Donde hay tatuaje no hay pudor.

La primera característica de la moda o sistema de la moda es la autodefensa o confabulación del grupo alrededor de un código que debe ser protegido y no descifrado. Prueben ustedes a hablar sobre pintalabios o sobre faldas y tacones con quien primero pasaba por ahí. Verá que no es fácil hablar del tema sin que salte una bronca.

Hasta ahora la moda ha consistido en cuándo y cómo y qué me pongo, un sistema móvil cuya variedad se sustanciaba en ir de compras desde las tiendas o escaparates hasta el espejo de los armarios de casa. En ese círculo, ponga usted ahora la moda del tatuaje. La cantidad de tatuajes ha traído un aumento en el deseo de eliminarlos. Entre el 80 y el 90 % de tatuajes quieren eliminarse en algún momento de su vida.

Yo concluyo. El tatuaje es arte y como tal rompe el límite entre el pudor (de la ropa para taparse en privado) y el objeto que requiere público o museo para verse, el cuerpo como lienzo o pintura en exposición. Ante el tatuaje se rompe la barrera de lo público y privado. El asomo de un tatuaje bajo el escote o en el camino del sexo sí me dice que sí, que ahí hay algo que ver, y esa es la novedad cuando solo sí es sí. Donde hay tatuaje no hay pudor.

http://tattooganso.es/historia-del-tatuaje.html

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