Salud y trabajo (apuntes de métrica)

En unas recientes seguidillas sevillanas (versos de 5 y 7) obra de un poeta aficionado, aparece un verso, salud y trabajo, que le fue criticado por otro, poeta profesional, como un fallido hexasílabo: muchacho ‑le dijo‑, no están mal tus coplas, pero corrige ese verso. Cuando pude terciar, me puse de parte del verso leído, y no del escrito, y defendí el texto como estaba, [salúy trabájo], pentasílabo perfecto. Es cierto que el autor hubiera podido escribir salú, y se acabarían las dudas, pero ¿quién escribe o lee salú sin extrañeza? Aunque la pérdida de la de final o intervocálica es más acusada en el habla del Sur, el fenómeno se extiende de Despeñaperros para arriba y también vamos [de Ma drial cié lo] en un periquete.

Ya me las vi con la de con motivo de las Gracias y desgracias del ojo del culo de Quevedo. En ese libro, la frecuencia del pedo me obligó a tomar partido dialectal por la variante peo: todo el mundo en mi tierra se tira peos y es muy raro que alguien se tire un pedo. El cuesco y el mal olor serán los mismos, pero no es igual. Pedo nos resulta tan fino o tan extraño como echar unas cañas, donde echamos cervezas, o que haya chicos y chicas donde niños y niñas, mujeres, las de mi tierra, que son abuelas, y se las sigue llamando niñas, como en Cádiz los varones son pichas o en Sevilla los colegas, quillos. Lo mires como lo mires, dije a mi amigo, en nuestra tierra se brinda y se desea [salúy trabájo], por encima de la de y, más, en un género tan popular como la sevillana.

Es verdad que el ser del Sur hay quien lo exagera, y entonces suena un poquito falso: es el nonaino. Repasen alguna versión de Y sin embargo te quiero que canta [te quiero más que a mi vía]. Mire usted [usté]: será [te quiero más que a mi vida], sin exagerar, máxime siendo vía la de la vida, la del tren o la de las venas, una distinción que se necesita. Y tampoco es verdad [verdá] que aquí nos comamos lo comido y por comer. Contra la ley del mínimo esfuerzo y la relajación que se nos atribuye, se impone el adverbio malamente en lugar mal, cien por cien gramatical, porque, si nos comemos la ele final, mal se queda en [ma] y en [ma] se neutralizan otros monosílabos que también tienen derecho a la pérdida: mal, mar, más suenan igual en grupos como [está ma, veo el ma o quiero ma], lo mismo que entre mi alma y mi arma hay que acudir al estilo directo (–dijo la abuela o –dijo el cazador) y que, entre el seseo y el ceceo, suena igual irse de casa que irse de caza, y así se impone cacería, como malamente, fuera de dudas.

La conclusión provisional es que el castellano no es una lengua tan transparente, tan fonética como presume frente al francés o inglés; que una es la lengua escrita y vista y otra la pronunciada y oída; y que no solo la hache es muda. También son mudas la jota de reló y la te de carné, la pe de septiembre y de psicología y la u de queso para que no nos la den con qeso.

la métrica, esa partitura, debe estar a favor, y no en contra, de lo que suena. El soneto de Garcilaso En tanto que de rosa y azucena, después de habernos dado el endecasílabo y que vuestro mirar ardiente, honesto [final: teho nés to], quiere que también mida once el verso 14, ese que dice por no hacer mudanza en su costumbre. Cuenten y vean. Salen diez sílabas: [por nohá cer mu dán zaen su cos túm bre]. En la Facultad nos vinieron con que, en la norma de Toledo, la hache (de hacer, latín facere) todavía se aspiraba o que sonaría un algo, no sería muda del todo. De acuerdo, pero ¿jacer, sí, y jonesto, no? Se diría que quien hizo la ley métrica hizo la trampa, pero no está bien especular los poetas con la sinalefa ni que ilustres profesores jueguen con el hiato y con la fonética histórica para salvar a Garcilaso, por muy Garcilaso que sea. Tampoco es serio, desde primaria, impartir la sinalefa como recurso retórico y parte proporcional a la creación poética. ¿Qué retórica y poética hay en que yo me llame [Jo seAn tó nio] y tú [Ma riaÁn ge les]? Al final, no hay más lengua que la que arde, sea en verso o en prosa, ni más cantidad silábica que la natural del idioma que fluye. Esa fluidez es la que nos hace unas veces ir a [Tri á na] y otras veces ir a [Triá na] siguiendo un [gui ón] o un [guion] nunca del todo establecido.

A propósito del cómputo silábico, otro jovencísimo poeta recuerda su experiencia escolar, negativa, en estos términos: ‹‹la métrica la inventaron las lenguas que quieren decir lo que escriben los dedos››. Previsiblemente, se refiere a la métrica de oído o al oído, que poco a poco va imponiendo su cordura en las aulas: se lee métricamente el poema, en voz baja o a coro en clase, y con los dedos se va llevando la cuenta (de la vieja) de lo que miden los versos. Una vez medido, el poema queda en su página tal cual estaba, bueno para entenderlo y para disfrutarlo como si fuera en prosa. ¿Se imagina nuestro joven poeta que, en vez de mover los dedos para escandir ‑precioso verbo, que yo he imaginado falso amigo de escanciar‑, tuviera que seguir haciendo palotes como vallando el texto escrito, sílaba a sílaba, hasta dejarlo irreconocible y, encima, mal medido?

Viva la métrica de oído y viva la naturalidad en la pronunciación. De la musique avant toute chose. Me acuerdo de Octavio Paz y de su defensa del verso a ritmo y compás, la métrica como percusión o golpe de escobón en la escuela de danza. El ritmo salva a Garcilaso. En castellano todo grupo que lleve fuertes las sílabas 6ª y 10ª de ritmo llano [óo], es endecasílabo o, al menos, nuestro oído lo percibe como endecasílabo. Y quien dice 6ª y 10ª, dice 5ª y 9ª. Pero algo tendríamos que cambiar en la teoría general para ponerla al servicio de lo que oímos, que son las palabras de la tribu.

Otro día hablaremos de ir palante y no patrás y de cómo en el mercado de Triana gente bien hablada pide un kilo patatas sin por ello caer en el nonaino del anda que no y del no ni na.

Un comentario en “Salud y trabajo (apuntes de métrica)

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s