Es el adjetivo o vocativo que más se oye decir para calificar a otra persona y se aplica por igual a grandes y chicos, a la abuelez incluso, a varones o a hembras. ¡Qué guapo! ¡Qué guapa! Como otros epítetos en principio peyorativos, guapa o guapo lo mismo se usan en positivo que en negativo. Te has colado, guapa. Donde también se elogia, oído en madres en tutoría, que “el hijoputa no me estudia y me saca en todo sobresaliente”.
guapa, guapo [58.7 / 64.5 millones de gugles], bonita, bella, maja, linda, hermosa. Del latín vappa: bribón, granuja, pendenciero, perdonavidas. En la picaresca, galán que festejaba a una mujer. Adjetivo. Bien parecido, acicalado, bien vestido, animoso, bizarro y resuelto, que desprecia los peligros y los acomete. A ver quién es el guapo que se atreve a hacer eso. En vocativo expresa cariño, a veces con retintín, o irritación. Cállate un poquito, guapo. No es tu turno, guapa.
En literatura popular, la rivalidad por la belleza (Quién hay más guapa que yo) ocupa un lugar destacado en cuentos de terror próximos al infanticidio por la madre, las hermanas o la madrastra y, por parte masculina, hasta el incesto. La madre envidiosa, Blanca Flor y otros etcéteras. Y es conocido el tema de la bella durmiente o blancanieves; su antídoto sería la bella y la bestia.
Tomada en serio y en feminismo, la palabra guapa es moda que apabulla otros calificativos que podrían decirse a las criaturas en su carrito, como hermosa, bien criada, buena, sana, lista, espabilada o inteligente. Indicio de los tiempos, la frivolidad del culto al cuerpo y ante el espejo.
ANTE EL ESPEJO
Mari y Ángeles pusiéronse un día
a ver cuál de las dos era más bella…
¡Corten! ¡Corten! ¿Belleza por mujer?
¡Si eso ya no se lleva, ni en varones!
Se lleva la belleza en las ideas,
servir, no ser servida, y dar al otro
el trato que precisa y se merece,
lo justo a la mirada que nos mira.
Pasa la vida y pasa y quedan lejos,
aunque ahora nos gusten, los espejos.
Daniel Lebrato, Historias de la literatura