desmontando el Rocío.

No es nuestro entrar en qué hay de auténtico y de falso, de fiesta o devoción, de jolgorio o penitencia, de arte o artesanía, de civil o religioso en el Rocío. Basta saber que el Rocío, tal y como lo conocemos hoy, es creación reciente de clases medias animadas por Junta, concejalías, Gobierno y ayuntamientos que han visto en la romería y en todo lo que esta mueve un filón económico comparable a otros caminos, como el de Santiago.

Vean, si no, las fechas. Una imagen que data de entre el siglo 13 y finales del 15, como tantas, con múltiples restauraciones. Una devoción de 1653, plena Contrarreforma, cuando la Virgen de las Rocinas fue proclamada patrona de Almonte con fiesta el 17 de septiembre (Natividad y dulce nombre de María); en Pentecostés desde 1758, por darle más papel a la abstracción del Espíritu Santo precisamente el siglo de las luces, tantas que en todo el siglo 18 no se fundó ninguna nueva hermandad. Una romería desde 1653 y un salto la reja desde 1969 (antes la procesión salía a las 11 del lunes). Pero fíjense, sobre todo, en las hermandades, por orden de antigüedad de fundación:

Hermandades nuevas y porcentaje:

Siglo 17→       5          4,16 % del total de fundaciones

Siglo 18→       0

Siglo 19→       4          3,33 %

Siglo 20→       86        71,66 %          

1913-1935→    15        12,5 %→7,5 % bajo la República

1939-1975→    23        19,16 % bajo el franquismo
a 0,57 fundaciones año

1977-2019→    74        61,66 % bajo la democracia
a 1,76 fundaciones año

Siglo 21→       26        21,66 %, a 1,36 fundaciones año

Lo que se llama devoción, tradición, la fe de mis mayores transmitida de padres a hijos desde siempre, no es como lo pintan. Que el mayor índice de rociación coincida con la España del Seiscientos, años 60, de la semana inglesa, del finde y de la segunda vivienda (mucha, en Matalascañas) cuando la recalificación residencial del Aljarafe, el auge del turismo y del Coto de Doñana, ya en democracia (a 1,76 hermandades nuevas por año), desmonta la exclusividad de la Fe y de la Iglesia en todo esto.[1] La relación entre Estado del Bienestar y Rocío es más fuerte que entre Iglesia y Rocío. Nada más que en los 80, años de la Movida y del primer Psoe en la Moncloa, se fundaron hermandades a 2 por año, una velocidad insólita. Ese ritmo aumentó en los 90, hasta 2,3. A 1,8 se fundó entre 2000-2009, y ahí están en lista de espera 48 hermandades no filiales, cuatro de ellas americanas, con Albacete, Benidorm, Cartagena, Hospitalet de Llobregat, Madrid (4 distritos), Medina del Campo, Melilla, Menorca, Navarra, Sabadell, Salamanca, Santander, Segovia, Terrassa, Torrevieja o Vitoria-Gazteiz. ¡Hay banquillo!

Y no es que Canal Sur y medios informativos se hagan eco de un fenómeno religioso único en el mundo: es que inducen a él con incluso programas del tipo ¿Cuánto cuesta ir al Rocío?, en plan servicio público y consumidores. Juzguen ustedes.

Enlaces:

Jesús Abades, La autoría de la Virgen del Rocío

El origen del salto de la reja

La fiesta según Sevilla

De la fiesta según Sevilla, a la fiesta según el Vaticano

[1] En seis años de República se fundaron 9 hermandades, a 1,5 por año.


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