El Conde Alarcos
vio venir una galera que a tierra quiere llegar.
Marinero que la manda diciendo viene un cantar.
Allí habló el conde Arnaldos, bien oiréis lo que dirá:
–Por tu vida, marinero, dime ahora ese cantar.
–Yo no digo mi canción sino a quien conmigo va. [1]
Dedicado a José Antonio Moreno Jurado, cuyos Veinte momentos de lucidez (Point de Lunettes, Sevilla 2016) son una muestra de quien anda con la inspiración como José Alfredo, con el amor: que estás que te vas, y te vas, y te vas, y te vas y te vas, y te vas, y no te has ido y de quien dice y no dice su canción. No sé cuántas veces ha echado JAMJ el cierre a su obra poética. Y, de pronto, ahí vuelve otra vez como en estos veinte poemas de lucidez y una edición desesperada. Les gustará si les gusta José Antonio Moreno Jurado. Y así no se quedan ustedes como el conde Alarcos, que se quedó con las ganas.
[1] Romance del conde Alarcos sobre la versión del Cancionero de Amberes, 1548, en la página Washington Faculty de la profesora Suzanne H. Petersen.