Se llama Macarena, nombre de mujer, a una canción de Los del Río y se llama la Macarena a la virgen que está en San Gil. También la Blanca Paloma fue la Virgen del Rocío, hasta que el Vaticano mandó parar: ¡Que la Blanca Paloma es el Espíritu Santo!, vamos a no confundir. Y desde entonces se vocea: ¡Viva esa Blanca Paloma!
Se llama artículo a una clase de palabras que especifica si el sustantivo o grupo nominal que presenta es consabido o no, y se llama determinante a la función sintáctica de artículos y ciertos adjetivos, por algo llamados determinativos. Por último, se llama ignorancia o sacrilegio a darle alegría al cuerpo de la Macarena que está en su paso en su misterio doloroso, canción que jamás estuvo en la intención ni en el repertorio de Los del Río, conocedores de la Semana Santa.
También podría tratarse de un caso más de mamoneo lingüístico Norte Sur. Norte ‑de Despeñaperros para arriba, donde se cuecen los telediarios‑ que presume de hablar muy buen castellano frente al Sur, que se expresa en español vulgar o fatal. ¡Ay, Macarena!