AL CÚMULO DE SINDICATOS EN SEVILLA
(Cervantes, 1598)
–Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que venga la tele a describirla;
porque ¿a quién no sorprende y maravilla
tanto puño cerrado, lucha y fuerza?
Me apostaré la fábrica: los nuestros
por salir a la calle hoy han dejado
de irse al Alamillo con su gente.
Esto oyó un sindical, y dijo: –Es cierto
cuanto dice Ugeté y quien va a su lado.
Y el que dijere lo contrario, miente.
Y luego, incontinente,
se unió a la marcha, desplegó pancarta,
pegó tres gritos, fuese, y no hubo nada.
DIÁLOGO ENTRE UGETÉ Y COMISIONES
UGETÉ: –Yo tengo conmigo al gran Partido Socialista Obrero Español y tú a un viejo Pce que ya no pinta nada. COMISIONES: –A mí me queda haber querido al menos la unidad sindical que a ti te importa un rábano y haber pasado por cárceles y comisarías, no por la Oit ni por la Ces. Aunque, al final, los dos vivimos del cuento porque de la conciencia obrera ya no queda absolutamente nada.