El mundo que yo conozco es un partido a dos bandos: Bienestar contra Capital. El capitalismo lo impregna y lo manda todo con su diverso etiquetado: desde anticapitalismo a democracia, izquierda, opinión pública, bienvenidos refugiados, feminismo, ecología, arte y cultura, educación, o salvar el planeta. No habrá altruismo inventado o por inventar que, mientras dure el capitalismo, no venga a parar al capital.
El mundo que yo conozco, desde el bienestar, tomó el Estado del Bienestar como si fuese o hubiera sido el sueño de una noble y vieja aspiración social. Votantes y votados, electores y elegidos, izquierdas y derechas, bienvenidos refugiados y refugiados mismos, mismas, hembras y varones, matriarcado y patriarcado, metrópolis y colonias, conquistadores y conquistados vinieron a dar todos los mundos en uno.
El capital, mientras recibía nombres de neoliberalismo, sociedades líquidas o del espectáculo, reía a carcajadas.
Ilustraciones tomadas de © Rafa Iglesias TeVeo
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