MÁS NOMBRES PROPIOS EN SU TINTA
Alguna compañera de trabajo y lectora de Tinta de calamar y de mi currículo me pide que declare por sus nombres los protagonistas de los casos de Acaso Acoso que viví y esquivé (porque venían a por mí) en los institutos La Paz y San Isidoro, episodios que, a medias, recojo en TdC, donde sus nombres aparecen disimulados porque no es plan de eternizar a nadie en su foto fea; todos tenemos derecho a rectificar, a enmendar o a pedir perdón. Hasta ahora no lo han hecho, pero, por no confundir a unos nombres con otros y sobre todo por que no se piense mal de compañeros o compañeras que se portaron estupendamente conmigo y con la enseñanza pública, o sea por que no se dude de justos por pecadores, aquí van las alineaciones de los proyectos a que me opuse en cada instituto. Esa oposición mía y el yo quedarme en minoría disidente fue lo que propició los casos de acoso que en La Paz se resolvió mediante baja médica y comisión de servicio al Martínez Montañés (gracias, Carmen Calderón, por darme tu bienvenida) y en el San Isidoro, con mi prejubilación. A nadie guardo rencor pero temo por la buena gente que sigue dentro. Si quieren saber cómo se las gastan en el San Isidoro pregúntenle a Joaquín Martínez Sánchez, profesor que salió por pies del rígido autoritarismo de ese instituto que contagiaba a casi todo el claustro.
Instituto La Paz, cursos 1900‑2000
Proyecto que se implantaba:
La Escuela, espacio de Paz y la Década de la Paz a celebrar todos los 30 de enero en colegios e institutos
Partido beneficiado: PSOE
Profesorado responsable:
Santiago Agüero Muñoz, profesor de religión
Pilar Márquez González, jefa del departamento de lengua y literatura
Mari Luz Holgado Cuesta, jefa de estudios.
Instituto San Isidoro, cursos 2005‑2015
Currículo oculto que se implantaba:
La excelencia docente en la pública a imitación de la privada
Partido beneficiado: PP
Profesorado responsable:
Mari Luz Casares Rocha, directora
Rodrigo Alba Garrido, jefe de estudios y director
Susana García Domínguez, jefa de estudios del nocturno
Y para que conste lo digo, pero con artículos como éste, no aumentará mi club de fans. En fin. Dicho queda. Súmense estos nombres a los de Lebrato contra Lebrato, y se verá que he saldado mi vida con dos acosos laborales y un acoso familiar. Cada uno es hijo de sus obras.
