(Palestina en dos estados o ninguno)
—Dos Estados, se oyó decir a Pedro Sánchez junto a políticos de etiqueta izquierda, como solución al exterminio en Gaza o Palestina. Dos Estados, uno árabe y otro judío, fue la solución desde 1937 y desde la Onu en 1947, dentro del Plan de partición de Palestina en judío y árabe, con Jerusalén y Belén bajo control internacional. La guerra árabe-israelí de 1948 frustró el Plan y acabó en Nakba, destierro de 750.000 palestinos de territorios que pasarían al Estado de Israel.
75 años después, 20 desde Yaser Arafat, Palestina se expresa en términos religiosos que modifican seriamente el doble Estado. Tal vez, la solución apunta a Nagorno Karabaj, que da lección y pone ejemplo. Por pura auto determinación, Nagorno Karabaj ha decidido no existir desde 1 de enero de 2024. También se disuelven los Estados.
Que la nación o el pueblo judío no existe, lo dijo un historiador israelí, y se quedó tan fresco. No solo por desmontar el bombo infierno del Estado de Israel. El doble Estado ya era discutible en días de Yaser Arafat, presidente del Estado de Palestina (1989-2004).
En lugar de eso, un Estado único y provisional bajo mandato de una renovada Onu, lejos de Estados Unidos, de Reino Unido y de potencias occidentales. Entre dos conflictos feroces, Nagorno Karabaj apunta y pone ejemplo.
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