La matria y la muerte.
Ayer 18 de julio alguien puso esta nota:
«Queda feo decir que nadie ha dicho hoy, día 18, que si no hubiera habido ejército, tampoco golpe de estado ni guerra civil en España.»
Y antier publicó eLTeNDeDeRo Cómo librarse de penosas dictaduras comunistas respuesta al pavo que no iba a callarse que Cuba es “una penosa dictadura comunista”. Sin la dictadura ensayo de Franco o de estados amigos vecinos, como Alemania o Francia, ¿qué sabríamos de dictadura?
—Esto es dictar la dictadura. Quien lo probó lo sabe.
Si fuéramos razonando distinto del modo que razonamos ahora (con esa razón que deja a salvo al amo y no a quien le ensilla su caballo) no habría habido golpe judicial contra el estado de alarma. Porque el poder ejecutivo representativo del voto en las urnas, prevalecería en todo caso. Y el titular no sería «La renovación del consejo del poder judicial», sino el concepto mismo de poder judicial. El estado de emergencia pertenece a la esfera de la administración (de la salud), y no de la política. Lo que, por cierto, fue notado por alguien al comienzo de cuarentenas y toques de queda. Pero el gobierno más progresista de España ahí que estuvo con su Pedro y su Pablo sacados en procesión con don Illa y san Simón. Alguien se gozó en esa jugada. No solo la derecha cerril instrumentaliza o prevarica con la justicia.
síntesis
Pensar algo o en algo es empezar a convertirlo en realidad. Y vamos a hacerle caso al miedo climático: el tiempo se nos acaba a quienes conocimos, siquiera como idea, la otra cara de la mentira que nos estaban contando.
Toda esa izquierda a favor del bienestar, y no del Estado del Bienestar, tendríamos que hacer algo y hacerlo a tiempo porque nuestra generación se acaba.
La muerte va llamando a filas a quienes como Pilar Bardem (n. 1939) nacieron al acabar la guerra, y a quienes, con Plácido Fernández-Viagas Bartolomé (n. 1952), llevaban, llevamos, matrícula años 50.
Que otros jueguen a matrias y patrias, que, al fin, las dos palabras consolidan una España Unida Podemos en la que nunca creímos porque nunca fue nuestra.
Un comentario en “La muerte y la matria.”