La estrategia del feminismo contra el patriarcado exige una acción política colectiva y a largo plazo y, mientras, adopta las tácticas del sindicalismo y de ideologías y formas de vida cotidiana que no se miden por votos ni por leyes ni por días señalados como el 8 de marzo.
1ª toma falsa no tan falsa del 8‑M.
Un Día de la mujer como el Día de la madre
Ya es feminismo en El Corte Inglés. Se ve un 8 de marzo declarado festivo, con regalo incluido a las mujeres por ser mujer. Se veía venir. ¿Quién, en su sano juicio y por cuánto tiempo, va discutir o a estar en contra de la igualdad hombre mujer? La Iglesia habrá dado órdenes sagradas a las monjas para que las monjas oficien la misa y en el ejército habrá tantas generalas como generales. Vean, si no, la película Figuras ocultas (Hidden Figures, 2016), que cuenta la historia de tres mujeres negras que compitieron con éxito y ascendieron en la escala social y laboral de los varones. Una dio sus cálculos matemáticos al primer programa espacial tripulado de los Estados Unidos (Jonh Gleen, 1962); otra fue la primera mujer supervisora de IBM; y otra, la primera ingeniera aeroespacial. Aquella loca carrera armamentística nos dejó un presente desolador también por obra de aquellas tres mujeres negras luchadoras por sus derechos civiles. Ocurre cuando pides igualdad sin cuestionar a qué te igualas o cuando haces películas sin saber qué película haces: que dejas el mundo peor que estaba y, encima, sin mala conciencia. ¿Se acuerdan de la lucha contra la mujer objeto? Pues ¡pasarela para todos!, machos y hembras, y el cuerpo objeto continúa. La paradoja la pone el tapadismo de las mujeres de obediencia islámica. Las feministas que conozco, cuando les sacas el tema, te salen por los cerros de la cultura, de la pluralidad o del si a ellas les gusta. Y en la cobertura del pasado 8 de marzo cadenas como Atresmedia (con El Intermedio del Gran Wyoming o Zapeando) tuvieron el finísimo tacto de ponernos en pantalla mujeres con velo en primera línea de pancarta: que se vea que ellas también levantan el puño por la igualdad, ¿no te jode?
2ª toma falsa del 8‑M. El día de la mujer trabajadora
Hace tiempo el 8‑M perdió su nombre de Día de la mujer trabajadora. Aparte repartos hombre mujer que vienen de lejos (yo al campo, tú a ordeñar la vaquita; yo al barco de pesca, tú a envasar el pescado), gran parte del desequilibrio laboral de las mujeres se soluciona haciendo efectivo el derecho laboral al amparo del artículo 14 de la Constitución, que establece los principios de igualdad y no discriminación. Y es competencia de la Inspección de Trabajo hacer cumplir lo de a igual trabajo, igual salario, donde igual incluye igual uniforme, iguales deberes y obligaciones, etc. Lo que sorprende no es la lucha de las trabajadoras contra la brecha salarial y la discriminación; lo sorprendente es la desidia de una Administración y de una clase política que, cuando interesa, todo lo cifra en el imperio de la ley.
3ª toma falsa falsa del 8‑M. El día de la ama de casa
El trabajo doméstico aporta al PIB entre un 30 o un 40 por ciento. Lo que en casa es economía sumergida, en la hostelería se paga, y con iva. Admitido que el trabajo hay que pagarlo, ¿quién paga al ama de casa? ¿Usted y yo, a través de los Presupuestos del Estado? ¿O la familia a quien lava la ropa y le pone la comida en la mesa? El colectivo amas de casa que actúe como sindicato de trabajo de hogar y allá se entienda o le monte la huelga a la patronal de los maridos (o parejas o cónyuges o residentes mayores de 18 años), quienes se harán cargo de nóminas, cotizaciones, permisos, vacaciones, salud e higiene y demás. Firmado el convenio (colectivo o personal), lo de si ayudas o colaboras (co‑trabajas) en las tareas domésticas sería un rancio debate. Como si el carrito de la compra o del bebé lo empuja el padre o la madre. A usted o a mí, ¿qué más nos da?
La película del 8‑M. mujer / femenino / feminista
1º) Mujer o hembra es pura categoría biológica distorsionada por la familia (familia que trae herencias, consecuencias y pensiones); asociación que es gran patraña, pues siempre han parido las mujeres y no siempre la familia ha sido tal como es. Ni tiene que serlo.
2º) Lo femenino es una construcción: ahí entran faldas frente a pantalones y entra además la historia que (como el pasado que es) ya no se puede modificar. Argumentar las pocas mujeres que ha habido en la ciencia o en las artes tiene tanto recorrido como lamentar las pocas mujeres que fueron a las Cruzadas o los pocos esclavos notables en una sociedad esclavista.
3º) Tras sus primeros orígenes por el derecho al voto (sufragistas, siglo 19), el feminismo ha sido una utopía, una solución global, una edad de oro que traería la emancipación para todo el género humano una vez el género se librara del patriarcado (y del matriarcado, hay que añadir). De ese feminismo, como de nada que suene a revolución social, de eso, no se oye hablar. ¡Mujer, cambia de acera y hazte bollera! es lo más en el orgullo fem.
Final. Por mucha igualdad y mucho reparto que se consiga, las hembras paren y dan teta. Y los machos no. Masculinos varones que os empeñáis en ser hombres embarazados (12.500 resultados en Google), dejadlo ya. Y hembras que no cuestionáis la familia, la pareja y la sexualidad (vuestros poderes y limitaciones), cuestionarlo ya. Os queda una última película, de terror, contra abusos, violaciones y malos tratos, materia sensible este 8 de marzo y los que vengan. La inseguridad física no os la quita nadie pero un mundo sin represiones y sin demostraciones, sin roles que ahora se asignan desde el balón y la muñeca de los Reyes Magos, seguro despeja el miedo a salir de noche en una sociedad enferma y nauseabunda. Y seguro que en todo este análisis, de familia y roles, El Corte Inglés no hace campaña el 8 de marzo del año que viene ni ninguno.
Daniel Lebrato [eLTeNDeDeRo] para TeVeo