ELOGIO DE “QUIEN” Y MENOSPRECIO DE “EL QUE”
–Hablando en coeducado–
Bien está tonto el que lo lea porque no vamos a decir *tonto o tonta el que o la que lo lea. Lo que no tiene sentido ‑porque nunca lo tuvo‑ es decir *el que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón *el que se pica ajos come o *al que madruga Dios le ayuda. Lo correcto es quien roba, quien se pica y a quien madruga.
quien, del latín quĕm, acusativo de qui, es pronombre que admite antecedente plural, posibilidad que muchos hablantes desaprovechan: personas de quien he recibido favores, es tan bueno o mejor (porque es más breve) que personas de quienes he recibido favores, y es ejemplo que pone la Academia en su 19 edición. El ejemplo literario más conocido lo tenemos en Gabriel Celaya en su poema España en marcha publicado en 1955, ese que empieza “Nosotros somos quien somos” no “quienes somos”. Con él les dejamos.
ESPAÑA EN MARCHA
–de Cantos iberos, 1955–
Nosotros somos quien somos.
¡Basta de Historia y de cuentos!
¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.
No vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.
Somos el ser que se crece.
Somos un río derecho.
Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.
Somos bárbaros, sencillos.
Somos a muerte lo ibero
que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.
De cuanto fue nos nutrimos,
transformándonos crecemos
y así somos quienes somos golpe a golpe y muerto a muerto.
¡A la calle!, que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
No reniego de mi origen,
pero digo que seremos
mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.
Españoles con futuro
y españoles que, por serlo,
aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.
Recuerdo nuestros errores
con mala saña y buen viento.
Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.
Vuelvo a decirte quién eres.
Vuelvo a pensarte, suspenso.
Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que empiezo.
No quiero justificarte
como haría un leguleyo.
Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.
España mía, combate
que atormentas mis adentros,
para salvarme y salvarte, con amor te deletreo.