El gatillazo de Ovidio ¿Acaso no era guapa la muchacha? ¿No era acaso refinada? Ella, por cierto, colgó de mi cuello sus brazos de marfil, más blancos que la nieve de Sitonia, y con lengua lujuriosa se enzarzó conmigo a besos. Mas mi miembro como … Continúa leyendo sub luce maligna.

