Cualsevol nit pot sortir el sol
Jaume Sisa
Crecimos con Platero y Lazarillo
de Tormes, con Carpanta y Zipi y Zape
y cómo nos gustaba Robin Wood.
Tuvimos la mirada de piedad
a todo lo que oliera a perdedor
y, puestos a rifarse alguna bala,
le diera a Custer, no a Toro Sentado.
Leónidas delante de los persas.
La niña que a Mío Cid pidió perdón.
David frente a Goliat: siempre es lo mismo.
Y, si nos daban a elegir, cogíamos
la suerte de la fea: no era el cine
escuela de igualdad precisamente.
La vida era otra cosa. Eran, criaturas,
Marx, Freud y El malestar de la cultura.
Daniel Lebrato para La corte del rey bobo