Etiqueta: 8 de marzo

vindicación de la igualdad.

La república de la igualdad, segunda exigencia que fue, tras la libertad, en la Revolución Francesa (1879), pasó a ser patrimonio de la humanidad con la Internacional (1864). El sueño de aquella igualdad era la equiparación de blancos y negros, hembras y varones, ricos y pobres ya sin privilegios de clase, raza o sexo.

Al contemplar ahora el feminismo 8 de marzo el Viejo Topo piensa que sí, que está muy bien combatir la brecha salarial o la violencia sexista, pero no podemos olvidar a las mujeres mendicantes (muchas de ellas, rumanas, tan europeas como las españolas) ni a las monjas de uniforme ni a las musulmanas tapadas, ni a las mujeres que se aprovechan del Estado para traer familia numerosa subvencionada, por no hablar de amas de casa o prostitutas sindicales que consolidan el patriarcado, en vez de combatirlo, y que el 8‑M harán huelga feminista y se quedarán tan frescas. La igualdad, vista así, resulta francamente conservadora y reaccionaria. Nada que ver con la igualdad entre personas que comparten un mundo global en condiciones comunes.

de balde.

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La Cámara de los Balones es un espacio de Radio Sevilla Cadena Ser ideado por José Antonio Sánchez Araújo (Alcalá de Guadaíra, 1945) allá por el año 94 (hace ya 25 años) con el objetivo de humorar las rivalidades Betis Sevilla y lo que venga. En 2010 el programa pasó a José Guerrero, el Yuyu, y, desde septiembre 2018, a su conductor actual, Manu Sánchez, quien sigue contando con Fran Ronquillo, único superviviente de la etapa Yuyu y quien sigue dando vida, mediante imitaciones, al Maestro Araújo. El pegajoso asfalto de La Cámara de los Balones es el localismo y, su techo de cristal, Canal Sur o El Larguero, de cobertura nacional.

A La Cámara me llevó Zafarrancho Vilima, a invitación de Manu Sánchez para un directo abierto al público en el Centro Cívico de Castilleja. La emisión tuvo tres ejes, Castilleja, el deporte y el feminismo (ante el inminente 8 de marzo) y un remate de los tomates con Zafarrancho Vilima (Álvaro con Manolo y Patri). ¿Qué pintaba allí el Profesor Lebrato, a quien trataron, sin merecerlo, como estrella de plató? (Por esas cosas de la vida, a Rafa Iglesias, de TeVeo, y a Álvaro Martín, de Zafarrancho Vilima, los dos humoristas, el profesor Lebrato les hace gracia o hacen uso de él para la parte seria de sus proyectos.)

De entre las demandas lingüísticas en que me mete Álvaro Martín, cabían, para la ocasión, cámara, balones, castilleja (de la cuesta, del campo, de guzmán y de talhara, todas en el Aljarafe cuando lo normal es castillejo o castillejos); cuesta, relieve en cuesta, alixeño, castillejano, palabras así. Al final, y dado que la entrada al acto era gratis (free), al profesor propusieron el sintagma de balde, locución adverbial procedente del árabe andalusí bátil > batl > bald, donde significaba estúpido, idiota, imbécil, simple, necio, torpe, y de ahí a vano, inútil, nulo, inválido, efímero o caduco. Semejante etimología (suministrada al momento a mi teléfono por el magnífico Diccionario Etimológico español en línea de Chile) no la podía el profesor lanzar a un público no iniciado y por demás entregado a las buenas causas del día y de su pueblo. Me limité a notar la diferencia entre de balde, que es gratis, y en balde, que es inútilmente, y a traer, por su común raíz, las palabras baldío (terreno que no se cultiva o esfuerzo sin éxito) y baldado (imposibilitado o muy cansado) y cómo allí estábamos de balde y no en balde, pues aunque alguien acabara baldado, todo sería, fue, con aprovechamiento.

Otro día hablamos de cómo en lenguaje deportivo se puede y se debe aplicar un lenguaje coeducado que evite el penoso desdoble (la afición, mejor que los aficionados y las aficionadas) y que cumpla las normas de inclusión. Gracias: Álvaro Martín y Manu Sánchez.

el hilo invisible (Phantom Thread, 2017)

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Alpinistas sobre sus tacones,
de escote para submarinistas,
las ganadoras del Óscar, o nominadas,
desfilaban por la alfombra roja,
unas de otras envidiosillas del premio,
del peinado o del vestido o de la cola
que traería cola de público y cadenas
de todo el mundo.
Prada o Giorgio Armani o Valentino
o Reynolds Woodcock en su película
tenían las llaves del costurero de las reinas.
Pero ellas, dignas y unánimes, juraban todas
cuatro días antes de aquel 8 de marzo
que estaban contra los estereotipos femeninos.


[LA CORTE DEL REY BOBO]


La materia del feminismo.

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8 de marzo

La materia del feminismo no es la igualdad civil o sindical, sino lo específicamente femenino en forma, función y significación, esto es: sexualidad, maternidad y rasgos distintivos por oposición a lo masculino. Mientras las mujeres no se planteen las bases que confluyen en la familia (constituciones de sexo y de pareja, tratos y contratos conyugales o matrimoniales), pero también en las pasarelas de Hollywood y de los Óscar, el feminismo no habrá avanzado nada.


 

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Límites y paradojas del feminismo.

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Octavia Spencer

La película Figuras ocultas (Hidden Figures, 2016, Talentos ocultos en Hispanoamérica) cuenta la historia de tres mujeres negras que compiten con éxito y suben en la escala social de los varones. Una dio sus cálculos al vuelo de John Glenn, primer astronauta usa en dar la vuelta a la Tierra (1962). Otra fue la primera mujer supervisora de IBM y otra, la primera ingeniera aeroespacial de EEUU.​ Eran los años de la guerra fría y del anticomunismo interior en un país obsesionado con un ruso bajo la cama y mentalmente muy militarizado. Aquella loca carrera armamentística todavía dura y, mientras, nos ha dejado: el acoso a todo lo que no les gusta (Urss, China, Corea, Vietnam, Cuba, Chile, Venezuela; Israel, gendarme del mundo árabe); Guerras del Golfo, Torres Gemelas, terrorismo yihadista, es decir, un panorama desolador también por obra de mujeres luchadoras por sus derechos civiles. Es lo que pasa cuando pides igualdad sin resolver antes a qué te igualas: que la consigues y dejas el mundo peor que estaba, como pasará el día que la Iglesia equipare a curas y monjas. Quien lo dude, tome ejemplo de la moda o de la mujer objeto. La igualdad ha consistido en machos héteros y homos que se pintan las uñas, que se ponen pendientes y zapatos de tacón, lo cual: el cuerpo objeto continúa. Límites y paradojas. Si un límite lo pone un mundo varón que al feminizarse se perpetúa, otro límite lo pone un mundo hembra que al expandirse vuelve a su origen: el feminismo como componente de la conciencia contemporánea comparable al ecologismo, al animalismo o a las virtudes de la dieta mediterránea, que es muy difícil no participar de ellos. La paradoja la pone el tapadismo por obediencia islámica. Las mujeres feministas que conozco, cuando les sacas el tema, se salen por los cerros de Úbeda de la cultura, de la pluralidad, de la diversidad o de la convivencia como si el tapado no fuera varón varón y quienes lo llevan (por su gusto o a la fuerza, qué más dará), hembras de vida fastidiada con el visto bueno del feminismo occidental.

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análisis del feminismo (ante el 8 de marzo).

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Las luchas sociales son revolucionarias porque una parte de la sociedad les da sentido. Miren lo que le ocurrió al marxismo político, que se quedó sin base el día que la clase obrera se aburguesó encandilada por el Estado del Bienestar. Otras luchas sociales no han sido nunca de clase, sino interclasistas, transversales; como el movimiento feminista, que lo mismo abarca (bajo el epígrafe ‘derechos de la mujer’) a la obrera currante que a la duquesa de Alba. Visto así, que seamos partidarios de la igualdad civil y sindical entre hombres y mujeres no nos hace del partido feminista. (Tampoco ser pensionista ‑ahora que se agita el colectivo‑ significa nada: pensionista es quien se jubiló con sueldo de alto ejecutivo y quien cobra el salario mínimo.) El feminismo, desde sus orígenes sufragistas, ha sido un movimiento de amplio recorrido, es verdad, aunque siempre interclasista salvo para Lidia Falcón y su Partido Feminista, de 1975. Desde entonces, la sociedad ha conocido un proceso doblemente perverso: la desideologización de las causas dentro del grupo oprimido por la asunción de las causas por parte del grupo opresor, caso, el más evidente, que se dio con la mujer objeto cuando los varones empezaron a posar marcando paquete o, más allá, con sus tacones de aguja y con sus uñas pintadas. Quien ahí vio una sociedad líquida debió creer que con ese título dejaríamos de hablar de sociedades capitalistas, que es lo que sigue habiendo, lo llamen como lo llamen, solo que ahora con la complicidad de las pobres criaturas que muerden el anzuelo que conduce a su propia cosificación o alienación. A igual trabajo, igual salario, sí, y contra el acoso laboral y sexual: esa es la tierra firme del 8 de marzo. Pero a distintos sexos iguales roles, no, por mucho que se empeñen los varones embarazados. Esa es la parte inestable de la huelga femenina o feminista del 8 de marzo.

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de Mercurio al Guadalquivir.

José Peral López foto Paco Fuentes para El País
José Peral López (foto Paco Fuentes para El País)

El periodismo de escuela (o la escuela de periodismo) siempre ha querido distinguir entre información y opinión. Desde que la prensa es descaradamente de empresa, la opinión de la empresa lo tiñe todo o lo contamina: noticias, columnas de opinión y, por descontado, artículos editoriales. Es el caso del Grupo Planeta, que mueve los hilos de Onda Cero, Antena 3, La Sexta y Atreseries; el diario La Razón y la revista Mercurio.

La revista Mercurio (Sevilla, Fundación José Manuel Lara, Grupo Planeta) tiene la habilidad de editorializar sobre la actualidad sin que se note demasiado. Llegaban las navidades y Mercurio dedicó su número de diciembre (no a la navidad, que sería demasiado obvio) a las religiones del libro. Antes, en octubre y noviembre, candente el referundismo en Cataluña, fueron los números dedicados literalmente a la tierra herida y a la idea de Europa. Ahora en febrero, hacia el 8 de marzo, el tema no podía ser otro: heroínas de novela. Nada que objetar. Puede ser una táctica de ensamblar cultura y libros con lo que pasa en la calle y preocupa a la gente.

Consejero de la revista Mercurio, Jesús Vigorra, ejerce desde su programa en Andalucía TV, de Canal Sur, parecido papel de editorialista al servicio de lo psoemente correcto. Vean el programa que Vigorra y Charo Gutiérrez dedican a José Peral López, comisario de la exposición Guadalquivir, mapas y relatos de un río, imagen y mirada. Hasta el 18 de marzo en el Archivo de Indias de Sevilla. El editorial va sobre las medallas a las bellas artes en Andalucía: el feminismo según Vigorra. Después, José Peral, no se lo pierdan.

Mañana hablaremos de las heroínas de novela.

«Quiero creer que [Clarín] la amó y que detestó a la sociedad que obligaba a todas las Regentas del mundo a padecer. Pero recuerdo al mismo tiempo sus patriarcales y duras palabras contra la educación igualitaria de las mujeres, que “pugna tanto con las costumbres, con las preocupaciones y acaso con el temperamento nacional”. Recuerdo sus críticas a Emilia Pardo Bazán por querer ser académica. Y recuerdo sobre todo, como un bofetón, que la llamó “puta” en una carta a Pérez Galdós por atreverse a tener opiniones propias.» Ángeles Caso, Las regentas, Mercurio, febrero 2018, pág. 13.

–enlace al artículo de Alfonso Vázquez, Emilia Pardo Bazán, una mujer que se atreve.

–enlace a Guadalquivir, mapas y relatos de un río


orgullo y prejuicio.

Pride and Prejudice (1813), de Jane Austen, hoy se reformula al revés, prejuicio y orgullo, pues toda causa justa acaba en orgullo, que es una forma de no ir al origen, a las causas. Orgullo light, orgullo down, orgullo clown. Prejuicios patronales contra la clase trabajadora los Primero de Mayo acabaron en el orgullo sindical el Día del trabajo. Igual hicieron con el Día de la mujer trabajadora, ya Día de la mujer, incluidas rentistas y holgazanas. Las bicicletas, incapaces de enfrentarse a los coches, se acogieron al orgullo bici por aceras y zonas peatonales. En orgullo Obama terminaron los prejuicios contra la raza negra y en orgullo ha terminado la lucha por la libertad sexual ‑cuyos prejuicios eran intimidad y privacidad‑, primero Orgullo gay, luego Orgullo de gays y lesbianas y Orgullo lgtb, con transexuales y bisexuales, hasta el Orgullo lgtbiq, con i de intersexual y q de queer, raro, en inglés. Tanta inicial, abusivamente la abrevian en Día del Orgullo, sin más. Lo chocante es que ese orgullo emerge cuando los varones machos se cuestionan o cuando el feminismo está desaparecido desde que aceptó el velo islámico como cultura, orgullo, y no como supeditación. Mientras los varones no se sienten orgullosos todos de ser varones ni las hembras todas, de ser hembras, viene el mariquita o la mariquita o la persona rarita con qué orgullo tengo, solo por ser quien soy. (Lloran intimidad y privacidad.) Íbamos quitando etiquetas, y este colectivo exterioriza lo peor del primer mundo: la cosificación del cuerpo y la pleitesía a la moda y al dinero. De no hay más paraísos que los perdidos, hemos pasado a no haber causas, más que las perdidas.


apostillas al 8 de marzo.

Mariadolores González Cantos: apostillas a discurso desagradable contra el feminismo residualpublicado por eLTeNDeDeRo con motivo del 8 de marzo.

La emancipación de la mujer significa su realización personal sin dependencia del hombre, como nos decía mi padre cuando exigía un título que facultara para ser independientes, se casaran o no, sus tres hijas. A los tres hijos no les tenía que decir nada. Y eso supone una concepción de la mujer -por parte suya y de los hombres- que aún está por llegar.

Por lo menos se me ocurren estos rasgos: sin sumisión esperada o actuada por el otro; sin proteccionismo activo del otro; sin celos del otro ante éxitos profesionales mayores o supuestamente superiores de la otra…

¿y qué más?

…sin que funcione el patriarcado, la prevalencia del padre, hermano, esposo, compañero de trabajo, compañero de autobús, varones en general -dentro o fuera de su ámbito cercano- que conviven en el barrio, en la ciudad, en el país, en el mundo.

Mariadolores González Cantos, 9 de marzo 2017

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8 de marzo | discurso desagradable contra el feminismo residual.

El feminismo que convivió con la lucha de clases corrió el riesgo ‑o hizo el ridículo‑ de hacer de las mujeres una clase social (Partido Feminista, de Lidia Falcón, 1977). Desde el punto marxista, una mujer trabajadora tenía que abordar una doble emancipación: como feminista y como luchadora por la cuestión social. Un siglo después, no hay clase naturalmente beneficiaria de ninguna revolución que merezca el nombre de revolución social: la lucha de clases está desaparecida. Y el feminismo también está desaparecido desde el momento que asumió el tapadismo de mujeres que alegaban sus motivos culturales e identitarios para taparse con gusto. Sigue, eso sí, un feminismo sindical del tipo a igual trabajo, igual salario entre varones y hembras, y poco más. Y no es de extrañar que un frívolo presentador de TV felicitara el 8 de marzo a las mujeres de su programa como se felicita el día de la madre.

Queda pendiente la asunción de la maternidad como realización personal independiente del varón y del Estado. Queda la abolición de la familia ganancial y como unidad económica tal y como ahora se entiende. Y queda que el Estado empiece a hablar de población y no de fomento a la natalidad.

La pregunta en euros a las mujeres, a cada mujer una a una, es cuánto cuesta ser madre, quién lo paga y quién lo va a pagar cuando el Estado, entendido como sociedad de contribuyentes, no tenga por qué apoyar ni subvencionar una institución estrictamente privada.

No querrán reconocerlo, pero quienes desde el Bienestar abogan por el apoyo a la familia, por el reparto de tareas o por la conciliación de las vidas laboral y familiar están diciendo lo mismo que la santa madre Iglesia. Algún día tendrán que callar.

Hombre o mujer: la vida que tengas, págatela. Y eso incluye a las mujeres que acuden entusiasmadas y sin pasar por caja a recibir los frutos de su maternidad.

eLTeNDeDeRo deja a ustedes con un poema de nuestro Antonio Machado quien escribió Pascua de resurrección para Campos de Castilla en mayo de 1909. El poeta, de 34 años, estaba por casar con Leonor, de 15. Tal vez por eso, escribió así

PASCUA DE RESURRECCIÓN (fragmento)

Buscad vuestros amores, doncellitas,
donde brota la fuente de la piedra.
¿No han de mirar un día, en vuestros brazos,
atónitos, el sol de primavera,
ojos que vienen a la luz cerrados,
y que al partirse de la vida ciegan?
¿No beberán un día en vuestros senos
los que mañana labrarán la tierra?
¡Oh, celebrad este domingo claro,
madrecitas en flor, vuestras entrañas nuevas!

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