La política tiene dos caras. La política concreta de la sociedad de votantes, simpatizantes y militantes; y la política abstracta de las ideas sobre la cosa pública[1]. Aunque en las dos manda la economía, la política abstracta contempla la superación del sistema económico mientras la política concreta, contenta con formar parte del arco parlamentario, ni se lo plantea. Por eso pide o reclama Estado del Bienestar donde antes se pedía o reclamaba socialismo. Por muy de izquierdas que digan ser, esas personas son conservadoras y reaccionarias. El Estado del Bienestar es la fase infantil o el estado inferior de la política y del pensamiento humano.

enlace a carta a un diputado progresista

[1] Decir política utópica da miedo porque la utopía parece irrealizable y lo irrealizable es un inhibidor de la acción política.