¡Viva la clase médica!, dijeron,
como si la masa hubiera podido
alcanzar altas carreras,
para el caso, medicina,
y como si los hospitales
se construyesen solos.
¡Todos con la clase médica!, sí,
pero yo no he sido
quien limpiaba aquel cuarto de leones,
quien decía a las visitas
¡Silencio, está estudiando!
Tampoco fui el último de la clase,
ese de obras públicas
por donde pasan veloces
doctores a su turno,
ambulancias hasta la uci.
¡Viva la clase médica!,
cuando enfermé y me ingresaron
y me dejé de discursos
sobre clases sociales.
foto portada: LeMonge