
REFUGIADOS
–mito, verdad y análisis de clase–
Éramos chicos. Leíamos la biografía de los exiliados de la Guerra de España y nos quedábamos con la duda de por qué unos del bando republicano se quedaron y acabaron fusilados y otros cogieron el avión o el barco y pudieron librarse.
Veíamos películas de nazis o de campos de concentración y la pregunta era la misma. Unas familias judías se salvaron y, otras, no. Después de La lista de Schindler, vimos Titanic. Barco, uno, pero clases, tantas como para que de tu clase dependiera tu vida.
Ahora el tema es refugiados. En refugiados se juntan y confunden refugiados políticos e inmigrantes económicos. Son inmigrantes económicos quienes dejan su país por conveniencia personal y como resultado de una decisión, vamos a suponer, tomada libremente. Se dividen en ricos y pobres, documentados e indocumentados, con o sin expectativa o contrato de trabajo o de futuro en el país destino.
Lo cual, que ¿refugiados? Si dices sí a la acogida, ¿a qué dices que sí?, ¿con qué te muestras solidario? Si dices no, te pueden acusar de xenófobo. Propongo que ni una cosa ni otra. Este es un drama que nosotros no hemos escrito y habría que devolverlo a sus autores. Inténtelo leyendo la Guía para disfrutar del telediario.
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