Hay un exceso de palabras y hay palabras estropeadas. Y noticias que leemos, y nos quedamos sin palabras.
Noticia 1:
«Mercadona despide a un veterano empleado por comprar cuatro bandejas de pollo que había rebajado “con claro ánimo de lucrarse”. JFS se ahorró 1,51 euros aplicando un descuento por encima del permitido sobre un producto que se iba a descartar. La empresa explica que el abuso de confianza y la vulneración de su convenio sobre compra de productos es una falta “muy grave” y objeto de despido.» (elDiario.es, 28/09/20).
Noticia 2:
«Un hombre sale del armario tras un mes escondido. El varón, de 36 años, estaba metido en el armario del dormitorio de una adolescente de 15 que conoció en una aplicación de citas.» (El Correo de Andalucía, 29/09/20)
En el primer texto, al margen de una deontología personal (empleado que rebaja un producto no debe ser cliente de ese producto), llama la atención lo de ánimo de lucro, cuando el lucro consiste en ahorrarse 2,51 euros máximo sobre una compra de 5,02. ¿Cada vez que compramos lo más barato vamos por ánimo de lucro o como compradores que ajustan su economía al carro de la compra? Es verdad que lucro, latín lucrum, basta que sea “ganancia o provecho que se saca de algo”, y el empleado de Mercadona se lucró. Pero el ánimo de lucro (Wikipedia) es de ámbito de Derecho Penal y Derecho de Contratación. En el país de Bankia y Rodrigo Rato, muy fuerte, entonces, lo de ánimo de lucro.
En la noticia del que salió del armario (tras un mes escondido) vemos un ejemplo claro de cómo el eufemismo, esa cursilería, acaba volviéndose contra la comunidad de hablantes que lo practica. «salir del armario (o salir del clóset, más frecuente en América) significa declarar voluntaria y públicamente su homosexualidad.» (Wikia.org Cultura LGTB) Ocurre que el significante armario y salir del armario han quedado contaminados por miedo (tabú) al significado homosexual, y a soy homosexual. Y eso sin entrar en por qué la homosexualidad es algo que hay que declarar (como se declara la renta o a Hacienda).
Lean el cuerpo de la noticia: «Según la Policía, ambos se conocieron por medio de una aplicación de citas hace unos dos años. Él viajó desde Luisiana, su lugar de residencia, hasta Spring Hills (Florida) para encontrarse con ella y tener relaciones sexuales. Cuando fue detenido llevaba cinco semanas en Spring Hills viviendo en la casa de la familia de ella y tuvieron relaciones sexuales varias veces. La chica dijo que Él es su novio y que cuando se conocieron por internet le mintió la edad. Le dijo 18 años, pero tenía 15.»