Les muestro un hilo, desde su puntada inicial [entre corchetes las correcciones]:
Carmen Álvarez Marín: Desde IU Sanlúcar apoyamos y nos ofrecemos a colaborar con Aecc Sanlúcar. En el #DíaMundialContraElCáncer, militantes y nuestra candidata de IU a la alcaldía de #Sanlúcar Carmen Álvarez Marín ha estado con ellas.
Mano tendida para los y las que [quienes] luchan contra esta enfermedad desde todos los frentes. Desde aquí nuestra continua reivindicación de más apoyo y más recursos en la investigación.
Daniel Lebrato: ¡Valiente submarino envenenado, la Asociación Española Contra el Cáncer!
Jose Bernal Hidalgo: Daniel Lebrato usted debería de tener un poco más de respeto hacia la labor completamente altruista y solidaria que realizan estas mujeres. Le aconsejo que antes de insultar, se acerque por la sede y vea los servicios gratuitos, talleres, y actividades que ofertan para los enfermos de Cáncer y sus familiares. Y en un día mundial contra esta enfermedad como fue donde [cuando] se realizó esta foto, la Sra. Álvarez y otros políticos (sin importar sus ideales) dejaron su trabajo unos minutos, para visitarlas, trasladarse sus apoyo y colaborar con ellas.
Diego Gallego Cruz: Jose Bernal Hidalgo eso es muy loable. Lo que me cabrea es que [los de] IU vaya[n] para mendigar votos como hace[n] siempre.
Leído lo cual, Daniel Lebrato no ha insultado a nadie. Lo de ‘envenenado’ iba con la intención que no mezclar dos modos de afrontar y enfrentar la acción social: uno es la caridad o la solidaridad (que al final vienen a ser lo mismo: peticiones a la persona o al Estado del Bienestar) y otro la justicia y la razón. La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) une, desde 1953 y desde su cruz de Santiago, indubitables símbolos franquistas, junto a las damas de la alta sociedad, empezando por su majestad la reina, que la preside. La hucha de pedir debería estar prohibida a sensibilidades contrarias a toda forma de mendicidad. Y la hucha petitoria no se distingue de la mano del indigente que nos solicita limosna ni del gorrilla que nos aparca el coche ni del músico callejero que, si le preguntan, nos dice que le encanta la vida bohemia. Mucho mejor que todo eso, que son los oficios del no (porque antes o después contribuimos o NO contribuimos), es la ciudad sin caridad, sin manos al pasar, sin huchas y sin indigencia. Desde IU, organización que vino a desguazar el Partido Comunista, no entiendo que se dé vuelo a caridad ninguna. Donde hay caridad (puede ser oenegé o solidaridad cualquiera) no hay justicia ni hay derecho. Otro día hablamos de lo que cubre y no cubre la Seguridad Social y de lo que debería cubrir el seguro de cada quien en una población que todo lo cifra en pedir y pedir y pedir y se os dará. Así está la gente y así está España, como en tiempos del Lazarillo de Tormes.