el pensamiento único que llevamos dentro.

Utopía

apostillas a El virus y la bola de cristal

Las ideas del artículo El virus y la bola de cristal no tienen nada que ver, aunque se agradece la comparación, con la Utopía de Tomás Moro, ni con distopías de ciencia ficción. Son ideas que alumbró el siglo 20, y que el 21 no ha hecho más que olvidar a beneficio, claro, de una panda que sigue gobernando el mundo y viviendo del cuento.

En El virus y la bola de cristal se hablaba de los partidos políticos como “asociaciones para el manejo y manipulación de voluntades”. ¿No lo son acaso? Y contra la democracia como inexistente mientras se asiente en la “división electores/elegidos” que algún día la democracia de verdad verá “tan desfasada como la división por sexo o raza”. Para una legión de cabezas pensantes, eso es realismo puro.

Que “pediremos ser controlados por la Administración, ya sin ventanillas ni oficinas” lo vemos hoy por las sucesivas áreas virtuales que ya gobiernan o administran nuestra vida pública (expedición de documentos, tarjetas sanitarias, recetas médicas, Hacienda, DGT, pagos y cobros). ¿Qué dice quien dice que el control atenta contra su libertad?

Que pasarán al “museo del olvido” oficios o trabajos, lo estamos viendo. [1] Que vamos a una sociedad cada vez más robótica y, por tanto, más ‘deshumanizada’… Solo hay que imaginar esa automatización sobre tareas que hoy se creen insustituibles: taxistas, tenderos, burócratas, pero también reyes o presidentes.

Imaginar un mundo sin guerras es mucho más fácil que lo contrario. ¿Se imaginan una guerra entre España y Marruecos; entre España y Portugal o Francia o Reino Unido, se imaginan? ¿Entonces por qué se imaginan el gasto en Ejército y Defensa?

Y si ya no concebimos la pena de muerte, ¿por qué no algún día próximo sin pena de cárcel, cuando el delito se justifique por injusticia social (el robo) o trastorno mental (el crimen)?

Que la ciencia tuviera “otra ética” no vendría mal a la humanidad. ¿O es que no hubo ciencia de laboratorio en ciertas invenciones del siglo 20? ¿No hubo cerebritos de premio nóbel tras los gases de exterminio, esterilizaciones, genocidios, bombas atómicas?

¿Y la Onu? ¿No salió configurada a la medida de las potencias vencedoras de la 2ª Guerra Mundial? ¿No es ese el germen del Consejo de Seguridad? ¿Ha de durar para siempre?

¿Y la Otan? ¿No fue respuesta ‘defensiva’ ante la Unión Soviética y fuerzas del Pacto de Varsovia? ¿Por qué, entonces, ya sin Soviética ni bloque del Este, la Otan continúa? [2]

Y pasando a proyecciones de índole personal que hoy aparentan estar en el centro del debate, el debate no existe. Convénzase, viejo militante en costumbres de otra época: No habrá toros de sangre. No habrá cofradías invasivas (tal como ahora se apoderan de la ciudad). No habrá cada año una portada de Feria distinta.

Porque hasta el almanaque festivo y laboral que hoy comanda una iglesia será sustituido por un cupo de días festivos y laborales que lo que en el futuro será empresa y trabajo administrarán a voluntad y por convenio al día, a la semana, al mes y al año. ¿Que usted quiere su viernes como descanso semanal…? ¡Ahí tiene usted su viernes, sea usted o no musulmán! (Estará prohibido el tapadismo religioso.) ¿Que usted quiere su sábado…? ¡Ahí lo tiene sin problema! ¿Su ramadán…, su yom kippur… para tomar vacaciones con motivo el que usted quiera…? Y los chinos que quieran cerrarán por el Año Nuevo chino. En realidad salvo un calendario escolar, que tiene que haber, todos los calendarios nos vienen impuestos y hasta el papa Francisco, recordarán ustedes, propuso una Semana Santa en días fijos, y no móviles. No le dejaron ni hablar:

–Se ve que es nuevo, el pobrecito.

Mírese usted en los bolsillos. No sea que entre sus llaves y pañuelos lleve usted, en el fondo, un buen pensamiento único, ¡ay truhán!

[1] Sin salir de gente de mi edad: ¿cuántos soportes de audio y vídeo (con sus correspondientes negocios y comercios) hemos conocido? vinilo, casete, cedé, mp3, mp4… ¡Para al final Youtube o Spotify! Imagínense qué fue de la efepé de singles y elepés. Atención, familias, qué carrera dan a jóvenes y adolescentes en edad de labrase (imaginarse) un futuro.

[2] La respuesta es obvia para quien respira pacifismo: la Otan había venido no para defendernos sino para quedarse. ¿Sabían ustedes que en 1954 la URSS propuso su unión a la OTAN, con el objetivo de mantener la paz en Europa,​ pero los aliados rechazaron la propuesta? La paz y el desarme a nivel mundial han sido objetivo de la Onu (pueden verlo pinchando aquí). Por paz se entendía coexistencia pacífica y el desarme arrancaba por la no proliferación de armas nucleares o de destrucción masiva; recientes, como estaban, Hiroshima y Nagasaki. ¿Seguro que detrás de Covid-19 no está algún listillo jugando con lo que no se debe? ¿Y no será el coronavirus un arma de destrucción masiva? Lo que es seguro es que la duda no tiene nada que podamos llamar conspiranoico.

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