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a quienes hablan de otra cosa.

En una sociedad frivolona que ha transmitido y multiplicado consignas como “sé tú mismo”, “es tu derecho”, “si a ellas les gusta” (el velo islámico, sin ir más lejos) o “a quién le importa” (lo que yo haga) y otros lemas soberbios, válidos para la educación, la moda, los modales, las opiniones o los tatuajes, surge de pronto el soberanismo, soberana estupidez cara a la Aldea Global.

Pasa que no es la hora de salir con “¡menuda tontería!” y con lo que de verdad importa: “las clases sociales” o “las condiciones económicas de las clases bajas” versus “los Pujol”, que lo explican todo. Dada una sociedad que fomenta estos tres valores, que son, a saber: democracia, libertad y realización personal, el nacionalismo (como plasma colectivo) es mejor que quienes desde la patria autoritaria pretenden desprestigiarlo.

Y, en todo caso, desafío soberanista, y no otro, es el partido que se juega. Ojalá lo gane Cataluña con toda su pamplina a cuestas, porque ganaremos todos; también para que pasado mañana hablemos de otra cosa.


nombres propios.

Junqueras, Puigdemont, pueden estar quemados uno a uno. El pueblo catalán puede estar, de ellos, hasta la coronilla (si ya lo estamos). Pero hay algo trágico en su empeño, algo que se dio en Numancia o en Fuenteovejuna, y que estallará en botellas de cava largamente guardadas para ese día.

No importa que yo no tenga el gusanillo en el cuerpo ni esa botella en la nevera. Como vagones de un tren muy viejo y descarrilado, o como parte de una pésima serie por entregas, pasado mañana tendré también que responder a papá, cómo acabó aquello, abuela, qué pasó después.

Y puede que caigan y cambien algunos nombres propios, Puigdemont, Junqueras. No pasa nada: porque así pasa siempre y porque arribarán más urnas y más urnas y el voto dará al miedo y a la bestia su merecido. Acudid, corazones, a Cataluña y, con Cataluña, proclamad vuestra propia independencia.


 

fundido a negro.

Rafael Sánchez Ferlosio dijo aquello de “abomino de la fiesta de los toros no por compasión de los animales sino por vergüenza de los hombres”. Del mismo modo, abomino del soberanismo no por amor a la independencia de Cataluña sino por rechazo de la unidad de España tal cual Mariano Rajoy y la Constitución del 78 o lo que dice la intelectualidad que dice que sabe de leyes lo que no sabe de historia.

Nadie tiene derecho a hablar cuando alguien no puede, aunque sean tonterías y, del soberanismo, yo también me río. Pero no hago el juego a los demócratas. Mi TeNDeDeRo, fundido a negro hasta el día 2 de octubre y a ver qué pasa.


cierre gubernativo.

feria-abril-sevilla-2017

Hoy, 7 de mayo de 2017, no solo sigue habiendo toros en la Maestranza y cacharritos en la Calle del Infierno de Sevilla. Es que el domingo es domingo. ¿O no les suena a sus majestades lo del día del Señor? Si legislar debe tener siempre un sentido positivo ‑de autorizar y dejar hacer más que de prohibir‑, no se entiende este domingo de casetas de Feria cerradas por orden gubernativa. Al Ayuntamiento y pueblo de Sevilla ¿qué más les da? Lo que es falso es la “Feria 2017 de dos fines de semana”. Dos es dos. Y, puestos a hablar de legislado y legislación, habrá que ver si se están pagando como horas extras las de desmontaje y limpieza en día festivo. O todo o nada.

libros.

Víspera del 23 de abril, es hermosa la fiesta del libro y de la flor, del hidalgo caballero ‑del inglés, al fondo‑ y de San Jorge el que venció al dragón, esa princesa liberada y, ella, con eso pelos. Gozad el 23 entre los pétalos y las hojas, entre ojear y hojear (luego dirán que la hache es muda) y distinguid las voces de los ecos y el eco, de la voz de su amo. Libro es también negocio y cara dura. Libro, el de las religiones del libro, esa fábrica de fanatismos que nos llevarán por delante en un descuido mientras leíamos un libro. Constituciones, códigos penales, contabilidades y balances se ponen en libro. Gente que vemos despreciable aprendió a ser lo que son en los libros. Y nosotros, en los libros de texto. Nos examinan por libros. Pero el pequeño salvaje, el hombre bueno y no contaminado por la cultura, por la civilización, no leyó jamás un libro. Y, sobre todo, no hagáis del libro escala para sentiros superiores. 129.864.880 libros se han publicado en el mundo, según Google; 900 mil, en lo que va de año. Como veis, nada extraordinario. Yo elegí para mi amor marcar en rojo un día 23 de abril, abrir, que se parece a este. Y perdí algunas amistades literarias solo porque su libro no me gustó. Tonterías, como los libros, las precisas.

–Esta semana en eLTeNDeDeRo:

Antonio Delgado Cabeza, Carlos Edmundo de Ory y Rafa Iglesias, este último a propósito de los incidentes en la madrugada de la Semana Santa de Sevilla.

 

eLTeNDeDeRo y la Semana Santa

Así habría que hacer con el Consejo de Hermandades: “ustedes organizan, ustedes se hacen cargo” y la ciudad ahí no entra más de lo que por ley entraría en cualquier otro evento.

El Consejo de Hermandades, sociedad recreativa.

Ante la continuidad de versiones y opiniones sobre los sucesos de la pasada Semana Santa y sobre las medidas que se podrían tomar, sálganse, sus señorías, del cuadro y lo verán todo más claro. A 25 años de la Expo, es lo que se pediría a cualquier pasacalle, circo, carrera, desfile o Disneylandia que viniera a la ciudad.

Sevilla, ciudad de todos

Sevilla es la ciudad de todos, feriantes y no feriantes, de semana santa y de no semana santa, y a todos tiene que contemplar y contentar el Ayuntamiento, cuya obligación ‑antes que señalar u organizar las fiestas mayores‑[1] es velar por la conservación en convivencia y orden de toda la ciudad, no la ciudad de un sector ni de un grupo.

El Consejo de Hermandades© debe tratarse a igual nivel que una productora, promotora u organizadora de eventos. Un año y otro presentará un proyecto de viabilidad para un evento llamado “Semana Santa en Sevilla”. De acuerdo con la ley de espectáculos y del derecho a manifestación, ese proyecto incluirá fechas, horarios y sitios, montaje y desmontaje, limpieza, seguridad y protección civil a participantes y público, más seguros, fianzas, impuestos, etcétera. Aprobado el proyecto, las procesiones saldrán  en las condiciones pactadas, comprometiéndose Consejo y hermandades a dejar la ciudad tal como estaba.

En caso de incumplimientos o desavenencias, Ayuntamiento y Consejo se someterán al arbitraje de los tribunales ordinarios.

[1] Semana Santa, Feria, Corpus y Toros.

conflictos por semana santa.

Ante los incidentes en procesiones de semana santa, eLTeNDeDeRo recuerda que (a) son las procesiones las que invaden la ciudad, no la ciudad las procesiones, y (b) que los actos incívicos lo son al margen ‑y se han de juzgar al margen‑ de cuestiones religiosas. Dicho de otra manera: una pelea es una pelea, una bronca una bronca, y así. Dicho lo cual, (c) la pérdida de información y respeto por parte del público es normal cuando la calidad se sacrifica a la cantidad de gente que atrae el turismo.

Si hubiera una separación Iglesia Estado, (1) las procesiones ya existentes desfilarían acogiéndose al derecho de manifestación al que no podrían acogerse ni hermandades de nueva creación ni otras confesiones religiosas, siendo la católica la única que puede alegar derechos adquiridos, llámenle por cultura, costumbre o tradición. En todo caso: (2) financiación cero cero por parte de administraciones públicas, (3) que seguridad, protección civil, sanidad y limpieza corran por cuenta de las propias hermandades y (4) que dejen la ciudad tal como estaba. Esto incluye el suelo sin cera. (5) Quien pague todo eso no es cuestión que incumba al Estado.