
SIENTE TUS PIES HUNDIRSE
Siente tus pies hundirse
bajo la tierra
en silencioso crepitar de siglos.
Tu cuerpo se estremece
‑coraza al viento,
papel de enamorados‑
y corre por tus venas
la redondez de la sabiduría.
Ya tus brazos se elevan
y se alargan tus dedos
formando un cielo enorme
de hojas sobre el páramo.
En sombra cadenciosa y placentera,
el caminante anota:
Para otra vida,
quisiera ser un árbol.
José M. Marrodán para el Día mundial del árbol y la poesía
Bormujos, Delegación de Medio Ambiente, 2004
[eLTeNDeDeRo]