Polémica: Víctimas de la violencia
¿“de género” o “doméstica”?
El considerando ‘unidad familiar’ (no el de ‘sexo’) se presta a que la política practique el clientelismo (entre otras cosas, a favor de la familia, que ya está bien). No es paradoja: cualquier norma preventiva de una lacra social (discriminación positiva) fomenta que la lacra continúe, lo que se presta a que gente necesitada se acoja al daño recibido y todo acabe en nueva discriminación (negativa, esta vez).
En tiempos del Lazarillo, ser ciego era una forma de asegurarse el lucrativo oficio de pedir. La picaresca nos cuenta cómo abundaban los falsos ciegos o cómo había quien se arrancaba un ojo de la cara con tal de limosnear a las puertas de Santa María, que era otra forma de inserción.
Ni de género ni doméstica: debería bastar con la justicia ordinaria. Pero eso, dígaselo usted a colectivos acostumbrados a pedir ¡legislación! y ¡subvención!
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