Curiosa historia de los nombres de la Virgen del Rocío

Rocío por Tropezones

HISTORIA DE LA O ESA BLANCA PALOMA
Curiosa historia de los nombres de la Virgen del Rocío–

El primer nombre y devoción fue Santa María de las Rocinas, así proclamada patrona de Almonte en 29 de junio de 1653, con fecha en el santoral el 17 de septiembre (hoy, 8 de septiembre), festividad de la natividad de María. A partir de 1653, la virgen pasó a llamarse Rocío, según Isaías, 45, 8: ¡Derramad, Cielos, como una rociada, y lluevan las nubes la victoria! Desde 1248, que se reconquistó el reino de Sevilla, hasta bien entrado el siglo 15 en una España sin moros, pastores o cazadores, gente de campo desentierra o saca de su escondite imágenes que hubieran guardado sus antepasados en tiempos de amenaza. Fueran conscientes o casuales, esas recuperaciones se hicieron pasar por milagros, dando principio a cultos y romerías. La hermandad matriz de Almonte es de 1640 aunque Villamanrique puntualiza: Fueron los monteros y cazadores manriqueños, que acompañaban al rey Alfonso XI en sus cacerías, los que trajeron esta devoción hasta la villa y fundaron el 20 de octubre de 1388 una primitiva Cofradía de Monteros de Santa María de la Rocinas. De 1677 data la primera hermandad de Sanlúcar de Barrameda, sede de la poderosa Casa de Medina Sidonia, dueña feudal del territorio, que declaró libre de impuestos (alcabalas) las transacciones en días de romería. En sus reglas de 1758 la Hermandad de Almonte movió a Villamanrique, Pilas, La Palma, Rota, Moguer y El Puerto de Santa María para instituir igualmente hermandades. En 1813 se fundó la de Triana, fundamental para la hispalización o sevillanización de la romería.

Rocío el grabado más antiguo de la virgen 1720-22

Los simpecados. En un mundo sin televisión, lo que el creyente veía no era la virgen en su altar o en su paso sino un estandarte, un simpecado (sine labe concepta) que una vez al año presidiría la peregrinación hasta la Aldea. El simpecado de Almonte es de 1724 y el de Villamanrique, de 1766.

La paloma, el fuego y el Espíritu Santo. Una paloma figura en el interior del techo del paso de la Virgen del Rocío. Como espíritu, tiene un significado abstracto. De las Escrituras, saldrían dos significantes: la paloma, del bautismo de Jesús, y las lenguas de fuego, que posaron la sabiduría sobre los apóstoles en Pentecostés. En San Mateo, dentro de la narración del bautismo de Jesús, leemos: Jesús salió del agua y se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que descendía en forma de paloma y venía sobre Él. San Juan lo pone en boca del Bautista: He visto al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y permanecía sobre Él. La paloma se impuso por más cercana que las lenguas de fuego y con antecedente en la paloma que soltó Noé del arca por tres veces, volviendo la segunda con una rama de olivo y la tercera ya no volvió, lo que significaba paz y normalidad en el mundo. En el Cantar de los cantares dice el amado: ¡Ábreme, hermana mía, amada mía, mi paloma, mi preciosa! En el Talmud la paloma es signo de castidad y en San Mateo: sed sagaces como las serpientes y sencillos como las palomas, lo cual encaja con el Espíritu Santo, que se quiere procedente del amor del padre y del hijo. En algunos templos la eucaristía se conserva en un columbarium suspendido por encima del altar.

Rocío Proclamación del patronazgo de Almonte 29 de junio 1653

En resumen, la del Rocío debió ser una devoción confusa entre agua y fuego y tres personas (virgen, niño y paloma), con iconografía variable y falta de un único patrón canónico. En un primer momento, se funde el agua real de la rociada en la Marisma con el fuego simbólico de Pentecostés y, en un segundo momento, se funden la paloma y la virgen, también sus fechas. Del antiguo 14 u 8 de septiembre y de su traslado a Almonte, la virgen adoptó el nombre de Pastora, devoción a la Divina Pastora que testimonia Gonzalo de Berceo en el siglo 13: ésta es buena tienda, esta buena pastora, que vale a tot omne que de buen cor la ora. La madre pastora hizo al niño pastorcito, el Pastorcito Divino, y la paloma se hizo virgen, la Blanca Paloma. Digamos, de paso, que las connotaciones de la paloma en Andalucía se prestan a bromas poco elegantes. Por último, tuvo que venir el papa Juan Pablo II hasta la Aldea. Y a partir del 14 de junio de 1993, el mando y tropa del Rocío cambió el ¡Viva la Blanca Paloma! por ¡Viva esa Blanca Paloma!


páginas consultadas:
Rocío.com, Aleteia.org, Aciprensa.com, HermandadDeVillamanrique.com
y Manuel Romero Triviño, Los nombres de la Virgen del Rocío.


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