La fe del carbonero.

Esta expresión, tan repetida por Unamuno en la Agonía del Cristanismo, quiere decir la fe sencilla y firme de corazón, que no exige pruebas ni sabe de argumentos. El origen del dicho lo explica Correas en su Vocabulario de Refranes: Un teólogo tuvo plática con un carbonero acerca de la Santísima Trinidad: —«¿Cómo entendéis vos eso de las tres divinas personas, tres y una?». El carbonero tomó la falda del sayo e hizo tres dobleces, y luego, extendiéndola, dijo: —«Así», mostrando que eran tres y todas una. Agradóle al teólogo y al tiempo de su muerte, decía: —«Creo lo que cree el carbonero».

Spanish Language Stack Exchange


El II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, se llamó II porque hubo I, del 27 al 31 octubre 1999:


En *asterisco palabras usurpadas a otras ciencias o actividades que nada tienen que ver con lo principal: {un dios científico para una religión de un Dios que nadie ha visto}.


*Congreso *Internacional de Hermandades y Piedad Popular:

«Como suele ocurrir ante iniciativas de este calado, la organización del *Congreso movilizó a prácticamente todas las instituciones de la ciudad, generando una dinámica no solo de colaboración, sino de verdadero interés por participar e integrarse en las actividades de este. El *Estado, a través del *Ministerio de Cultura, *Ayuntamiento, *Universidad de Sevilla, medios de comunicación, entidades financieras, empresas, clubes sociales, *Ejército y un largo etcétera, dieron cobertura material al evento, logrando un alto impacto en la opinión pública local, *nacional e *internacional. El desarrollo del Congreso (en el que hubo más de 3.000 *inscritos) se estructuró mediante *ponencias, *mesas redondas y *comunicaciones en las que participaron los principales *especialistas del momento, tanto *laicos como religiosos, provenientes de la propia ciudad, España, Europa y América Latina. Además de las *sesiones *científicas, durante todo el mes de octubre se desarrolló un amplísimo *programa *cultural que abarcó espacios emblemáticos de la ciudad como el Archivo de Indias, Casa de los Pinelo, Casino de la Exposición, hermandades, en el que se incluyeron *conciertos, *exposiciones, *veladas literarias, etc. Las propias hermandades abrieron sus museos y casas de hermandad a los visitantes y, en algunos casos, se montaron los pasos procesionales en los templos. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el I *Congreso *Internacional de Hermandades y Religiosidad Popular de 1999 supuso el inicio de un cambio paulatino y cualitativo en la concepción de la religiosidad popular que tanto la Santa Sede, los obispos y todo el pueblo de Dios comienza a asumir a partir de esta fecha. Efectivamente, si antes de 1999 se pone en relación las expresiones de piedad popular con la “fe del carbonero” o “fe de los pobres”, enfrentándolas con la liturgia o con otros grupos eclesiales; a partir del año 2000 se comienza a entender al conjunto de manifestaciones de religiosidad popular como verdaderas {creaciones de la cultura de cada pueblo}, la encarnación de la Iglesia en la vida, la realidad y la sensibilidad de los hombres y mujeres {de un tiempo histórico y un espacio determinados}. Y todo ello, con un protagonismo nuclear de fieles laicos que organizan y participan activamente en los distintos *foros, *ponencias y *mesas redondas.»

Este Congreso II quiere
«Mostrar la riqueza patrimonial y artística generada en la región andaluza a lo largo de ocho siglos, desde la reintroducción del cristianismo en el siglo trece hasta la actualidad. {La Iglesia, desde época muy temprana, ha utilizado el arte para sus propios fines}. Si al principio se prefirió la evocación de los hechos fundamentales de *la Salvación solo por medio de *símbolos, pronto comenzó a sentirse la necesidad de poner en juego la imaginación para *representar esos acontecimientos fundamentales en las formas sensibles del *arte y la liturgia. De esta manera, {el arte ha estado al servicio de la Iglesia} como instrumento catequético y evangelizador. La religiosidad popular andaluza no ha sido ajena a esta realidad, y {el rico patrimonio artístico producido es un reflejo de las circunstancias históricas, sociales e ideológicas en las que ha surgido}. La exposición se estructurará en cinco secciones representativas de la práctica devocional y del desarrollo histórico de la piedad popular andaluza: El culto a la Eucaristía, la devoción a la Virgen María, la conmemoración de la Pasión y Muerte de Cristo, las relaciones artísticas y religiosas entre Andalucía y América y la perpetuación de las prácticas devocionales y artísticas en la contemporaneidad.»

II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular

Deja un comentario