
ALUMNOS
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El masculino plural puede ser literal. De ellas a nosotros, literales también, la redirección mental ‑la humillación, si se quiere‑ es, tal vez, diferente. De hombre a hombre, pues, o de 36 años, no es nada, a una cosa allí puesta en un pupitre con los ojos muy abiertos. Para lo que importa, da igual si te entendían o no. Tampoco, si salieron aventajados o si se quedaron a cuarto y mitad del camino. Es un sueño la vida. Un día vuelven desde el corta y pega de su fotito de tutoría y te preguntan ¿Se acuerda usted, quién soy? El usteo no hace más que ensayar un alzhéimer. Por más que te esfuerces, te rindes. Perdóname, Antonio Córdoba, no recuerdo tu segundo apellido.
/ Sevilla 1980; Sanlúcar 2016 /
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