Etiqueta: Vilimadas

del tiesto al Monte Testaccio.

Anforas en la base del Monte Testaccio

tiesto. La palabra tiesto nos propone un viaje desde la humilde maceta hasta la octava colina de Roma o Monte Testaccio, pasando por el francés tête y el italiano testa. También podemos mear fuera del tiesto o salirnos del tiesto, ser testarudos, pegarnos un testarazo, poner un testero a nuestra cama o piltra (argot), nombrar un testaferro, rellenar un atestado (cruce con atestiguar), coleccionar tostones, que son monedas antiguas así llamadas por la cabeza del rey (no confundir con el tostón de rebanada o carne tostada), o atestar como embestir con la testuz. tiesto, plural de testum, vasija de barro y remotamente concha de un molusco, desde 1220 [15 millones de G], es pedazo de cualquier vasija de barro o recipiente de barro para criar plantas, en desuso ‘cráneo’. La alternativa maceta (1490) [28.5 millones G] es cruce del italiano mazzetto, ramo de flores, con el diminutivo de maza, palo largo con una bola de hierro en la punta. Todavía algunas corporaciones municipales desfilan o salen bajo mazas, por significar gala. En literatura reciente (1956-2015) hay títulos como Meando fuera’l tiesto, La ceiba en el tiesto, Un tiesto sin arepa o Tiesto de cuentos, todos en América Latina.

El Monte Testaccio o Monte dei Cocci es una colina artificial construida durante los siglos 1 y 3 en Roma, base: 20 000 m², altura: 35 m (debió ser más alta), situada dentro de la Muralla Aureliana y en la actualidad cubierta por vegetación. La colina, de forma triangular, está compuesta por restos de alrededor de 53 millones de ánforas; sobre todo de aceite de oliva procedentes de la Bética (80%) o la Tripolitania (17%), de la Galia, de otras regiones de Italia y de Oriente. Las ánforas llegaban al puerto de Roma, donde se vaciaba su contenido y se rompían en pedazos. Los restos eran depositados en el monte Testaccio, luego se esparcía cal para evitar malos olores. La colina fue un basurero bien ordenado elevado por terrazas con muros de retención también de trozos cerámicos. Se calcula que el aceite transportado permitió abastecer a un millón de personas durante 250 años.

Enlaces:

Mártires del Compás, Sevillanas de Billy. Por lo alto de la tapia va una maceta…

Película La modista (Australia, 2015), donde se ve qué es un testarazo o testazo dado con mala testuz.


 

la pared.

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Entre el clavel y la espada (1939‑40), de Rafael Alberti, nos trae un eco de entre la espada y la pared. pared, en inglés the wall, el muro, de Pink Floid (1979) y de Wall Street.

Una pared une y separa a los amantes en la Fábula de Píramo y Tisbe, romance de Luis de Góngora (1618). La pared es canción de Bambino (Utrera 1940‑99); Entre la espada y la pared, de Fito & Fitipaldis.

entre la espada y la pared (446.000 resultados en Google) significa que, hagas lo que hagas, lo tienes crudo, y viene de cuando los espadachines se batían el sable, que algo tiene que ver con el machete y con a machetazos.

poner pies en pared (1.590G) o pie, en singular (5.650G), es tenacidad, insistir con empeño, de cuando los muchachos se retaban a trepar con soga por una pared, a ver quién llegaba más alto. Lo cuenta Ludaico Duver, quien nos trae esta cita de Quevedo en Cuento de cuentos (1626): Poner pies en pared no sirve de nada; yo lo he probado viéndome en trabajos, como oía decir: No hay sino poner pies en pared; y sólo sirve de trepar, o dar de cogote.

Figuradamente, las paredes hablan [lo que la gente calla]. Antes, tenemos las paredes han oídos y los montes ojos / las paredes tienen orejas y oídos / las paredes oyen (51.000G): frase proverbial que recomienda cautela cuando se trata algún secreto. las paredes oyen está en Gonzalo Correas, Vocabulario de refranes y frases proverbiales (1627). Y en La Celestina (1499): Callemos, que á la puerta estamos e, como dizen, las paredes han oydos. Y en el Quijote (1615) 2,48, en boca de doña Rodríguez, quien después de poner de vuelta y media a Altisidora y a la duquesa, suelta esta retención: Quiero callar, que se suelen decir que las paredes tienen oídos. Y en Las paredes oyen, comedia famosa de Juan Ruiz de Alarcón (1628).

Antítesis de las paredes oyen serían más sordo que / sordo como una tapia y las paredes hablan (234.000G); hablan, y de qué manera, desde los grafitis.

Este “machete al machote” (13.800G), escrito en versión vasco taquigráfica (76G), está en las paredes de Bajo de Guía, Sanlúcar, Cádiz, donde no es raro este tipo de feminismo pinturero.

machete al machote 20170612

enlaces:
Fábula de Píramo y Tisbe
La pared,
de Bambino

 

búcaro, cultismo del sur.

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búcaro. En Sevilla y su antiguo reino, botijo. En la Península, búcaro significa recipiente de cerámica, vidrio o metal, más alto que ancho, para poner flores. Guardaba la fotografía del difunto sobre la cómoda, junto a un búcaro de rosas marchitas. sinónimo: florero. búcaro es también arcilla olorosa que en el 17 solían mascar las mujeres para provocar la anorexia que estaba de moda. Lo cuenta Lope en El acero de Madrid. búcaro, del latín pocŭlum, pasado por el mozárabe andaluz, por el portugués y por el italiano, como esdrújula es cultismo y significa taza, vaso, a diferencia de botijo, de raíz bot‑, botella. En Andalucía se registran las voces barril, búcaro de campo, y piporro, búcaro de casa, con las variantes piche, piché y espichete. Durante las procesiones de Semana Santa el último en jerarquía es quien lleva el búcaro o sea el aguador. En 1983 Los del Guadalquivir lanzaron la sevillana del búcaro, obra de A.J. Sánchez Berenguer, que dice así: Del polvo del camino ya tengo la boca seca. Ya no quiero más vino que se sube a la cabeza. Por eso dame el búcaro, que me muero de sed, apretújalo no se vaya a rompé. Informó desde la bodega Los Bucaritos, daniel lebrato punto com.

botijo viene de botija, vasija de barro poroso que se usa para refrescar el agua. botija viene de butticŭla.[1] La locución hecho una botija es coloquial para decir que un niño se enoja y llora y si es una persona mayor: que está demasiado gorda. peer en botija (para que retumbe) significa magnificar algo. En España había el tren botijo, tren que durante el verano trasladaba sin muchas comodidades a lugares de vacaciones.

[1] botija en Cuba, árbol; en Honduras, tesoro oculto; en Uruguay, niño.

# Zafarrancho Vilima

chapuzados o chapuza (2)

Decir que el cuento (de cómputo y de contar) que hicieron los evangelistas sobre el tercer día (resucitó) fue una chapuza es también una chapuza, figurada.[1] Que cuatro cronistas no estuvieran muy finos en lo de inclusive o exclusive, es asunto menor y de índole estrictamente privada, allá su iglesia. Lo malo es que el Estado nacional católico encomienda el calendario de días rojos y negros que manda en nuestras vidas a esa Iglesia. Eso es lo malo.

–enlace a El calendario blanco, en eLTeNDeDeRo.

[1] chapuza, chapú o chapuz tiene dos usos, uno como sustantivo en economía sumergida y, otro, como adjetivo calificativo próximo a chapucero,‑a. Google Vox dice de chapuza: Trabajo hecho sin técnica ni cuidado o con un acabado deficiente. ¡menuda chapuza de película!, tu examen está lleno de tachones: es una chapuza. Trabajo de poca importancia que una persona hace ocasionalmente fuera de sus horas de trabajo. los fines de semana hace algunas chapuzas como complemento a su trabajo en la fábrica. sinónimos: chapuz, chapucería. Y en el DEL, donde la palabra está desde 1914, leemos: del francés antiguo chapuis, ‘tajo para trabajar sobre él’, en marinería, cada una de las piezas que se agregan a las principales que forman un palo, para completar su redondez. Obra o trabajo, generalmente de mantenimiento, de poca importancia. Trabajo hecho mal y sin esmero. México, estafa (acción de estafar).

––para traducciones de chapuza al francés actual ver Linguee pinchando aquí.

–enlace a Elena Varela Merino, que documenta chapuza perfectamente.

en cueros o en pelotas.

# Zafarrancho Vilima

en cueros o en cueros vivos, sin vestido alguno (394 mil en Google). en cueros viene de cuero, del latín corium, pellejo y pellejo curtido y preparado para los diferentes usos en la industria; odre, cuero para contener líquidos. En distintas partes del español de América, cuero significa: mujer avejentada y fea[1]; mujer guapa y atractiva[2]; mujer amante de un hombre[3]; desvergüenza[4]; miedo, temor[5]; cosa nueva y virginidad de la mujer[6]; prostituta[7] y hasta instrumento musical de percusión[8]. cuero cabelludo es piel donde nace el cabello y cuero de gallina, carne de gallina[9]. dejar a alguien en cueros es arruinarlo enteramente. del cuero salen las correas es expresión coloquial para significar que de lo principal sale lo accesorio. en cueros ha perdido uso frente en pelotas (478 mil en Google) y en bolas (485 mil). Sinónimos: en pelota picada (38.200) o en pelota viva (2.140). Para leer lo que sabemos de en pelotas, véalo en eLTeNDeDeRo (escrito todo junto) sección Zafarrancho Vilima de daniel lebrato punto com. Menudo punto está hecho el profesor Lebrato con las palabras de la tribu.

en pelotas. El pelote era una larga túnica de lana, lino o seda forrada con pieles para andar por casa tanto hombres como mujeres de cualquier clase social, sin mangas con dos grandes aberturas en los laterales que dejaban ver la prenda de debajo, llamada escotadura. En el 17 se documenta con el significado de ‘a cuerpo’, heredera de la locución medieval ‘en pellote’, vestido con el característico pellón, pellote o pelote. Al desnudo total, se alude con las expresiones ‘en cueros’ o ‘en carnes’. En Libro de buen amor (1330), cuando Trotaconventos intenta convencer a doña Endrina de que vaya a visitarla, le dice: Desde aquí a la mi tienda / non hay sinon la pasada, / en pellote vos iredes / como por vuestra morada.[10] En el Quijote los galeotes le quitaron el gabán a Sancho y dejáronle en pelota. En la segunda mitad del 17 se empieza a hablar de hombres y mujeres, en pelota, medio vestidos y desnudos.[11] A partir del siglo 18 pasa a referirse, literalmente, al estado de completa desnudez. Diccionario de Autoridades (1726-1739): En pelota: Desnudo o en cueros. El padre Isla, en Fray Gerundio (1758): un joven desnudo y en pelota como su madre lo parió. Ramón Pérez de Ayala, 1921: A mí no me importa beber, ni fumar ni andar en pelota. Miguel Ángel Asturias, 1952: El jefe se quedó en pelota. O Juan Rulfo, 1953: Volvió a hacer la operación de secarse en pelota. El problema surge cuando, desde el siglo 19 deja de relacionarse la voz pelota con su primitivo significado de piel y comienza a registrarse la locución ‘en pelotas’, tanto en España como Hispanoamérica, vulgarmente asociada a los testículos, lo que estrictamente solo es aplicable al desnudo integral masculino: *la actriz se queda en pelotas.

[1] Colombia, Costa Rica y Puerto Rico.

[2] Guatemala, Honduras, México y Nicaragua.

[3] Ecuador y Venezuela.

[4] Guatemala.

[5] Honduras.

[6] Nicaragua.

[7] Puerto Rico y República Dominicana.

[8] Cuba.

[9] Honduras.

[10] Cuaderna vía 863.

[11] Jerónimo de Barrionuevo, Avisos del Madrid de los Austrias.

elogio del tampoco y menos abusos del también.

Oído a la mujer del tiempo en Antena 3: No descartamos *también que haya heladas en tal o cual punto de la península. Dice el diccionario: tampoco. De tan y poco. Adverbio para negar algo después de haberse negado otra cosa. Ni esto ni esto otro. Se usa igualmente para atenuar o refutar una aserción precedente. Hombre, tampoco es eso. Lo cual, que tampoco sirve para negar afirmando o para afirmar negando, que no es lo mismo pero es igual, modalidades ambas enunciativas.

–enlace a la palabra ‘limpia’, con especial aplicación a la regla femenina.

–enlace a elogio de ‘quien’ y menosprecio de ‘el que’.

–enlace a Zafarrancho Vilima.

la leyenda del invisible (daniel lebrato)

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LA LEYENDA DEL INVISIBLE
tema del beatus ille

/ a Álvaro Martín y a la buena gente
de SevillaWebRadio que dudaba la existencia
del profesor Lebrato, a 22 de diciembre de 2016 /

+

Daniel Lebrato existe, eso es seguro,

se sabe porque agita eLTeNDeDeRo;

actos sociales, pocos: si le pagan

o si es por amistad, no compromiso.

Compromisos, ninguno, ni de entierros

(al suyo irá a la fuerza) ni de bodas

(si no es su novia quien le dice sí)

ni, menos, cumpleaños ni bautizos.

De reuniones de empresa y de familia,

lo han librado el Estado y la corona

Tu madre y tus hermanos no te olvidan.

Dicho lo cual,

Daniel Lebrato piensa, luego existe

todos los días y echa su buen rato

pensando en los demás, cambiando el mundo.

*

Y el mundo: ¡No te jode!

¡Que cambie él!

*


Daniel Lebrato, Hacia (1999-2016)

con enlace a Lebrato contra Lebrato