La noticia saltó hace una semana. El copyright “Cómeme to er higo” (comemetoerhigo.com) hizo campaña de cartelería urbana en Torre del Mar, Vélez Málaga
(en la foto Cadena Ser, anuncio cerca de un aparcamiento), campaña que al poco fue retirada. La alcaldía de Vélez Torre del Mar la lleva el Psoe en coalición y el partido más votado fue el PP. Rafa Iglesias nos pasa el vínculo a axarquiaplus.es donde Cómeme avisa de que es solo el principio. Apostilla Rafa: Según mi criterio, no lesa a las mujeres, pues la actitud de la modelo no es sumisa ni se sitúa en contexto de vejación. La pose es dominante, arrogante incluso. Tampoco se entiende que lesione a las féminas como una expresión machista destinada al género masculino. También podría ser para el femenino o para quien guste de una plural, libre y saludable vida sexual. O alimentación. Menos ingenuidades, menos rasgarse las vestiduras y, sobre todo, menos chorradas de lo políticamente correcto por parte del consistorio malagueño, de diestra o de siniestra. Y acaba Rafa Iglesias con una ilustración a propósito.
Como profesor de lengua, no comentaré por qué er por el, y no jigo por higo, ¿andalucismo o registro vulgar?, confusión frecuente en los doblajes de negritas lo‑que‑el‑viento‑se‑llevó, donde no sabemos si el “¡Sí, señorita Escarlata!” se pronuncia por negra, por criada o por sureña. Tampoco entraré, en si ‑en vez de unos labios mayores bastante mayores‑ la foto hubiera mostrado una polla tiesa. Cómeme es página de contactos y, por eso, pide nombre, correo y teléfono. El tema es: prostitución o sexo de pago, como se quiera llamar, campaña explícita en busca de un público en demanda de sexo.
Dicho lo cual, qué hilos más finos para la parte frívola de nuestra vida (hoy higos y sanfermines, ayer orgullo elegetebeí) y qué poco hilamos el “todo vale” y el “si les gusta” a donde el liberalismo (en principio, económico) nos ha traído. Evidencia: hace falta una moral. Claro que una moral haría del alegre corral hispano otro mundo. La conclusión es: si el humanismo crítico no toma el mando de lo que debemos enseñar y transmitir a quienes vienen detrás, los límites los seguirá poniendo ‑ayer, la Inquisición‑ la Conferencia Episcopal o el PP de turno -el mismo que se escandaliza- al servicio de la patronal (o del emprendimiento, como gustan decir) tipo cómeme el jigo. Gente lúcida: ¿no os dais cuenta de que, a la puerta de la ética, llamamos y llamamos y o no responde nadie o, el contestador automático: a usted qué más le da, no se ponga usted así, le va a dar un infarto o ¡qué aburrido!?
Daniel Lebrato, eLTeNDeDeRo.
–enlace a Ética para Amador