pejiguera

 para el Martes de Carnaval.

De un montón de cosas que nos amargan la vida, pública o privada, podemos decir que son pejigueras. Y para qué poner ejemplos, estando a la vuelta del miércoles de ceniza (que ya es cenizo) doña Cuaresma, el 8 de marzo, la sentencia al Procés o las elecciones anticipadas.

En pejiguera luchan y se dan la mano el fitónimo, nombre femenino de la planta y de la plaga que ocasiona de hojas de pejiguera (duraznillo), y el adjetivo que, por metáfora, se aplica a varón o hembra, persona cansina por naturaleza. Eso explica el género gramatical (masculino, femenino, neutro), que oscila en la estadística de usos en Google: pejiguera [38.900] una pejiguera [2.670] un pejiguera [1.420], un pejiguero [1.530] pejiguería (no en Drae) [751 resultados].

El Google Oxford da la palabra como femenina y coloquial y como exclusiva del español de España (lo que no es cierto): “cosa molesta y de poco provecho que trae muchos problemas y dificultades”. El Vox Larousse: “Del bajo latín persicaria, duraznillo: Cosa o asunto que causa dificultades y molestias sin reportar grandes beneficios. Sinónimo: lata”. La Academia, también femenino y coloquial: “1. Cosa que sin traernos gran provecho nos pone en problemas y dificultades. 2. hierba pejiguera (moco de pavo o cresta de gallo), duraznillo”.

La raíz sería el latín persicaria, duraznillo, de persicus, melocotón. Corominas data la palabra en 1607 y la acepción ‘embarazo’ o ‘dificultad’ la explica por el sabor picante de la planta. El Wiktionary trae pejiguera como masculino y libra a las hembras: “Persona de sexo masculino que frecuentemente encuentra faltas y reparos a asuntos de escasa importancia, sinónimo: tiquismiquis”. Word ofrece como sinónimos lata, pesadez, joroba, monserga, impertinencia, fastidio, estorbo y alguno más. El Etimológico de Chile pasa del melocotón y se centra en sus hojas, que son muy invasivas, atascan las acequias y forman una maraña muy difícil de desenredar, verdadero incordio para los agricultores, de donde vendría la pejiguera como quien dice la peste, la plaga, la ruina, la muerte para la cosecha. En el Drae de 1817 no aparece el fitónimo sino embarazo, disgusto o dificultad. En 1956 la Academia rectificó y dio paso a la acepción actual.

Para la pérdida de la ere de persicaria (ere que sobrevive en albérchigo y prisco), el de Chile remite a piesco y piescu, asturleonés, gallego pexego, portugués pêssego. La línea sería gallego pexigueira > castellano *pexiguera > español pejiguera, entre Galicia y Extremadura, donde la palabra es muy potente.

La casa recomienda que no se muestren pejigueras y faciliten la vida a su entorno. “Yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas”, decía el buen Antonio Machado. No hagan como quien vive en guerra con los hombres y en paz con sus entrañas, cómodo para ir al váter, complicado cuando se sale de casa.


 

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