Desde que el mundo existe, existe su contrario (norte, sur; Caín y Abel), que puede ser su suplementario (falda o pantalón) o su complementario (macho y hembra). Analicen sus pasiones y sabrán las pasiones contrarias que suscitan. Quien no tiene enemigos, decía Gracián, tampoco suele tener amigos. Lean el artículo de Manuel Rivas sobre el español antitaurino y verán cómo defender la tauromaquia de sangre o de maltrato, en nombre de su larga tradición entre nosotros, atenta contra la no menos larga y tradicional postura abolicionista.