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la humanidad de las humanidades.

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Diez días después de la fuga de don Juan Carlos, se demuestra que, emérito o reinante, un rey sirve para lo que usted quiera que sirva o, dicho en más social, para lo que socialmente se quiere que sirva: es la comunidad votante, de hombres y mujeres, la que se refleja y se retrata.

Del mismo modo que se inventó la república (basada en el primer invento, que fue, sin duda, ‘el ser humano’), se inventó la monarquía. Profetas y sacerdotes primero se inventaron a Dios y luego predicaron que el Rey era por la gracia de Dios, y daban misa en latín cuando ni ellos sabían latín.

Filósofos de altura, entre labradores, ganaderos y hoplitas.

Poetas, que nadie entendía.

Profesores, que decían esta es la Historia, este el Hombre.

Hasta el artesano quiso ser artista.

Todo, menos el trabajo manual por el bien común, aunque a ninguno faltaba la palabra bien común en sus discursos a la asamblea.

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En la era de las tecnologías, se ha disparado y disparatado la cantidad y calidad de humanidades que median entre el Poder y el Ser: abogados, psicólogos, mediadores, consultores en esto o en aquello con tal de no cuestionar el Poder y con tal de llevarse un sueldo a casa: analista web, especialista en posicionamiento web, responsable de e-commerce, digital marketing manager, social media manager.humanidades 2 La Politécnica de Madrid marcaba para el siglo 21 estas tareas: comunicación de datos, procesamiento de señales, diseño software, ingeniería de integración, especialista en sistemas intersectoriales. La página Infojobs da como nuevos trabajos: dotar de inteligencia a los objetos, desarrollar realidad aumentada, big data, detective de datos, facilitador de IT, experto en edge computing. Al mundo de la empresa han venido a sumarse los oficios que tienen que ver con el ocio y modo de vida: yutúbers, influéncers, consúmers, y todo lo que acabe en -er o en -ísing: más quienes se buscan la vida como máster chefs, talents o caza talents.humanidades teclado

gastropología

Lo penúltimo en el sector se llama *gastropología, la antropología del bar. Lo pueden ver en la página 7Caníbales.com, donde le intentan responder a cuestiones tan vitales como estas: «¿Por qué ocupas justo el taburete que ha dejado una persona en la barra de un bar cuando hay otros libres? ¿Por qué continúa el tablón de precios en un restaurante cuando ya no es obligatorio? ¿Eres consciente de la importancia de gestionar el espacio de los lavabos? Sergio Gil (Barcelona, 1976) ideó en un máster la gastropología, disciplina inspirada en la antropología sociocultural que pretende analizar las relaciones socioculturales y económicas que se dan en el espacio bar restaurante, útil tanto para el bar más pequeño de barrio como para el restaurante más estrellado.»

Desde que en la España del hambre, por la crisis del 2008, empezaron a proliferar los programas gourmet y ‘de tribunal’, y desde que tuvo un diagnóstico serio el ‘estrés posvacacional’, tuvimos claro que la buena vida de quienes vivimos bien iba a ser cada vez más glamurosa (palabra de aquella época), más sibarita y más pija, por comparación con la vida de quienes vivirían mal: parados, subempleados, auxiliares de lo variopinto, chapús, callejeros, ambulantes, top mantas, hurga contenedores, chatarristas, sintecho.

Claro que para eso estaban oenegés, bancos de alimentos, comedores sociales, todo muy lava conciencias de la mala conciencia, por si la hubiera o hubiese.

De la gastropología, ¿qué decir? Que ya va por 1.740 usos en internet, que la pamplina sigue y que algún día vendrá el realismo (nada más mandón que la propia economía) y todas esas pamplinas, que hoy acaso deslumbran a cuatro ingenuos con estudios, se irán al trabajo. También yo, como profesor, me iré al trabajo. La pandemia y la teleenseñanza me han reducido a mero tutorial a distancia.

Ninguna humanidad de humanidades tiene humanidad.

Ni siquiera la ciencia.


el refranero y la sabiduría popular.

# manuscrito Conde Lucanor

Otro día, alguien me dijo que cada uno quiere llevar el agua a su molino y dejar seco el de su vecino. Salté airado:

–¿Lo dice usted por mí?

Luego resultó que mi vecino solo quería refrescarme algo que está en el refranero. Aún así, ¿qué mejora a la persona que la persona quiera acaparar, y no compartir? Mi respuesta: absolutamente nada.


Es un tópico que el refranero encierra la sabiduría popular. Para empezar, los refranes se dividen en dos: de consejo o de experiencia. Los consejos se obedecen o no y las experiencias se tienen en cuenta.

Los refranes de consejo se expresan en imperativo o modalidad apelativa: Haz bien y no mires a quién. Y, los de experiencia, con los verbos ser o haber, para las definiciones, y poder o tener, para las acciones o resultados: Año de nieves, año de bienes. Los refranes de experiencia lo son tras una larga observación natural. El campesino que pensó Por San Blas, las cigüeñas verás estaría harto de ver primeros indicios de la primavera. Pero el refrán En abril, lluvias mil no quita este abril concreto de sequía, y no, por mucho refrán, yo voy a abrir el paraguas.

Por último, está el concepto mismo de sabiduría popular.

Lo vemos con este ejemplo, versión del cuento 2 de El conde Lucanor.


EJEMPLO DEL HOMBRE QUE LE DECÍAN CORNUDO

Otra vez hablaba el Conde con Patronio sobre el qué dirán:

«En la Castilla profunda del honor calderoniano y en un pueblo de mediano tamaño (no tan grande como para que no se conozca todo el mundo, ni tan chico como para el adulterio obrarlo en secreto) dijéronle a un buen hombre felizmente casado que su mujer le era adúltera.

Y el hombre pensó: “Abre el ojo, padre, que cuando el río suena, agua lleva”. Y puso en vigilancia a su mujer, volviendo él del campo cuando ella no lo esperaba, o siguiéndola a hurtadillas cuando ella iba a la fuente o a misa. No hubo nada. El hombre vio que su mujer era honrada.

Otro día otra sospecha se le representó: “Cata, varón, que quien calla otorga y van a creer que, además de cornudo, eres consentido”. Así que el hombre fue por una vara que tenía en el olivar y allá que iba con cara de quien iba a matar a su mujer. Entonces oyó:

–Este, de furioso que va, va publicando su deshonra, pues quien se pica, ajos come.

Total, que el hombre devolvió la vara a su olivar y siguió bien mirando a su mujer en aplicación de otros refranes que también sabía:

A palabras necias, oídos sordos, y Ande yo caliente y ríase la gente

Y cuando don Juan escuchó esta historia de Patronio, mandola poner en este libro et fizo estos versos que dicen:

¿Qué podemos esperar de la sabiduría popular,
si es la culta y estudiada, y esa está por demostrar? [1]

[1] Enlace a cuento II, de El conde Lucanor: Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo (página Ciudad Seva, de Luis López Nieves). Fotos Ciudad Seva.

Don Juan Manuel

El conde Lucanor en Cervantes Virtual

desmontando la filosofía.

emilio lledó

Intelectuales o filósofos se dividen entre aficionados (pensar, pensamos todos) y profesionales, y éstos, a su vez, en con o sin el favor del partido o gobierno dominante.

Todos tenemos derecho a pensar, sin diferencias, y, quienes somos profesores, obligación añadida de enseñar a pensar. Creerse uno ‘pensador’ o ‘filósofo’, es un robo y una soberbia, puesto que un auténtico filósofo (objetivo: Diógenes) estaría contra el culto a la personalidad, empezando por la suya. Si, encima, cobra y se lucra, esa persona, hombre o mujer, merece la respuesta de Juan Ramón Jiménez a los dioses: los filósofos no tuvieron más sustancia que la que tengo yo. Y tú y tú y el otro y el de la moto. Filósofos: curas laicos a hombros de una iglesia vacía.

En Desmontando a Lledó, eLTeNDeDeRo descompone una a una, con palabras textuales, los supuestos hallazgos de Emilio Lledó, buena persona por lo demás, y sus contribuciones a la historia del pensamiento universal: lo que no vale para el universo mundo, don Emilio, tampoco vale para España ni para mí, el lector. Nothing de nothing.

–enlace a Desmontando a Lledó


desmontando a Lledó.

emilio lledó
Foto El País

28 FRASES DE EMILIO LLEDÓ que sirven para ser mejores, más justos y más felices | Hay muchos que hablan de él como “el sabio oficial de España”. (Raquel Piñeiro, 07/11/2018. El País, Icon) | En cursiva, escolios o refutaciones de [eLTeNDeDeRo]

01    Lo triste es un indecente con poder. Eso es lo que tenemos que evitar (Cadena Ser) Lo triste es el poder. Prevenir contra el poder es lo menos que se puede pedir a la filosofía. El plural ‘tenemos’ es un intento de inmersión del lledismo[1] en toda la sociedad, o de la sociedad en todo Emilio Lledó.

02    Cuando el pensamiento es poderoso, se puede decir en cualquier lengua (El Correo de Andalucía) Bonita frase, por demás ya dicha. Machado (1936): La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.

03    He vivido la guerra y el franquismo, tengo una experiencia muy larga de esperanzas y desesperanzas. Y, de alguna forma, algo de franquismo sigue. El nombre de democracia sirve a mucha gente, a aquella a la que se refería aquel cartel que, durante la Guerra Civil, se veía en algunas calles ‘No pasarán’. Pero pasaron y, con todas las variaciones que sean, siguen pasando (El País) Autobiografismo y política. Nada hay ahí de filosofía.

04    No hay futuro sin memoria (El Correo de Andalucía) «Quien desconoce la historia está condenado a repetirla» (atribuida a Napoleón Bonaparte; y hasta a Confucio)

05    El Alzheimer colectivo es todavía mucho peor que el Alzheimer individual, y un país sometido a la falsificación de lo colectivo es un país condenado (Filosofía & co) Memoria histórica. Política. Nada hay ahí de filosofía ni que nos sirva de guía para ser mejores, más justos y más felices.

06    En esta sociedad los que no se lucran son considerados tontos, pero en realidad la gran desgracia es la obsesión por el dinero (Lecturas Sumergidas) Desde Jesús de Nazaret, poco ha avanzado la filosofía.

07    El aprendizaje no es importante, sobre todo ahora que tenemos tantos medios de conocimiento e información; lo importante es crear libertad intelectual y capacidad de pensar (Filosofía & co) La ‘libertad intelectual’ y la ‘capacidad de pensar’ también se enseñan y también se aprenden.

08    Creo que cualquier bandera entorpece. Lo que tenemos que tener es una bandera de justicia, de bondad, de educación, de cultura, de sensibilidad, de filantropía, otro sustantivo maravilloso de los griegos, el amor a los otros (El País) Prosa mejorable (“tenemos que tener”). Que el filósofo renuncie a ser español, que se declare apátrida. Si no, pensaremos que está sirviendo al españolismo contra el referundismo en Cataluña.

09    La libertad de expresión es fundamental, pero lo verdaderamente importante es que haya libertad de pensar (Cadena Ser) Libertad de pensar que no se pueda expresar, ¿qué clase de libertad es?

10    Yo pienso muchas veces, cuando escribo, qué quedará dentro de 20 o 30 años de esas palabras. Probablemente nada, tampoco importa. Pero qué maravilla estar tantos siglos en cartel como Platón, Aristóteles o don Miguel de Cervantes. Leerlos mucho tiempo después y deslumbrarte con ellos (Lecturas Sumergidas) Modesto que es el hombre. Él se mete en nómina con Platón, Aristóteles o Miguel de Cervantes. Ahí lo buscará la eternidad.

11    Creo decididamente en la enseñanza pública, en una enseñanza en la que no sea el dinero el que cambie las perspectivas o los tipos de enseñanza, porque además no suele cambiarlo (Filosofía & co) La lucha va ya por la enseñanza única. La pública (como el sistema público de salud) funciona, más o menos, y no necesita del filósofo sino es para acabar con las tres vías de enseñanza (pública, privada y concertada). Tres vías distintas : tres futuras ciudadanías diferenciadas.

12    El neoliberalismo supone el dominio de los que han tenido mejores posibilidades de educación para imponerse a los otros. No hay igualdad y por eso es detestable (Lecturas Sumergidas) De acuerdo. ¿Qué aporta ahí el ‘sabio oficial de España’?

13    La violencia y la crueldad son inseparables compañeros de la ignorancia (El Comercio) Frase comodín. Siendo A:violencia B:crueldad y C:ignorancia, digan si no serían ciertas e igualmente válidas las combinaciones: A y C son inseparables compañeros de B. B y C de A, etcétera.

14    A pesar de los errores, si no hubiera ganado la dictadura y se hubiera mantenido la República, este país sería distinto, sería mejor (Público) Nada hay ahí de filosofía ni que nos sirva de ‘guía para ser mejores, más justos y más felices’.

15    El amor es una forma de salir de ti, encontrar un vínculo enormemente intenso, poderoso y creativo a su vez, que da vida. Somos lenguaje y amor (El Viejo Topo) Dan ganas de decir: ¡Y un jamón!

16    Para mí la palabra hambre no es una metáfora (Lecturas Sumergidas) Ni para quien pasa hambre, mire usted.

17    Todos necesitamos un rincón de felicidad, de amistad, de cariño. Eso es tan esencial como comer para los seres humanos, pero hay momentos en los que no podemos regodearnos en la propia felicidad como señoritos satisfechos, momentos en los que se impone luchar por algo que ponga freno a la infelicidad que nos rodea (Lecturas Sumergidas) No esconde Lledó su público, a quién se dirige: a ‘señoritos satisfechos’.

18    Lo que me preocupa con la edad es el problema de la decencia. Mantenerte coherente a lo largo de tu vida con los errores grandes, medianos o pequeños que hayas cometido. Que no te avergüences de ti mismo (La Sexta) Desde el “sé tú mismo” o “el conócete a ti mismo” o el “si volviera a nacer lo volvería a hacer”, se ve que el lledismo consiste en no aportar nada nuevo.

19    La necesidad que tenemos de amor es un indicio de que estamos vivos, de que la amistad es una necesidad, igual que el entenderse con las palabras y el leer (Lecturas Sumergidas) ¿En qué quedamos? ¿De qué va la frase? ¿Amor? ¿Amistad? ¿Entendimiento? ¿Lectura? ¡Al tema, Lledó, al tema!

20    La televisión sirve para ilustrar, o para manipular, o para engañar, o para tergiversar, o para mentir, pero también para crear (Filosofía & co) ¡Ya! No habíamos caído. McLuhan, Umberto Eco, Noam Chomsky…

21    Lo público es la esencia de la democracia y la cultura es la esencia de lo público y de la democracia. Por eso hay que empezar a construir desde la escuela, una escuela que tiene que ser igualitaria y pública. El dinero no puede determinar los niveles de la educación (Lecturas Sumergidas) Se nos ha hecho anticapitalista el hombre.

22    No entiendo el nacionalismo más que como un asunto de dineros de unos cuantos interesados. Están jugando con la emocionalidad de la gente justificando diferencias que no existen. Nacer en un país o en otro no es más que una cuestión de azar (El Mundo) Lo dicho para la frase 8.

23    Yo no soy nacionalista, no sé lo que es (El País) Lo dicho: él no es español.

24    Somos naturaleza, pero al mismo tiempo los seres humanos inventamos otros principios fundamentales parecidos al agua, al aire, al fuego, a la tierra. Esos principios son: la justicia, el bien, la verdad, la belleza. Esos son nuestros tesoros, esa es la cultura. Ahí está el camino (Lecturas Sumergidas) ¿Es compatible nacer pobre, en un país equivocado, de sexo y raza equivocados, maltratados por la guerra el hambre (que en frase 16 había dicho: no es una metáfora), es compatible, pues, con que tus principios sean ‘la verdad’ y ‘la belleza’? Menos mal que acertó en ‘la justicia’ y ‘el bien’, pero entonces ¡no ha hecho más que una frase!

25    Si eres un miserable o si te has convertido en un miserable por aceptar la corrupción, el chantaje, la estafa, la falsedad o la ignorancia terminarás haciéndole la vida mucho más difícil a los otros (El Mundo) San Pablo, a los Corintios » Lledó, a los Corruptos.

26    Corruptos a la calle, esa es la única solución ante lo que está pasando (Lecturas Sumergidas) A la calle: no, a la cárcel ni a pagar ni a devolver.

27    Hay que luchar por recuperar lo que hemos perdido y por llevarlo más allá, por conquistarlo enteramente, porque si no llegaremos a la aniquilación del país. Está claro que quienes nos gobiernan lo que quieren es meternos grumos en la cabeza (Revista Turia) Generalización del tipo “todos los políticos son iguales”.

28    No hay que perder la ilusión. Pese a todo, yo tengo esperanza (Lecturas Sumergidas) Válido para subir a Instagram o para redes adolescentes.

[1] lledismo, por Emilio Lledó, como lledoico, lledomaníaco, etc.

miseria de la filosofía.

Un filósofo descifra que las Torres Gemelas
no debieron ser iguales
y que nosotros, con tal de ser diferentes,
nos explotamos a nosotros mismos.

[Byung-Chul entrevistado por Carles Geli.
El País, 07/02/18
]
Notas, negritas y cursivas de [eLTeNDeDeRo]


«Las Torres Gemelas, edificios iguales entre sí y que se reflejan mutuamente, un sistema cerrado en sí mismo, imponiendo lo igual y excluyendo lo distinto y que fueron objetivo de un atentado que abrió una brecha en el sistema global de lo igual. O la gente practicando atracones de series, visualizando continuamente solo aquello que le gusta: de nuevo, proliferando lo igual, nunca lo distinto o el otro.» Son dos de las potentes imágenes que utiliza el filósofo Byung-Chul Han (Seúl, 1959), uno de los más reconocidos diseccionadores de los males que aquejan a la sociedad hiperconsumista y neoliberal[1] tras la caída del muro de Berlín. Libros como La sociedad del cansancio, Psicopolítica o La expulsión de lo distinto compendian su tupido discurso intelectual.[2]

1984. «En la orwelliana 1984 esa sociedad era consciente de que estaba siendo dominada. Hoy no tenemos ni esa consciencia de dominación», alertó en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, donde el profesor formado y afincado en Alemania disertó sobre la expulsión de la diferencia[3] y dio pie a conocer su particular cosmovisión, construida a partir de su tesis[4] de que los individuos hoy se auto explotan y sienten pavor hacia el otro en el desierto o el infierno de lo igual.[5]

autenticidad. «La gente se vende como auténtica porque todos quieren ser distintos de los demás, lo que fuerza a producirse a uno mismo. Y es imposible serlo hoy auténticamente porque en esa voluntad de ser distinto prosigue lo igual. El sistema solo permite que se den diferencias comercializables.»

autoexplotación. «Se ha pasado del deber de hacer una cosa, a poder hacerla. Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede y, si no se triunfa, es culpa propia. Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando. Es la pérfida lógica del neoliberalismo que culmina en el síndrome del trabajador quemado.»

revolución. «Ya no hay contra quien dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión.»[6]

alienación. «La alienación de uno mismo se traduce en anorexias o sobreingestas de comida o consumos de ocio.»

big data. «Estamos en pleno dataísmo: el hombre ya no es soberano de sí mismo sino resultado de una operación algorítmica que lo domina sin que lo perciba. Hay que ajustar el sistema: el ebook está hecho para que yo lea, no para que me lea a mí a través de algoritmos.»

carta digital y renta básica. «Necesitamos una carta digital que recupere la dignidad humana y pensar en una renta básica para las profesiones que devorarán (serán devoradas por) las nuevas tecnologías[7]

comunicación digital. «Las relaciones se reemplazan por conexiones y solo se enlaza con lo igual. La comunicación es solo vista, hemos perdido todos los sentidos. Estamos en una fase debilitada de la comunicación, como nunca: la comunicación global y de los likes solo consiente a los que son más iguales a uno. Lo digital no duele, no pesa, no huele, no opone resistencia. Pasas un dedo y ya está.»

narcisismo. «El narcisista es ciego a la hora de ver al otro y sin ese otro uno no puede producir por sí mismo el sentimiento de autoestima.»

arte. «El arte ha degenerado en narcisismo, está al servicio del consumo, se pagan injustificadas burradas por él, es ya víctima del sistema.»

otros. «Cuanto más iguales son las personas, más aumenta la producción. El capital necesita que todos seamos iguales, incluso los turistas. El neoliberalismo no funcionaría si las personas fuéramos distintas.»

refugiados. «Con el actual sistema neoliberal no se siente temor, miedo o asco por los refugiados sino que son vistos como carga, con resentimiento o con envidia. La prueba es que luego el mundo occidental va a veranear a sus países.»[8]

tiempo. «Es necesaria una revolución en el uso del tiempo. Necesitamos un tiempo propio que el sistema productivo no nos deja. Requerimos de un tiempo de fiesta, que significa estar parados, sin nada productivo que hacer, pero que no debe confundirse con un tiempo de recuperación para seguir trabajando. El tiempo trabajado es tiempo perdido, no es tiempo para nosotros[9]

Nota de [eLTeNDeDeRo]. Estos ‘filósofos’ no han leído a Marx y se les nota el antimarxismo o anticomunismo (de las dos Coreas, Byung-Chul Han fue a nacer en la Corea del Sur y se le nota agradecido). Al final, resultan más ideólogos del capitalismo que el propio capitalismo que dicen criticar.

–enlace a La miseria de la filosofía, de Karl Marx (1847)

[1] hiperconsumista y neoliberal, por decir clases medias primer mundistas. El presunto filósofo y el presunto periodista, confabulados por vendernos una ideología a la medida de un grupo de edad, de espacio y tiempo. Y eso que, se supone, la filosofía había de tener una validez universal. ¡Dígales usted hiperconsumista o neoliberal al patera o a la pobre musulmana tapada por su macho tapador, tal vez lapidada!

[2] Donde tupido, podría decir estúpido sin que pasara nada, broma que se gasta algún lector.

[3] Barcelona, profesor. Encima, a micro abierto y gastos pagados.

[4] ¿particular?, ¿cosmovisión?, ¿tesis? Lo que sería una mera ocurrencia de sobremesa, Han & Geli lo eleva a los altares de lo académico y universal.

[5] el infierno de lo igual: subconsciente miedo al comunismo propio de surcoreano acomodado.

[6] Con ‘filósofos’ así, normal que nadie sepa de donde provenga la represión.

[7] Tomen nota gobiernos de izquierda. El salario mínimo interprofesional (SMI), antes que a trabajadores, a pequeñas y medianas profesiones (pymes y autónomos) que devorarán (serán devoradas por) las nuevas tecnologías.

[8] ¡El turismo al tercer mundo como prueba de amistad con refugiados!

[9] Por una vez, el supuesto filósofo se aproxima a la teoría marxista de la alienación que trae consigo la venta de la fuerza de trabajo y el salario como mercancía. La solución no es recambio, sino más ¡tiempo de fiesta!


vigencia de la filosofía.

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Ayer jueves 21 fue el Día Mundial de la Filosofía. Muchos arriman el ascua de su filosofía (no de la “historia del pensamiento”) a esta conclusión: sin filosofía en los planes de estudio ¿quién enseñará a razonar?, cuando la verdad la dijo Marx en 1845 dentro de sus Tesis sobre Feuerbach, la número 11: «La filosofía no ha hecho más que interpretar el mundo; se trata ahora de transformarlo».

Más acá de Marx, y de su crítica contra el idealismo alemán, la filosofía (no la “historia del pensamiento”) no ha hecho más que justificar la explotación del hombre por el hombre y la división social del trabajo entre explotadores y explotados. Gracias a esa división entre el trabajo manual y el (vamos a llamarlo) trabajo intelectual, han llegado a nosotros los Sócrates, Platón y Aristóteles que asentaron sus privilegios de clase acomodada y silenciado la falta de acomodo de los demás. Que un Sócrates dijera lo del conócete a ti mismo o que un Diógenes le cortara el rollo a Alejandro, porque le quitaba el sol, no anula lo esencial: la filosofía (con excepciones) ha sido la voz de su amo, puntal y cimiento del poder.

Vamos a los filósofos, hombres y mujeres, de nuestro siglo (Wikipedia, categoría: Filósofos de España siglo 21): 180 personas en España se etiquetan ‘filósofo’, oficio antaño de holgazanes paseando por el ágora su sabanita al hombro bien puesta, como los pinta el libro de texto. Suponiendo que alguna cabeza de estas 180 (incluyendo Emilio Lladó, Antonio Escohotado o Fernando Savater) haya aportado una sola idea original, un renglón o un verso nuevo a lo que ya está escrito, me comería este artículo. ¡Y no digo si alguien de la filosofía hubiera desarrollado un cuerpo de pensamiento para cambiar el mundo!

Daniel Lebrato, filósofo, ¡ya puestos!


filosofía, amor a lo que ya se sabía.

Daniel Camaleón en grande (2)

Vivo rodeado de buenas cabezas que confían en la filosofía y defienden la vigencia de la filosofía como asignatura dentro de los planes de estudio. No hace falta dar nombres, pero filósofos son o por filósofos se tienen enormes mentecatos y falsificadores de la realidad para ajustarla, la realidad, a la medida de sus intenciones, de sus partidos y de sus nóminas, puesto que, encima, quieren cobrar por filosofar mientras otros bajan a la mina, reparten bombonas o suben al andamio. Digamos que lo que importa no es la persona sino el objeto. No el filósofo ni su filosofía sino lo que ha sido la historia del pensamiento: cómo han pensado quienes pensaban por la clase dominante, ayer Sócrates o Platón, antier Unamuno, Ortega o María Zambrano, hoy Sabater, Marina o Rodríguez Tous. Lo dijo Marx en su célebre tesis 11 sobre Feuerbach, publicada en 1845: Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.

Marx Tesis sobre Feuerbach en la Casa del Libro
Marx Tesis sobre Feuerbach en la Casa del Libro

las causas (el escultor).

¿No se cansan ustedes de la enésima indignación por la enésima víctima del enésimo atentado contra la enésima víctima, provocado por los enésimos motivos que enésimas personas y asociaciones condenan por enésima vez? La lógica las llama las causas. Ir al origen del problema. Aristóteles distingue cuatro causas: material (el bronce de la estatua), formal (la forma de la estatua), eficiente (el escultor) y final (adornar un templo). De las cuatro causas, una responde a la pregunta para qué y, por tanto, es finalidad. Dos responden a cómo y con qué y, por tanto, son circunstancias (necesarias, si se quiere). Solo una causa responde a la pregunta por qué, cuya respuesta remite a un quién, el sujeto humano protagonista de una acción motivada. [Quién pasaría a qué, como sujeto de cosa, pero eso solo incumbe a la gramática: es evidente que las cosas, al no tener conciencia, no pueden tener motivación; a ciegas sí: una lluvia torrencial es causa de una inundación]. Lo indiscutible: las cuatro causas aristotélicas se reducen a una, la que sirvió a Tomás de Aquino y a la escolástica para demostrar que Dios existe: puesto que el mundo existe (premisa), alguien tuvo que hacerlo (conclusión). Y si el cuadriculado pensamiento escolástico se las ingenió para llegar a la causa primera (no de la existencia de Dios, sino de la Iglesia), ¿qué no podrá hacer el pensamiento dialéctico sobre el desquiciado mundo del que no paramos de quejarnos, de invocar enésimas soluciones que solucionan poco o nada?

Una causa se conoce por su efecto. Una causa es primera cuando detrás de ella ya no hay efecto y cuando, sin ella, tampoco.

Las causas nunca van solas. Las causas del bien deseado (las del gracias a) se juntan para parecer buenísimas. Ocurre con libertad y democracia, causas eficientes del mejor de los mundos posibles. Y las causas del mal aborrecido (las del por culpa de) se juntan para generar confianza y opinión favorable.

La causa origen de todas las guerras está en las fuerzas armadas. Sin embargo, nos hacen creer que armas y ejércitos son un bien para nuestra defensa. O para fabricar el Airbus, crear trabajo y combatir el paro.

La causa origen de las guerras de religión es la religión. Sin embargo, nos hacen creer que la religión es cultura o civilización.

El causa origen de la violencia de género es la familia. El machismo se genera ahí.

El escultor, o sea.

*


patrañas.

Defecto propio es creernos lo que nos interesa creer (que hay otra vida o que soy buen padre y mejor poeta) y, defecto ajeno, creer aquello que interesa a alguien que nos creamos. El diccionario llama patraña (de pastraña, de pastores, de pacer) a una invención urdida con propósito de engañar; fue también relato breve de carácter novelesco, como El Patrañuelo de Joan Timoneda (Valencia, 1567). Patraña rima con España, la de las mentiras y embelecos, y con campañas, las electorales y las mediáticas que llevan al pueblo a pensar como grupos de presión quieren que piensen. Para lo que importa, tan patraña es decir de los mundos posibles[1] como en el peor, porque los dos paralizan que ‑ni mejor ni peor‑ otro mundo es posible y ya tendríamos que estar intentándolo. Recuérdelo quien se acerque o vote al posibilismo de ciertos partidos (que, mientras los voten, siguen viviendo del cuento) y quien se crea las maldades perpetradas por Rusia en Siria o en las elecciones presidenciales USA. Hagan como el detective Hércules Poirot. Averigüen a quién beneficia el crimen, quién es el asesino.


[1] Como plantea el cuento filosófico Cándido de Voltaire (1759), recreado ahora por J.J. Díaz Trillo en Cándido en la Asamblea (novela, 2016).

VIGENCIA DE LA FILOSOFÍA

filosofos1

VIGENCIA DE LA FILOSOFÍA

105 toneladas de marfil de elefante quemadas en Nairobi,
19 toneladas de resina de hachís incineradas en Tijuana,
82 toneladas de cocaína carbonizadas en Colombia,
130 mil litros de leche entera de vaca tirados a los ríos de Galicia,
1.300 millones de toneladas de alimentos sanos rechazados
por alguna deformidad previa a los supermercados de este mundo.


 

el bien común

el bien común en pñagina PROCOMUN
el bien común según la página de Tomás Bradanovic

EL BIEN COMÚN

Dos conductores van a infringir el tráfico. El primer conductor, en la autopista, va a poner su auto a 140 por hora cuando sabe que la velocidad está limitada a 120. El segundo conductor, en una avenida urbana que dispone de tres carriles en cada dirección, va a dejar su auto en doble fila ‑“Solo será un momentito”‑ mientras él hace una gestión.

Los dos conductores infringen, actúan contra el código o reglamento de circulación. La pregunta es ¿cuál de dos actúa, además, contra el bien común? Sus respuestas a eLTeNDeDeRo y a nuestra página amiga De Barbas y Boinas.


 continúa: la solución

El aburrimiento, Lester

Hipólito G. Navarro

(Hipólito G. Navarro)

EL ABURRIMIENTO, LESTER
–maneras de pensar 2–
Cataluña, Filosofía y Podemos

El tema Cataluña cansa. Desprestigiar un asunto por agotamiento es una táctica estudiada. Entre las dudas de la gente y la impericia del pensamiento tópico, quien pierde es lo nuevo, el cambio, y quien sale ganando es siempre lo establecido. Desde junio de 2010, que el Constitucional echó para atrás el proyecto soberanista catalán, son más de 5 años que a Cataluña se le niega el derecho a decidir. Cinco años cansan. La reacción del pensamiento simple, a nivel de calle, es la deseada: sin haberse dado la experiencia soberanista, el anticatalanismo sube en las encuestas, en las tertulias y en los bares. Esto recuerda el enorme anticomunismo ambiental que dejó el comunismo en el siglo 20, comunismo que tampoco se llegó a dar en ninguna parte porque no se le dejó.

La cuestión catalana es una cuestión de titularidad y definición: si Cataluña es o no una nación y de quién depende administrativa y políticamente: si de Madrid o de sí misma. Quien en ese debate introduce factores como la corrupción (de los Pujol, de Convergencia) o la deuda histórica de Cataluña con Andalucía o Extremadura provocada por los desequilibrios territoriales, debiera razonar como en matemáticas y descartar factores comunes a un lado y otro de la ecuación: corrupción y desequilibrios pertenecen al campo capitalismo y clase política, y no deben mezclarse, sino anularse en el debate. De hecho, corrupción y desequilibrio se dan en y entre Andalucía y Navarra, Extremadura y País Vasco, Gibraltar y La Línea, Ceuta y Tánger o Tetuán.

Se entiende que si alguna disciplina o asignatura nos enseñara desde chicos a pensar, los dardos de nuestros pensamientos irían dirigidos al punto del que se habla, no a lo que nos dicen unos y otros que tendríamos que pensar. El profesorado de filosofía se queja de la suerte de su asignatura, en vías de extinción. A bote pronto, uno se pregunta: si se pierden horas de filosofía, ¿quién va a enseñar a la gente a pensar? En la respuesta, el profesorado de filosofía no sale muy bien parado. En el fondo, todos sabemos que muy pocos son los profesores o profesoras que nos enseñan a pensar (pensar la historia, pensar la lengua, pensar pensar) y, muchos, los que nos enseñan a obedecer. Para lo cual, vamos con Sócrates, con Platón, con Aristóteles, panda de ilustres reaccionarios elevados por el sistema a los altares de la memez y de la democracia.

Que se conserven y respeten los derechos adquiridos por el profesorado no nos obliga a conservar ni a respetar el cuerpo de doctrina que se transmite en su asignatura. Vaya desapareciendo en buena hora. Y conste que yo, profesor de lengua, voy detrás, y le tocará el turno a mi asignatura concebida como un arma de poder y de distinción de la clase alta sobre la baja a través del vulgarismo y de la ortografía. Cuando es un hecho que la gente ni sabe hablar ni sabe pensar, lingüísticos y filósofos ya podríamos planteárnoslo en serio y dejar de caer en el tópico de que sin nosotros no habría lengua o no habría ideas. Y conste también que soy firmante de la petición en Change Org y doy el enlace para que, quien quiera, lo firme.

La última perversión de las ideas es que alguien aplauda el fichaje del tal general para ministro de Defensa de Podemos. Pablo Iglesias, ¿no sería mucho mejor y más económico (no digo más progresista) meter en programa el Cuerpo Único de Seguridad del Estado (CUS), por cierto, algo pedido por los sindicatos de la Guardia Civil desde hace años, Guardia Civil que, a su vez, nadie sabe, la mayoría de las veces, en qué se diferencia de la Policía Nacional? Y a ustedes, ¿no les parece que quien entra en política debería quedar en excedencia y renunciar a la paga del Estado para ponerse en nómina del partido que lo ficha? ¿No hay algo perverso en que del Presupuesto del Estado se siga pagando el sueldo a quien ya no trabaja para todos sino para un partido particular? No tiene nada que ver pero, por eso mismo, eLTeNDeDeRo recomienda la lectura de Hipólito G. Navarro, El aburrimiento, Lester. El aburrimiento, gente.

Ni cultos ni demócratas, 5 del 11 2015

Foto: PáginaDeEspuma.com

UNA PELÍCULA GRIEGA (filosofía y filósofos)

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UNA PELÍCULA GRIEGA
(filosofía y filósofos)

La teoría marxista del arte y de los oficios y de los bienes no productivos (un gol, una emoción) afirma que algo es algo si el mercado paga por ese algo, si circula como mercancía con valor de cambio, el valor de uso podría faltar. La diferencia entre un urinario y el urinario de Marcel Duchamp es que este circuló como mercancía arte y los demás, como simples urinarios; y la diferencia entre un violinista y alguien que toca el violín (mejor incluso que el violinista profesional) es que el violinista cobra y gana como músico, ocupa la casilla de violinista, y el que toca el violín, no tiene por qué. De todos los oficios improductivos que dicen los modernos que nos dejó la antigua Grecia, el más pintoresco ha sido el filósofo, esa especie de sacerdote laico. En su versión más creíble, el filósofo sería mezcla de profesor, académico y consejero, oficios los tres por los que se podía estar en nómina en la sociedad esclavista que fue Grecia. En su parodia cutre y en lenguaje de Epi y Blas: ¡Buenas! Yo soy el filósofo, me levanto por la mañana, me pongo mi sabanita y me voy al ágora; ya estoy en el ágora, ahora, a transmitir mis pensamientos; al volver me encuentro la comida en la mesa, me echo la siesta y, por la tarde, otra vez a pensar. Hace unos días leí en la página de un profesor de filosofía, buen escritor y buen colega mío: Fui ayer con dos filósofos y una filósofa a ver en el cine una película danesa que recomiendo. Filósofo, no. Él, como yo, es profesor de secundaria, yo de lengua y él de filosofía, aunque cada uno tenga, tenemos, derecho a nuestro propio personaje y hay también muchos de mi cuerda que, siendo funcionarios docentes, titulan de poeta y por demás van al cine con otros poetas a ver quién liga con la poetisa. Pero, en serio, en serio, somos lo que cobramos, por lo que nos pagan, y como emisores necesitamos receptores que nos perciban como lo que decimos que somos. Y hoy nadie está dispuesto a que otros piensen por nosotros. Si acaso, el club de fans de un Fernando Savater, quien firma como filósofo e intelectual en su wiki de visita. Lo que es seguro: nadie acude a él como discípulo al maestro, a que le dicte la verdad y la respuesta a las grandes cuestiones de la vida, quién soy, de dónde vengo y esas curiosidades de las que mi madre diría Daniel, hijo, qué de pamplinas preguntas. Solo por haberse identificado Savater con Rosa Díez, la de UPyD, ya da idea de la fiabilidad de su pensamiento, no digamos de su visión oracular, con proyección de futuro. El propio Ortega y Gasset, brillante en La deshumanización del arte (1925), no fue más que un profesor con mucho de pensador, algo de político y nada en la historia universal de las ideas que lleve su nombre. No. No hay filósofos. Hay contertulios, cada uno con sus ideas, y hay historia de las ideas, del pensamiento. Y el profesorado. El día que la filosofía desaparezca como asignatura, no desaparecerán las ideas. Las más de las veces ‑Marx lo dijo‑, la filosofía ha sido, con la enseñanza, la religión y la política, un conservante o edulcorante de un viejo precocinado: la explotación del hombre por el hombre. Otra cosa, y que mi colega me perdone, no he leído yo, en los libros de texto que se manejan. Que ciertos oficios, que fueron de tinieblas, continúen y se reivindiquen a sí mismos como de luces imprescindibles, no anula que todos los pedestales se nos han caído encima de la cabeza. La película griega, de Sócrates hasta Tsiripas, ¿quién, salvo los protagonistas, sigue creyendo en ella?