Ignacio Sánchez Cuenca: La desfachatez intelectual

Ignacio Sánchez Cuenca

LA DESFACHATEZ INTELECTUAL, prólogo del libro de Ignacio Sánchez Cuenca.

Avance, sobre el intelectual Jon Juaristi:

Durante la crisis humanitaria de los refugiados de la guerra de Siria, la opinión pública occidental se estremeció ante la foto de un niño ahogado en una playa de Turquía. Jon Juaristi publicó entonces una columna en ABC de la que reproduzco este fragmento: «¿Qué saben los fugitivos sirios? Saben que llegar al corazón de la Europa rica requiere llegar antes al corazón de los europeos, y por eso traen niños. Niños que arrojan al otro lado de fronteras teóricamente infranqueables o que tumban en las vías del tren. Saben que, allá en su tierra de origen, estos efectos patéticos (codificados en una espontánea retórica de la desesperación) no valen con los asesinos baasistas o yihadistas, a los que niño más, niño menos, importa muy poco, pero a los europeos les despiertan sentimientos de culpa que deben eliminar cuanto antes porque están convencidos de que la culpa es tóxica y produce cáncer.»

El texto tiene un evidente ánimo provocador. Habla con condescendencia sobre las reacciones de indignación, compasión y rechazo que produce la suerte de los miles de refugiados sirios que quieren entrar en Europa. Juaristi no se deja arrastrar por la “retórica de la desesperación” e ironiza sobre la culpa que sienten los europeos biempensantes. A diferencia de la masa, él es consciente de que los sirios están hurgando en la mala conciencia europea: explotan a sus hijos, los traen en las peores condiciones para que una Europa llorosa y blanda acepte acogerlos. Juaristi piensa que los niños sirios son algo así como escudos humanos (¡los tumban en las vías del tren!), utilizados por sus padres para abrir las puertas de la fortaleza occidental. No vienen porque sus padres no quieran separarse de ellos. No, vienen para tocar la fibra sensible del burgués europeo. Es curioso, pero ¿no decía ETA lo mismo cuando moría un hijo de un guardia civil en un atentado con coche bomba? Los apologetas del asesinato terrorista empleaban un argumento bastante parecido al de Juaristi: según ellos, los guardias civiles manipulaban a sus hijos, los colocaban como “escudos humanos”, por lo que no había que caer en la trampa del sentimentalismo; un examen frío de la situación arrojaba la conclusión de que la responsabilidad última de la muerte de los niños correspondía a sus padres por colocarlos allí.


 Respuesta de Juaristi en ABC 14 03 2016


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