Si me preguntan que es hoy ser revolucionario, a (es decir confiar en un vuelco a la realidad), revolución no conozco sino devolver el origen de la riqueza, de donde aparenta estar bajo el Estado del Bienestar (dinero, empresa, inversión, creación de empleo), a donde siempre estuvo, que es el trabajo de hombres y mujeres, contra su voluntad, y porque de otra forma no viven.
La perversión del sistema es esta: yo, el capitalismo, soy el origen de la riqueza (mientras yo progrese, progresamos todos), cuando la verdad del cuento (tercamente marxista) es que sin trabajo no hay nada: ni capitalismo, ni riqueza ni formas de vida. Esta observación común (en cuanto abrimos los ojos al andamio, a la mina, al campo o a la fábrica) ha sido corrompida por la parte contratante para justificar sus cuentas de beneficio, sus plusvalías hurtadas a la parte contratada.
Izquierdas, sindicatos, progresistas, oenegés, fundaciones, agentes benefactores en tal o cual área de producción o de pensamiento productivo (I+D, ecología, feminismo, utopías proyectadas sobre el Planeta o Aldea Global) revierten en revolución con solo volver a este axioma (refrán o frase hecha) previo a Marx y posterior a Marx: «todo es economía», también la historia, la religión, la filosofía, el arte, la literatura, la ecología, el feminismo. Todo es capitalismo y el resto (contando los más altos valores), cuento chino.
Tal vez la humanidad bien pensada y pensante no salga nunca del círculo vicioso a donde fue llevada. Pero cuántas tonterías dejarían de imprimirse en libro, de exponerse en aulas o de referirse a título de ejemplares o merecedoras de premio nóbel. Si no podemos por un mundo más justo, hagámoslo al menos por un mundo más claro.
Queden ustedes con polémicas de segundo orden que no van a revolucionar nada. Una nos pregunta si hay ecologismo de derechas en España y otra se abre en canal entre el Partido Feminista y el Colectivo Trans, con lobby gay y vientres de alquiler al fondo. Ambas polémicas yo las volvería a pensar Prima della rivoluzione (Bertolucci, 1964), antes de la revolución que acabó en el Estado del Bienestar. Que ustedes lo piensen bien.
Estos son los enlaces:
¿Por qué no hay ecologismo de derechas en España?
El Partido Feminista frente al Colectivo Trans