1º Se exige y pondera, y se busca, el trabajo pero lo que todos quieren es una renta o un trabajo para no trabajar.
2º El sector servicios, de ocio o tiempo libre, obtiene sus máximos beneficios en días de fiesta y con cuanta más población ociosa (turistas, rentistas, creyentes, etc.), mejor que mejor .
3º ¡Felices fiestas!, pues, porque quien está de fiesta y la disfruta no está en paro ni de guardia ni echando horas extra. ¡Felices fiestas!, porque la patronal del sector se frota las manos y se pone las botas. ¡Felices fiestas!, porque el máximo tiempo libre es la máxima humanidad que la humanidad puede permitirse.
Otro día hablamos de cómo las fiestas deberían ser todas laicas y de libre disposición según credos, situaciones y emergencias personales. De cómo el Estado no tendría derecho a imponer ninguna fecha de obligada celebración. Y de la injusta alegría de quienes se felicitan las fiestas mientras hay quien, en días de fiesta, experimenta, Gallardoski, la tristeza de las fiestas laborables.
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