(contra Paul Éluard, quien escribió:
No iremos hasta el final de uno en uno sino de dos en dos
Conociéndonos de dos en dos nos conoceremos todos
Nos amaremos todos y nuestros hijos se reirán
De la leyenda negra donde llora un solitario.
La humanidad inquieta y bien pensada tarda en reconocer que lo que hoy se juega en Ucrania o en el Polisario se llama Derecho a Decidir. Llegaremos al final. Desde Ucrania o Sahara. Marruecos o España llegarán al final. Y todos llegaremos por derecho a decidir.
La apuesta del futuro no será por lecciones de historia ni de democracia. No será por acarreo de los siglos. Será por el puro derecho, individual y colectivo, a decidir. Tan frívolo como una moda, tan firme como un tatuaje, tan convencido como una fe. Derecho a decidir.