Durante años, Blanca Paloma fue el tratamiento para la Virgen del Rocío, y tuvo que venir el Papa de Roma hasta la Aldea para poner orden: –La Blanca Paloma es la iconografía del Espíritu Santo, so borrikos ‑dijo Juan Pablo II en su español germanizado‑. Y a partir de ahí, 14 de junio de 1993, el mando y tropa del Rocío cambió el ¡Viva la Blanca Paloma! por ¡Viva esa Blanca Paloma! Quién duda que estos saben latín.
Curiosa historia del nombre de la Virgen del Rocío