
NO A LA PERSECUCIÓN DE MARIQUITAS
Cuando las cosas se ponen serias, hay que ponerse en serio. Se acabó el ¡maricón! como gracia, que no tiene gracia. Se acabó jugar con fuego de palabras que otros disparan en serio.

NO A LA PERSECUCIÓN DE MARIQUITAS
Cuando las cosas se ponen serias, hay que ponerse en serio. Se acabó el ¡maricón! como gracia, que no tiene gracia. Se acabó jugar con fuego de palabras que otros disparan en serio.