Límites de la poesía

La magdalena de Sabina

Una canción anima a usar la prostitución. Atentos a los límites de los letristas:

«Si, a media noche, por la carretera  que te conté,  detrás de una gasolinera  donde llené,  te hacen un guiño unas bombillas  azules, rojas y amarillas,  pórtate bien y frena.  Y, si la Magdalena  pide un trago,  tú la invitas a cien  que yo los pago.»

La diferencia entre verso y letra es que la letra se canta. Atentos, entonces, a los límites de la poesía. Se admiten ideas.

La Magdalena, por Joaquín Sabina

La Magdalena, con Sabina y Pablo Milanés

letra completa


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