Etiqueta: San Juan

solsticio 63.

LXIII (63)

 

Así pues nosotros

príncipes de sal y de caricias

                                           contemplamos

la imprescindible cópula del Sol

             sticio de San Juan

Luz contra luZ

                       SILENCIO

Sabemos que Occidente dulcifica sus pasiones

y no se llevan ya las metáforas atlánticas


 

De quien mata a un gigante (1988)

noche de San Juan.

noche de san juan foto la voz de galicia
foto La Voz de Galicia

No admite la Academia sanjuán. Y debería, como admite donjuán. Noche de San Juan, de sanjuán para los amigos, las navidades laicas se celebran ahora. Por sanjuán no hay misa ni cura que la bendiga. Aún no había cristianismo, y Juan de Zacarías se lo inventó. Empezó a bautizar en el río Jordán a quien Dios quiso (que pasara por allí), con lo cual daba entrada a una Iglesia en obras

, porque ni Jesús de Nazaret, a quien Juan llevaba cinco años, fue primero en bautizarse, ni el Padre tenía el Cielo preparado para recibir almas, ni estaba San Pedro de portero. En fin, una chapuza. Será por eso, y porque es un santo de agua y fuego, que a Juan Bautista lo pusieron al cuidado de la fiesta de las hogueras en el mar y a dividir los dos hemisferios. Esta noche, quemad algo de ningún valor pero de mucho valor para vosotros. La quema puede ser simbólica pero hay que hacerla a su hora, las doce, y expresar un deseo. Viene bien por sanjuán una buena compañía ‑puede ser un libro, un vino‑, con el propósito renovado de ser buenos y justos frente a la injusticia que nos rodea, que esa, sí, a ver si arde bien pronto. Inventaos la gloria, como hizo el Bautista. Feliz verano en el Norte, invierno en el Sur, y paz a los hombres y mujeres de buena voluntad. Algún día venceremos.

SAN JUAN

 

Pagano como un dios cristiano o a la inversa.

Ardiendo y apagando incendios que provoca.

 

Tiene las uvas sin uvas que le disputan

los primeros de enero y el hemisferio sur.

 

Se sabe la canción de a quien conmigo,

de misteriosas albas, romances y pilotos

 

y la instantánea pólvora que brilla y que se apaga

como nosotros en la noche más breve.

Agosto

la invención de la homosexualidad en los Sonetos del amor oscuro de Federico García Lorca.

Lorca

 

Los sonetos del amor oscuro escenifican la prevalencia de la biografía sobre el texto. La leyenda tejida en torno a ellos consistió y consiste en hacer de los sonetos un reconocimiento de homosexualidad por parte del autor, Federico García Lorca. Sin embargo, no hay nada en los sonetos que, literalmente y en comentario de texto, demuestre declaración autobiográfica o confesión personal (lo del escándalo es juicio de valor y el escándalo vende, y el comentario de texto no está para juzgar ni para vender).

El 22 de mayo de 2015 escribe en ABC Isabel M. Reverte, experta en Lorca:

«En los sonetos aparece por primera vez y de forma explícita su reivindicación de la homosexualidad.

[hay que demostrarlo, señora Reverte]

»La familia no quería publicarlos porque “no podía soportar que alguien dijera que Lorca era homosexual”.

[hay que demostrarlo, familia Lorca]

»El entonces subdirector de colaboraciones culturales de ABC, Santiago Castelo, añade que el calificativo de oscuro era un juego que hablaba del amor prohibido entre estos amigos.»

[hay que demostrarlo, señor Castelo]

Comentarios así, a puñaítos.

Frente a tamaña unanimidad, eLTeNDeDeRo agradecería que alguien demuestre: aquí, en esta palabra o en este verso, aquí o aquí (señalando con el dedito), aquí radica la declaración de homosexualidad o la prueba del hombre de carne y hueso.

En realidad, Lorca actuó como otros poetas homos de su generación como Aleixandre o Cernuda (por no hablar de los sonetos de Shakespeare o de los versos libres de Walt Whitman): dirigirse al amor, receptor masculino que igual esconde el amado de las canciones de San Juan de la Cruz (¿hubiera estado bien visto un varón receptor de sus canciones?), que una lesbiana que un mariquita o que un amor heterosexual. Analizaremos uno a uno los masculinos de los 11 sonetos. Mañana en eLTeNDeDeRo. Se admiten ideas. [enlace a Historia oculta de los sonetos.]

propo preposiciones.

Cuando estábamos en el colegio no circulaban todas las preposiciones que ahora circulan y, en cambio, algunas eran arcaísmos: cabe, so; durante y mediante figuraban como participios activos y versus y vía, se ve que nadie había caído en su existencia. Las 19 eran: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras. Con esas preposiciones familiares yo construyo ahora -no es nada original- esta retahíla que intenta decir algo y no sé cómo:

PREPO PROPOSICIONES
versión régimen de la primera de las Canciones
entre el Alma y el Esposo (1584),
de San Juan de la Cruz.

*
A ti, ante ti, bajo tu,
cabe ti, contigo, contra ti,
de ti, desde ti, en ti,
entre tú
y yo,

hacia ti, hasta ti, para ti,
por ti, según tú,
sin ti, sobre ti,
tras ti salí clamando, y eras i…
*

para Mi amor no sabe decirme que me quiere (2013)


arte mayor, arte menor y arte real


cantar y contar | sociología de la métrica española | verso y versificación | imparisílabos y parisílabos

Es curiosísima ‑y por alguna razón, nunca explicada‑ la asociación que se produce entre la respiración del romance octosílabo, que tiende a la narración, y la respiración de los versos de 5, 7 y 11, que tienden a la lírica sentimental.

Quien hoy quiera contar algo que pueda parecer heroico, trágico o mítico, y lo quiera contar en registros de la llamada literatura popular, dispone del cuento o leyenda o de la versificación por octosílabos. Por su fácil memorización y en géneros orales (anteriores a o al margen de la imprenta), el octosílabo asonantado se impuso desde la serie épica de tres mil y pico versos de los cantares de gesta, hasta los romances de la Reconquista, la copla en cuarteta o tercerilla (soleá, en métrica andaluza), el pareadillo (o aleluya) o ya el refrán. Este ir reduciéndose los poemas es mecanismo de defensa de la memoria por salvar del naufragio lo esencial o la moraleja, recorrido que no comparte la versificación imparisílaba de heptasílabos y pentasílabos de la lírica tradicional, cuya estrofa reina es la seguidilla. Una y otra versificación cargan con el nombre de arte menor (¿menor en importancia o menor en cantidad silábica?) desde que un fraile clasificó así la obra de juglaría con ánimo de mayor para su mester de clerecía.

Medir (juzgar) lo culto y lo popular según la medición del verso (larga o corta como las luces de un coche o como disputa de varón con varón por ver quién la tiene más larga) demuestra su estupidez ante el selecto club del arte real: versificación culta trovadoresca, de influencia francesa, a base de octosílabos consonantados, tipo Coplas de Manrique. Lo de real se le puso por oposición al arte mayor castellano, tipo Trescientas de Juan de Mena, denominación que estuvo vigente muy breve tiempo en la poética castellana, desde el último cuarto del siglo 15 hasta mediado el 16, cuando triunfó y se impuso el endecasílabo italiano, el que, todavía y no bien explicado, se enseña como arte mayor. [1]

Sea como sea, al español le quedó la versificación (mejor que el verso) en imparisílabos, para la lírica, y ahí está San Juan de la Cruz o las Nanas de la cebolla; o en parisílabos, para la narración, y ahí están La canción del pirata o el Romancero de Lorca. Cantar o contar. Naturalmente, hablamos de tendencias, lo que no quita un Romancero de ausencias, como el del propio Miguel Hernández, o lo que a usted, que esto lee, se le ocurra escribir o experimentar.

♦♦

[1] 1496: Arte de poesía castellana de Juan del Enzina. 1543: Obras de Boscán y Garcilaso.