Chaves, Griñán y la primera comunión
Dos justicias. Una implica a Presidentes de Andalucía en lo que pasaba bajo su mando en Andalucía. Otra justicia obliga a un niño a hacer la primera comunión contra la voluntad de uno de los dos (padre o madre) titulares de la patria potestad. La primera justicia, en Andalucía, acierta. La segunda se mete donde no la llaman. Si para hacer la comunión, la Iglesia exige la doble autorización, allá ella: la justicia no debe intervenir ahí. Ya es escándalo que el Estado consienta la manipulación de menores que empieza con la pantomima bautismal. De momento, si el niño no ha conseguido el doble consentimiento de padre y madre, que el niño crezca hasta alcanzar su mayoría de edad. A la justicia, ¿qué más le da?