A una la pillaron copiándose en un examen.
Sin embargo, presumía de aprobada y con notable.
A otra, la vieja reina, la habían pillado
queriendo hacerse una foto ante la prensa rosa
con sus dos nietas, las dos princesas,
contra la voluntad de su nuera, reina en funciones,
que era quien administraba sus derechos de imagen.
El pueblo discutía por ver cuál de las tres
hizo mejor o peor su papel.
Y el viejo zorro: –El pueblo y el papel del pueblo,
eso sí que está por ver.
