come, and all the flowers are dying, And I am dead, as dead I well may be. You’ll come and find the place where I am lying. And kneel and say an “Ave” there for me. And I will know, tho’ soft ye tread above me And then my grave will richer, sweeter be. And you’ll bend down and tell me that you love me And I will rest in peace until you come to me.
[Traducción sobre la que propone Chesús Yuste en Innisfree]
Oh, Danny Boy, las gaitas, las gaitas están llamando de valle a valle, y bajo la ladera de la montaña. El verano se ha ido y las rosas van cayendo. Eres tú, debes irte y yo debo aguardar. Pero regresa cuando el verano esté en la pradera o cuando el valle esté silencioso y blanco con la nieve. Yo estaré aquí haga sol o haga sombra. Oh, Danny Boy, oh Danny Boy, te quiero tanto. Y cuando vengas y todas las hojas mueran, y estoy muerta, como podría ser, tú vendrás a encontrar el lugar donde estoy yaciendo y de rodillas me dirás un “Ave”. Y lo escucharé, por muy suave que pises sobre mí, y mi tumba será más cálida y más dulce. Tú te inclinarás y me dirás que me amas y yo dormiré en paz hasta que vengas conmigo.
La estrofa romance suele comportarse y dividirse en tres: el de versos de 8 sílabas, propiamente para narrar; el de 7, (también llamado endecha), para la lírica; y el romancillo, de 6, para canciones infantiles. De a 6 o de a 8, niños o niñas en los fríos patios de recreo de los colegios franquistas (no solían mezclarse en coros mixtos) han dado voz a lo más terrible, crueldades y sucesos que diríamos para mayores de 18 años que se cantaban sin aparentes problemas de censura. De esa clase es el romance de Delgadina (octosílabo), que narra un incesto y es también el romancillo del mal curita, que cantan, entre otros, el Nuevo Mester de Clerecía y Tío Maxi. Como villancico, lo recoge en Fuenteheridos (Huelva) José Luis Macías Rico, con esta letra:
Estaba un curita malito en la cama y a la media noche llama a la criada. –¿Qué quieres, curita, que tanto me llamas? –Quiero chocolate y no tengo agua. Acércate al pozo, anda y ve a por agua. –La soga es muy corta y el cubo no alcanza. –Toma este pedazo, a ver si te alcanza. Y a los nueve meses, barriguita hinchada, y parió un curita con capa y sotana.
Una ciudad es un mundo cuando amamos a uno de sus habitantes. La cita es de Lawrence Durrell en El cuarteto de Alejandría, (1957‑1960). Como todo es espacio y tiempo, el subordinante cuando introduce una condicional (igual a si). Construcciones de este tipo, también con mientras o en tanto que, lo mismo sirven para casos personales, como el del Cuarteto, que para situaciones humanamente universales. Conectamos con Tinta de calamar, 262:
«¿Arde París? (Paris, brûle-t-il?), novela de Dominique LaPierre y Larry Collins (1964), recrea una escena que, si no fue verdad, es muy hermosa. Sucede al teléfono entre un ayudante de Hitler, en Rastenburg, y un mando del ejército alemán de ocupación en París. La mañana del viernes 25 de agosto de 1944 el Führer quiere saber si ya están dentro de París las tropas aliadas y si se habían cumplido sus órdenes de incendiar la ciudad antes de entregarla. ¿Arde París? Por toda respuesta el alemán asomó el auricular a la ventana abierta por donde entraban La Marsellesa y el repique de todas las iglesias de París. Mireille Mathieu cantó para la película su canción Paris en colère y nosotros nos quedamos con su estribillo. Dios nos libre si no es libre París. A imagen de ese estribillo (no hay A sin B), no hay mundo libre si un país no es libre y no es libre una persona si otra persona no lo es.»
Ahora que A y B mutuamente se felicitan como si no hubiera C, y pues solo podemos ser felices en felicidad condicional (no en el telediario de los horrores ni en la plaza pública de la mendicidad) eLTeNDeDeRo opta por la película: ¿Arde este mundo? Felices ideas y prósperas opiniones.
vio venir una galera que a tierra quiere llegar.
Marinero que la manda diciendo viene un cantar.
Allí habló el conde Arnaldos, bien oiréis lo que dirá:
–Por tu vida, marinero, dime ahora ese cantar.
–Yo no digo mi canción sino a quien conmigo va. [1]
Dedicado a José Antonio Moreno Jurado, cuyos Veinte momentos de lucidez(Point de Lunettes, Sevilla 2016) son una muestra de quien anda con la inspiración como José Alfredo, con el amor: que estás que te vas, y te vas, y te vas, y te vas y te vas, y te vas, y no te has ido y de quien dice y no dice su canción. No sé cuántas veces ha echado JAMJ el cierre a su obra poética. Y, de pronto, ahí vuelve otra vez como en estos veinte poemas de lucidez y una edición desesperada. Les gustará si les gusta José Antonio Moreno Jurado. Y así no se quedan ustedes como el conde Alarcos, que se quedó con las ganas.
[1]Romance del conde Alarcos sobre la versión del Cancionero de Amberes, 1548, en la página Washington Faculty de la profesora Suzanne H. Petersen.
Lo canta Javier Krahe en ¿Dónde se habrá metido esta mujer? y otras. Una mujer deja a un hombre y el hombre mata. No se mata igual a los 18 que a los 40 o a los 60 años. Factores hormonales dan paso a presiones ambientales y de vida establecida que el varón abandonado es incapaz de afrontar, de ahí, el grado de suicidios. Minutos de silencio, insistencia en el 016 y oficios posteriores no resuelven la agresividad. Corresponde al Estado y a la Crítica con el Estado denunciar la familia con sus tres figuras fuentes de la desigualdad y de la violencia: 1) cabeza de familia, 2) ama de casa, 3) ser madre (tener familia o prole) sin convenio de natalidad. 4) Crítica de la familia como primera economía sumergida, que habría que regularizar. 5) Bodas, convivencias, divorcios y separaciones se regirían por derecho laboral, mercantil, civil o penal. Dicho lo cual:
donde dice…
…diga:
violencia contra la mujer,
sexista, machista o de género
Crítica de una violencia dentro de la violencia de sociedades violentas: ejércitos, juegos (desde la pistolita y la muñeca), hábitos fomentados o consentidos.
la violencia, ¿cuestión de Estado?
Crítica de la Iglesia y el Estado como sostenedores de la familia.
límites de las campañas 25‑N, 016, etc.
Crítica de la demagogia. Toda campaña sensibiliza a un perfil socializado o en vías de, y no llega ni modifica a quienes quedan fuera o están por venir: etcéteras culturales, inmigrantes o islámicos.
la violencia: causas físicas
Crítica de los medios. Los efectos de la fuerza bruta ocupan, cuando ya es tarde, el cien por cien de informativos y campañas de sensibilización.
causas psicóticas: los celos
Crítica del mito del amor.
causas psicológicas:
el ridículo del macho ante su hembra, que lo deja o lo deja por otro
Crítica del macho, potente sexual y económicamente.
causas domésticas:
el sentido de ridículo y la inadaptación del macho ante su nueva situación
Crítica del juego de roles: cabeza de familia, ama de casa, prole.
causas sociales:
el sentido de ridículo del macho ante su grupo (de amiguetes, de taberna, de trabajo, ocio, etc.)
Crítica del lenguaje sobre las mujeres, la parienta y el piropo.
causas legales y económicas:
separarse es caro
Crítica de las sentencias de separación y convenios reguladores.
consecuencias judiciales
La cárcel como huida y como consuelo. Crítica del sistema penitenciario.
El otro día, hablando en un programa de radio sobre el plan bici y lo que ha dado de sí en la ciudad de Sevilla, propuse que seamos nosotros, ciclistas, quienes vaciemos de bicicletas aceras e itinerarios peatonales compartidos, y se los devolvamos a las personas andando, al Ayuntamiento, a Sevilla.
Y pienso ahora que la implicación de oenegés, asociaciones y grupos de opinión con el estado de cosas y con el Estado del Bienestar, hace que al final esas entidades, que supuestamente luchan por nosotros o nuestros intereses, son ya el Estado y que lo mismo que en la vieja objeción el individuo se plantaba contra el servicio militar obligatorio asociado a la patria, así tendríamos que extender la objeción a todo lo asociado a conceptos como democracia, solidaridad, defensa de supuestos valores, que en realidad son valores precocinados. Y hacernos objetores de conciencia de todo lo que transmite, sostiene o apoya esa visión del mundo que es Occidente, lo que incluye objetar no solo del Estado y de la clase política, sino de toda institución, oenegé o grupo que se haya hecho cómplice y parte del mismo: por ejemplo, el plan bici que me tienen prometido. No lo quiero. Yo, ciclista por la calzada, doy mi parte en el presupuesto para causas que más lo necesiten. Sé que a esta hora un padre duda si coger la bici con su hijo entre el tráfico general y sé que un niño sufre en Alepo, otro se ahoga en el Estrecho y niñas son violadas sistemáticamente. Pónganme al habla con el padre y con sus padres y madres y, estos, con el clérigo que los guía, con el dios al que rezan o con el presidente de la metrópoli que dejó su país hecho una mierda; su ciudad, un paraíso para los coches. Pero de causas parciales supuestamente humanitarias que utilizan menores como escudos humanos, déjenme en paz, que no me quiero salvar. [Letra y canción de Víctor Manuel]
Se llama paráfrasis, intertexto, puede ser glosa o cita. Se trata de tomar un texto (A) y sobre él y a partir de él construir otro (B), tenga la relación que tenga con el primero: recreación, variación, parodia. En la poesía española del siglo 20 dos poetas cogieron texto ajeno y lo usaron de título para libros o poemas propios. Uno fue Luis Cernuda: Donde habite el olvido, poema y libro (1931), lo sacó de Bécquer. Otro fue Pedro Salinas, que tomó el título La voz a ti debida (1933) de Garcilaso[1]. Donde habite el olvido todavía tendría descendencia en Joaquín Sabina en una canción de sus 500 días y 19 noches (1999). Todo está en el artículo Donde habite el olvido: de Bécquer a Sabina pasando por Cernuda, firmado por CaArte en la web Acabando con la Cultura, que eLTeNDeDeRo recomienda.
Leído lo cual, si les sobra tiempo o no les importa perderlo, vean lo que opina sobre el plagio Hernán Darío Carro, autoproclamado poeta. TRANSCRIPCIÓN de los comentarios.
Comentario 1. Anónimo, 30 de abril de 2011, 0:35: Sabina para inspirarse ha bebido de los clásicos, y también de unas cuantas botellas de whisky, y sin soda, qué voy a hacerle yo.
Comentario 2. Rita, 21 de marzo de 2014, 13:32: Cada uno bebe de lo que quiere. Sabina es un gran poeta.
Comentario 3. Hernán Darío Carro, 17 de marzo de 2016, 4:31: Sabina es un ladrón de versos, toda su obra es un plagio y como buen ladrón glorifica a los ladrones. No quiero malgastar mi tiempo aquí escribiendo sobre un poeta tan pobre y tan vanamente glorificado. 4:37: Yo soy poeta y yo escribo sin robar nada a nadie y si cien años después de mi muerte alguien roba mis versos y después dice que es en mi homenaje sin duda que volveré del otro mundo a tirarle de las orejas. He aquí uno de mis mejores versos, publicado en Argentina y en España:
SOMOS
caricias que en la piel se bordan
cuando junto a las sombras
tus deseos me nombran
y nos conocemos con premura
durante la penumbra que siembra la luna que nos alumbra
hasta el amanecer
Navego en las entrañas de tu ser
para volver a nacer
entre tus piernas, mujer.
Hernán Darío Carro
Comentario 4. Respuesta de Anónimo, 30 de mayo de 2016, 13:17: La asunción de yo soy poeta habla mucho (y mal) del que lo dice. La poesía (y, en general, la literatura, el arte) se ha construido siempre sobre las bases de otros. Nadie saca lo suyo de la nada. ¿También tirarías de las orejas al gran Cernuda por coger el verso de Bécquer?
Comentario 5. Hernán Darío Carro, 6 de junio de 2016, 15:10: Yo soy poeta y en verdad me hubiese gustado ser el poema (Gil de Biedma). Para ser un verdadero poeta es necesario adentrarse en el yo y encontrar la propia voz, la esencia del ser. Aquellos que siguen ligados al nosotros, jamás van a ser poetas, solamente escriben y hacen cultura vulgar para las masas. El gran Cernuda es intocable, porque sus poemas así lo demuestran, su pluma es única y original. En verdad [lo que encuentre] en mi poema me tiene sin cuidado. Hace mucho tiempo que no dependo del juicio de los hombres y eso sucede desde que soy inmortal.
[1] Salinas cita la fuente de Garcilaso y Cernuda no, de Bécquer. En Sevilla en los años 30 el mundillo literario sabía que donde habite el olvido era de una rima de Bécquer.
En 1969 Francis Albert Sinatra (1915-98), Frank Sinatra, popularizó My way, versión en inglés de Paul Anka de Comme d’habitude, canción de Claude François, quien hizo la música con Jacques Revaux y la letra con Gilles Thibaut. Comme d’habitude es la canción doméstica de una pareja distante que hace las cosas por rutina, sexo incluido. My way, en cambio, es de esas canciones que decimos en el medio del camino, Nel mezzo del cammin di nostra vita. Hice lo que pude y lo hice a mi manera. No está mal. La identificación madurito interesante con Sinatra y Sinatra con My way viene a ser como Estados Unidos igual a CocaCola, pero es inevitable y así lo han visto, desde Nina Simone a Gipsy Kings, quienes han versionado My way como si Comme d’habitude y Paul Anka no hubieran existido jamás. Puentear, le dicen, suplantación o canibalismo. También fama. El caso es el pleito por los derechos de autor de My way y cómo segundas partes muchas veces fueron muy buenas. Comme d’habitude (porque es algo que pasa siempre: Je ne regrette rien,La vie en rose), una canción gana cuando le quitas el amor. [Tinta de calamar, 309]
Valdés Leal. In ictu oculi. Hospital de la Caridad. Sevilla
TÓPICOS POR UN TUBO
En español expresivo, algo que pasa o nos viene por un tubo es que se produce en grandes cantidades. El antónimo sería a cuenta gotas. La vida está llena de tópicos, esos lugares comunes como piedra donde tropezamos, no dos, mil veces o como vuelve el criminal al lugar del crimen. En general, los tópicos se mal explican como tópicos literarios, y no es así. Son tópicos de la vida que pasan a la literatura y que ésta, simplemente, refleja. En la Edad Media fueron potentes los tópicos negativos del (1) tempus fugit y del (2) ubi sunt, para después, con la mejor calidad de vida que trajo el Renacimiento, aplicarse al cuento en dos maneras, la exhortativa del (3) carpe diem y la resolutiva del (4) beatus ille, tópicos positivos. Para memorizarlos, el profesor recomienda la secuencia “tópicos por un t.u.c.b.o.”: t de tempus, u de ubi, c de carpe, b de beatus y o de otros, cuando el abanico se abre y se dispersa tanto, que Umberto Eco cifró la clave de la posmodernidad precisamente en el reconocimiento inevitable del tópico por parte del emisor. Sé que está muy dicho, pero te querré siempre, Maripuri. La vida, no sabemos, pero la literatura ha dejado de ser inocente.
Stefano Landi (Roma, 1587‑1639) fue compositor, cantante, músico y profesor autor de la primera ópera Barberini que se conserva: Sant’Alessio. Su Passacaglia della vita es una versión del “homo fugit velut umbra”, la vida del hombre se pasa como una sombra, del tempus fugit, o sea. El tenor Marco Beasley con el grupo L’Arpeggiata con Christina Pluhar al laúd interpretó el pasacalle dentro del Automne Musical à Versailles en 2005. No se lo pierdan. Espectacular Marco Beasley.
Y aquí las letras, original y traducida por Fermín Guisado.
Oh come t’inganni se pensi che gli anni
Non han da finire, bisogna morire
È un sogno la vita che par sì gradita
Che breve gioire, bisogna morire
Non val medicina, non giova la china
Non si può guarire, bisogna morire
Non voglion sperate in arie bravate
Che taglia da dire bisogna morire
Lustrina che giova parola non trova
Che plachi l’ardire, bisogna morire
Non si trova modo di sciogliere ‘sto nodo
Non vale fuggire, bisogna morire
Non muta statuto, non vale l’astuto
‘Sto colpo schernire bisogna morire
Oh morte crudele, a tutti è infedele
Ognuno svergogna, morire bisogna
È pura pazzia o gran frenesia
A dirsi menzogna, morire bisogna
Si more cantando, si more suonando
La cetra zampogna, morire bisogna
Si muore danzando, bevendo, mangiando
Con quella carogna morire bisogna
I giovani putti e gli uomini tutti
Son da incenerire, bisogna morire
I sani, gl’infermi, i bravi, gl’inermi
Tutti han da finire, bisogna morire
E quando nemmeno ti penti nel seno
Ti vien da finire, bisogna morire
Se tu non ti pensi hai persi li sensi
Sei morto e puoi dire: bisogna morire.
¡Oh, cuán equivocado si piensa que los años
No tienen que terminar, tenemos que morir
Es una vida de ensueño que parece tan agradable
Que breve el disfrute, tenemos que morir
La medicina es inútil, ni jugando la china
No se puede curar, hay que morir
No quieren esperar transmitiendo valor
En que tono se debe decir que se debe morir
Lustrina que debería hablar no encuentra
Lo que calma los nervios, tenemos que morir
No hay forma de disolver esta vibración
No se puede huir, tenemos que morir
No cambia el estado, no vale la astucia.
Esta culpa es ridículo, tenemos que morir
¡Oh muerte cruel, todo el mundo es infiel
Cada una vergüenza, que debe morir
Es una auténtica locura y un gran frenesí
Un decir mentira, tenemos que morir
Aun cantando, aun tocando,
la gaita, el arpa, tenemos que morir
Se muere bailando, bebiendo, comiendo
Como un hijo de puta, tenemos que morir
Los querubines y los hombres jóvenes todos los
Son objeto de incineración, tenemos que morir
Los sanos, los enfermos, los valientes y desarmados,
Todos tienen que terminar, tenemos que morir
E incluso cuando te arrepientes en el pecho
Te hace hasta el final, tenemos que morir
Si tu no crees que has perdido el sentido
Estás muerto y puedo decirte: tenemos que morir.
traducción: Fermín Guisado en ABC.es