La palabra errata, del plural latín errāta, ‘cosas erradas’, significa equivocación material en lo impreso o manuscrito; en mecanografía, eso que trae el meter el dedo como quien mete la pata.
De todas las erratas, las más dañinas son las que podrían no ser y, sin embargo, son. Juzguen ustedes.
puto por punto o punto por puto cuando se trata de una cansina cifra estadística, como la del covid.
En literatura, la errata nos ha dado El domador de erratas, ficción de José Antonio Ramírez Lozano.
Y enlaces probados por [eLTeNDeDeRo]:
—Errata, el examen de una vida. Enrique Andrés Ruiz (Nueva Revista)
—Erratas invisibles en libros célebres. Eduardo Mejía (El Universal)
—Fe de erratas. Jesús Marchamalo (CVCervantes)
—La errata en el texto y sus clases. Alquibla. Reseñas literarias.
—Los libros anómalos por accidente y sus posibilidades. Cristian Vázquez (Letras Libres)
—Vituperio (y algún elogio) de la errata. José Esteban (Renacimiento)
Llegar al puto máximo tiene que ser devastador. No hay Alameda antigua que contenga eso. 🙂
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