«scripta manent, verba volant», que en nuestro tiempo ha pasado a significar “lo escrito permanece, las palabras se las lleva el aire” significaba antiguamente lo contrario; se acuñó en alabanza de la palabra dicha en voz alta, que tiene alas y puede volar, comparándola con la palabra silenciosa sobre la página, inmóvil, muerta.
(Alberto Manguel, Una historia de la lectura)
/ a Federico Martín Delgado, el Poeta de la Sierra /
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